Sábado, Diciembre 7, 2024

Sustentabilidad del tren de carga en el “Día de la Tierra”, por Juan Pablo Bowen

DIARIO CONCEPCIÓN – No es fácil ver el vaso medio lleno entre todas las calamidades que ha generado la pandemia por coronavirus. Sin embargo, entre el temor, sufrimiento e incertidumbre que nos ha traído el covid-19, hay voces a nivel regional, nacional y mundial que han levantado la mano para hacer notar la limpieza de nuestros cielos, dado el encierro al que nos hemos visto obligadas las personas y -con ellonuestros vehículos motorizados.
Las opiniones más radicales, incluso han apuntado a que es un llamado de atención del propio planeta, para disminuir drásticamente el estrés medioambiental y las emisiones a las que lo somete la humanidad hace décadas.
Y así el panorama, sin duda que hoy estamos ante un “Día de la Tierra” muy distinto, que quizás recordaremos como único en nuestras vidas, ya que existe un sentir generalizado que una de las lecciones que aprenderemos de esta pandemia es que podemos vivir igual de bien con mucho menos daño a la naturaleza, lo que en la última línea significa menor impacto de todo tipo hacia nuestro planeta.
Pero más allá de avanzar en disminuir significativamente la contaminación, que quizás es lo primero que se viene a la mente cuando nos preguntamos por la impronta que debe tener el “Día de la Tierra”, la consigna que debería destacarse es a que nuestras vidas y nuestras actividades apunten decididamente a la sustentabilidad. De hecho, este hito se instauró en 1970 para crear conciencia sobre los problemas de la sobrepoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales y ecológicas.
Y es ahí donde el ferrocarril de carga dice presente, gracias a sus atributos, ventajas y fortalezas. Las cifras lo señalan claramente: cuando se le compara con el transporte de carga por carretera, el ferrocarril exhibe la cuarta parte de las emisiones de CO2 por tonelada movilizada, si, leyó bien, si en un tramo por carretera se queman cuatro litros de petróleo por tonelada, por tren se consume solamente uno. Además, como un convoy ferroviario equivale a la carga que movilizan aproximadamente 80 camiones, contribuye notablemente a descongestionar las carreteras y las calles de las ciudades, pues circula con mucho menos frecuencia y en vías segregadas.
El tren de carga se debe proyectar hacia el futuro como una alternativa de transporte sustentable y competitiva, enfocado en dar un servicio confiable y de calidad a la industria productiva y exportadora, potenciando los beneficios de este modo para el entorno ambiental y social en el cual se inserta.
Ver artículo
Fuente: Diario Concepción, Miércoles 22 de Abril 2020

DIARIO CONCEPCIÓN – No es fácil ver el vaso medio lleno entre todas las calamidades que ha generado la pandemia por coronavirus. Sin embargo, entre el temor, sufrimiento e incertidumbre que nos ha traído el covid-19, hay voces a nivel regional, nacional y mundial que han levantado la mano para hacer notar la limpieza de nuestros cielos, dado el encierro al que nos hemos visto obligadas las personas y -con ellonuestros vehículos motorizados.
Las opiniones más radicales, incluso han apuntado a que es un llamado de atención del propio planeta, para disminuir drásticamente el estrés medioambiental y las emisiones a las que lo somete la humanidad hace décadas.
Y así el panorama, sin duda que hoy estamos ante un “Día de la Tierra” muy distinto, que quizás recordaremos como único en nuestras vidas, ya que existe un sentir generalizado que una de las lecciones que aprenderemos de esta pandemia es que podemos vivir igual de bien con mucho menos daño a la naturaleza, lo que en la última línea significa menor impacto de todo tipo hacia nuestro planeta.
Pero más allá de avanzar en disminuir significativamente la contaminación, que quizás es lo primero que se viene a la mente cuando nos preguntamos por la impronta que debe tener el “Día de la Tierra”, la consigna que debería destacarse es a que nuestras vidas y nuestras actividades apunten decididamente a la sustentabilidad. De hecho, este hito se instauró en 1970 para crear conciencia sobre los problemas de la sobrepoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales y ecológicas.
Y es ahí donde el ferrocarril de carga dice presente, gracias a sus atributos, ventajas y fortalezas. Las cifras lo señalan claramente: cuando se le compara con el transporte de carga por carretera, el ferrocarril exhibe la cuarta parte de las emisiones de CO2 por tonelada movilizada, si, leyó bien, si en un tramo por carretera se queman cuatro litros de petróleo por tonelada, por tren se consume solamente uno. Además, como un convoy ferroviario equivale a la carga que movilizan aproximadamente 80 camiones, contribuye notablemente a descongestionar las carreteras y las calles de las ciudades, pues circula con mucho menos frecuencia y en vías segregadas.
El tren de carga se debe proyectar hacia el futuro como una alternativa de transporte sustentable y competitiva, enfocado en dar un servicio confiable y de calidad a la industria productiva y exportadora, potenciando los beneficios de este modo para el entorno ambiental y social en el cual se inserta.
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Fuente: Diario Concepción, Miércoles 22 de Abril 2020

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