Jueves, Abril 25, 2024

Hidrocarburos verdes, por Juan Ignacio Eyzaguirre

PULSO – El gas natural, hidrocarburo extraído junto al petróleo y el carbón, sería verde, ecológico y sustentable según un reporte de la Comisión Europea que redefiniría la taxonomía de su Plan de Acción para Crecimiento Sustentable. En Bruselas se dan discusiones extravagantes, pero ésta, por paradójica que sea, es bastante razonable.

En 2018, Europa lanzó su agenda verde para la carbono neutralidad al 2050 y reducir sus emisiones a la mitad al 2030. Para ello ha categorizado ciertas actividades como sustentables o verdes. Su criterio se reconoce como el mejor estándar para las finanzas sustentables y las métricas ESG (medioambiental, social y de gobierno), impactando la inversión y operación empresarial.

Dada su relevancia, realizar cambios es muy sensible, pero ya comienzan a aparecer, a pesar de que la primera taxonomía fue publicada en junio de 2020. Entre los más relevantes está la inclusión del gas natural y la energía nuclear como energías verdes. “Es necesario reconocer que los gases fósiles y la energía nuclear pueden contribuir a descarbonizar la economía europea”, decía el memorándum que se filtró desde Bruselas.

Esta incorporación guarda relación con la actual crisis energética europea. El frío ha traído críticas y protestas contra las políticas verdes debido a fuertes alzas en las cuentas de electricidad y gas, presionadas por el dramático aumento del precio del gas natural y temores de racionamiento. Europa pasa por una situación precaria ya que, a diferencia de Estados Unidos, no es independiente energéticamente. Ha presionado a sus empresas para que reduzcan sus inversiones en combustibles fósiles y ciertos países han cerrado centrales nucleares, incrementando la necesidad de importación de energía. Dos tercios de su consumo de gas natural viene del extranjero y la mitad viene de Rusia (hace 10 años era un tercio).

Cuando Europa se percataba que sus reservas de gas estaban bajo niveles históricos, Putin movilizaba 100.000 tropas a la frontera con Ucrania. Gazprom, la gigante energética rusa, ha estado presionando para la energizar el polémico gaseoducto Nordstrom 2, que cruza el mar Báltico conectando directamente Rusia con Alemania, aumentando la dependencia germana justamente el año en que desmantelan sus últimas seis centrales nucleares. Una vez energizado Norstrom 2, varios países de Europa del Este -Ucrania incluida- perderán importantes comisiones y relevancia geopolítica al hacer redundantes sus gaseoductos por los que actualmente pasa gran parte del gas ruso a Europa.

Hace unos días, la Agencia Internacional de Energía acusó a Rusia de haber creado una crisis energética para jugar sus cartas geopolíticas. Sin duda, Putin rebalanceó el tablero geopolítico a su favor al exigir a Estados Unidos y la OTAN un repliegue en Europa del Este.

Fuente: Pulso, Lunes 17 de Enero de 2022

PULSO – El gas natural, hidrocarburo extraído junto al petróleo y el carbón, sería verde, ecológico y sustentable según un reporte de la Comisión Europea que redefiniría la taxonomía de su Plan de Acción para Crecimiento Sustentable. En Bruselas se dan discusiones extravagantes, pero ésta, por paradójica que sea, es bastante razonable.

En 2018, Europa lanzó su agenda verde para la carbono neutralidad al 2050 y reducir sus emisiones a la mitad al 2030. Para ello ha categorizado ciertas actividades como sustentables o verdes. Su criterio se reconoce como el mejor estándar para las finanzas sustentables y las métricas ESG (medioambiental, social y de gobierno), impactando la inversión y operación empresarial.

Dada su relevancia, realizar cambios es muy sensible, pero ya comienzan a aparecer, a pesar de que la primera taxonomía fue publicada en junio de 2020. Entre los más relevantes está la inclusión del gas natural y la energía nuclear como energías verdes. “Es necesario reconocer que los gases fósiles y la energía nuclear pueden contribuir a descarbonizar la economía europea”, decía el memorándum que se filtró desde Bruselas.

Esta incorporación guarda relación con la actual crisis energética europea. El frío ha traído críticas y protestas contra las políticas verdes debido a fuertes alzas en las cuentas de electricidad y gas, presionadas por el dramático aumento del precio del gas natural y temores de racionamiento. Europa pasa por una situación precaria ya que, a diferencia de Estados Unidos, no es independiente energéticamente. Ha presionado a sus empresas para que reduzcan sus inversiones en combustibles fósiles y ciertos países han cerrado centrales nucleares, incrementando la necesidad de importación de energía. Dos tercios de su consumo de gas natural viene del extranjero y la mitad viene de Rusia (hace 10 años era un tercio).

Cuando Europa se percataba que sus reservas de gas estaban bajo niveles históricos, Putin movilizaba 100.000 tropas a la frontera con Ucrania. Gazprom, la gigante energética rusa, ha estado presionando para la energizar el polémico gaseoducto Nordstrom 2, que cruza el mar Báltico conectando directamente Rusia con Alemania, aumentando la dependencia germana justamente el año en que desmantelan sus últimas seis centrales nucleares. Una vez energizado Norstrom 2, varios países de Europa del Este -Ucrania incluida- perderán importantes comisiones y relevancia geopolítica al hacer redundantes sus gaseoductos por los que actualmente pasa gran parte del gas ruso a Europa.

Hace unos días, la Agencia Internacional de Energía acusó a Rusia de haber creado una crisis energética para jugar sus cartas geopolíticas. Sin duda, Putin rebalanceó el tablero geopolítico a su favor al exigir a Estados Unidos y la OTAN un repliegue en Europa del Este.

Fuente: Pulso, Lunes 17 de Enero de 2022

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