Martes, Diciembre 3, 2024

Transantiago pasará de siete a 18 operadores en cinco años

LA TERCERA – El servicio de transporte público de superficie de Santiago vivirá su principal cambio, a 11 años de la puesta en marcha del Transantiago. Ello, pues a partir de octubre comenzarán a vencer los contratos de las empresas a cargo de operar las vías , por lo que desde el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones ya preparan las bases de licitación. Todo, de cara a las cuatro unidades de negocio que caducarán antes de 2019 y que representan el 50% del servicio.

Así, este martes se publicaron los contenidos esenciales que detallan las principales características que se espera dar al servicio.

Con este anuncio, el gobierno pretende dar vuelta la página, luego de la frustrada licitación que se preparó durante la administración de la expresidenta Michelle Bachelet, que tuvo un duro tropiezo en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, siendo finalmente declarada desierta por las nuevas autoridades, que la tildaron de “dañina”.

“Hemos aprendido mucho de los últimos años de Transantiago. Lo pasado, pasó, nos ha dejado una enseñanza, y ella esperamos que sea acogida en el nuevo diseño”, indicó la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.

Entre las principales novedades se encuentra el aumento de los operadores. A noviembre de 2019 se habrá concretado el término contractual con las empresas Alsacia, Express, Redbus y Stp. Frente a esto, la nueva licitación busca aumentar de cuatro a 10 estas unidades de negocios.

De las descritas, el caso más complicado es el de Alsacia, empresa de capitales colombianos, cuyo contrato vence el 22 de octubre próximo. Dada la imposibilidad de tener culminado el proceso de licitación en ese período, desde el gobierno se optó por culminar la relación con la compañía y transferir sus servicios a cinco operadores.

En tanto, en 2022 se producirá el término del convenio con las restantes tres compañías, Metbus, Vule y Subus. Y estas también serían aumentadas, dado que desde la cartera se estudia pasarlas de tres a ocho o, incluso, a 10 las firmas encargadas.

Con esto, Transantiago pasaría de siete a al menos 18 operadores en cinco años.

Operadores y proveedores

En la actualidad, los operadores de vías están a cargo de proveer de buses y terminales al sistema, carga que ha sido considerada una barrera de entrada para dar competencia. Y a esto apuntan las principales variantes de la propuesta del Ejecutivo, toda vez que será el Estado el encargado de facilitar los depósitos.

Para ello, ya se solicitó al Serviu la expropiación de 14 recintos pertenecientes a Alsacia, Express y STP.

Con relación a los buses, la nueva licitación incluye separar a operadores de vías con los proveedores de buses. Así, habrá licitaciones que caminarán por rutas paralelas, aunque no habrá impedimento para que las empresas postulen a ambos procesos.

Transportes informó que habrá dos proveedores de flota por tecnología, combustión lenta y eléctrica, las que tendrán una duración vinculada a la vida útil de cada tipo de máquina. Es decir, 10 años para los vehículos diésel y 14 para los eléctricos.

De acuerdo a la ministra Hutt, la separación entre operadores y proveedores permitirá “trabajar con unidades de menor tamaño y con contratos de menor duración”. En este sentido, enfatizó que ello permitirá que “el operador que no cumpla con los niveles de servicio establecidos podrá ser reemplazado con mayor facilidad que bajo las condiciones actuales”.

Además, se resolvió acortar la duración de los contratos con los operadores, los que pasarán de 10 a cinco años, prorrogables por un mismo período, dependiendo de la evaluación.

Este aspecto también fue destacado por Franco Basso, ingeniero industrial de la Universidad Diego Portales (UDP), para quien “las noticias que se entregan en las bases de licitación son buenas”. “Se consideran empresas de menor tamaño y se pasa a cinco años en los contratos, lo que permite evaluar de manera más continua a los operadores, para así cambiarlos más rápido en los casos en que no cumplan con los estándares que requiera el sistema”, señaló Basso.

No obstante, para Genaro Cuadros, director del Observatorio de Movilidad Urbana de Santiago de la UDP, el tamaño de las empresas es una variable relevante, aunque hay que evaluar la disposición de las empresas por colaborar. “En la licitación anterior eran más o menos las mismas. Eso apela a la concentración más que a la diversificación de ofertas”, detalló Cuadros.

Estándar buses

El estándar mínimo de los buses es otro aspecto que pretende tener protagonismo en el nuevo sistema. Es así como entre las exigencias para las máquinas se contempla que todas posean aire acondicionado, red Wi Fi y conectores de carga USB.

Además, el piso bajo de los vehículos será obligatorio con el objetivo de permitir acceso universal al servicio. Ante ello, la autoridad anunció el final de los torniquetes en las máquinas como vía de combate a la evasión.

Y con miras a fortalecer el combate contra quienes no pagan su pasaje, casi el 25% de los usuarios, el gobierno insistirá en paraderos con zonas pagas.

“Este proceso se queda un poco al debe respecto de cómo se afrontará la evasión. El 25% actual no permite en el largo plazo mantener sanidad en el sistema en términos financieros”, puntualizó Franco Basso.

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Fuente: La Tercera, Martes 11 de septiembre de 2018

LA TERCERA – El servicio de transporte público de superficie de Santiago vivirá su principal cambio, a 11 años de la puesta en marcha del Transantiago. Ello, pues a partir de octubre comenzarán a vencer los contratos de las empresas a cargo de operar las vías , por lo que desde el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones ya preparan las bases de licitación. Todo, de cara a las cuatro unidades de negocio que caducarán antes de 2019 y que representan el 50% del servicio.

Así, este martes se publicaron los contenidos esenciales que detallan las principales características que se espera dar al servicio.

Con este anuncio, el gobierno pretende dar vuelta la página, luego de la frustrada licitación que se preparó durante la administración de la expresidenta Michelle Bachelet, que tuvo un duro tropiezo en el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, siendo finalmente declarada desierta por las nuevas autoridades, que la tildaron de “dañina”.

“Hemos aprendido mucho de los últimos años de Transantiago. Lo pasado, pasó, nos ha dejado una enseñanza, y ella esperamos que sea acogida en el nuevo diseño”, indicó la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt.

Entre las principales novedades se encuentra el aumento de los operadores. A noviembre de 2019 se habrá concretado el término contractual con las empresas Alsacia, Express, Redbus y Stp. Frente a esto, la nueva licitación busca aumentar de cuatro a 10 estas unidades de negocios.

De las descritas, el caso más complicado es el de Alsacia, empresa de capitales colombianos, cuyo contrato vence el 22 de octubre próximo. Dada la imposibilidad de tener culminado el proceso de licitación en ese período, desde el gobierno se optó por culminar la relación con la compañía y transferir sus servicios a cinco operadores.

En tanto, en 2022 se producirá el término del convenio con las restantes tres compañías, Metbus, Vule y Subus. Y estas también serían aumentadas, dado que desde la cartera se estudia pasarlas de tres a ocho o, incluso, a 10 las firmas encargadas.

Con esto, Transantiago pasaría de siete a al menos 18 operadores en cinco años.

Operadores y proveedores

En la actualidad, los operadores de vías están a cargo de proveer de buses y terminales al sistema, carga que ha sido considerada una barrera de entrada para dar competencia. Y a esto apuntan las principales variantes de la propuesta del Ejecutivo, toda vez que será el Estado el encargado de facilitar los depósitos.

Para ello, ya se solicitó al Serviu la expropiación de 14 recintos pertenecientes a Alsacia, Express y STP.

Con relación a los buses, la nueva licitación incluye separar a operadores de vías con los proveedores de buses. Así, habrá licitaciones que caminarán por rutas paralelas, aunque no habrá impedimento para que las empresas postulen a ambos procesos.

Transportes informó que habrá dos proveedores de flota por tecnología, combustión lenta y eléctrica, las que tendrán una duración vinculada a la vida útil de cada tipo de máquina. Es decir, 10 años para los vehículos diésel y 14 para los eléctricos.

De acuerdo a la ministra Hutt, la separación entre operadores y proveedores permitirá “trabajar con unidades de menor tamaño y con contratos de menor duración”. En este sentido, enfatizó que ello permitirá que “el operador que no cumpla con los niveles de servicio establecidos podrá ser reemplazado con mayor facilidad que bajo las condiciones actuales”.

Además, se resolvió acortar la duración de los contratos con los operadores, los que pasarán de 10 a cinco años, prorrogables por un mismo período, dependiendo de la evaluación.

Este aspecto también fue destacado por Franco Basso, ingeniero industrial de la Universidad Diego Portales (UDP), para quien “las noticias que se entregan en las bases de licitación son buenas”. “Se consideran empresas de menor tamaño y se pasa a cinco años en los contratos, lo que permite evaluar de manera más continua a los operadores, para así cambiarlos más rápido en los casos en que no cumplan con los estándares que requiera el sistema”, señaló Basso.

No obstante, para Genaro Cuadros, director del Observatorio de Movilidad Urbana de Santiago de la UDP, el tamaño de las empresas es una variable relevante, aunque hay que evaluar la disposición de las empresas por colaborar. “En la licitación anterior eran más o menos las mismas. Eso apela a la concentración más que a la diversificación de ofertas”, detalló Cuadros.

Estándar buses

El estándar mínimo de los buses es otro aspecto que pretende tener protagonismo en el nuevo sistema. Es así como entre las exigencias para las máquinas se contempla que todas posean aire acondicionado, red Wi Fi y conectores de carga USB.

Además, el piso bajo de los vehículos será obligatorio con el objetivo de permitir acceso universal al servicio. Ante ello, la autoridad anunció el final de los torniquetes en las máquinas como vía de combate a la evasión.

Y con miras a fortalecer el combate contra quienes no pagan su pasaje, casi el 25% de los usuarios, el gobierno insistirá en paraderos con zonas pagas.

“Este proceso se queda un poco al debe respecto de cómo se afrontará la evasión. El 25% actual no permite en el largo plazo mantener sanidad en el sistema en términos financieros”, puntualizó Franco Basso.

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Fuente: La Tercera, Martes 11 de septiembre de 2018

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