Jueves, Abril 25, 2024

Retraso en línea de transmisión

EL MERCURIO – La empresa InterChile, que construye y operará la línea de transmisión Cardones-Polpaico, ha informado que la puesta en servicio del proyecto se postergará hasta junio. Esta iniciativa es vital para poder transmitir la electricidad generada por las plantas de energías renovables no convenciones (ERNC) del norte hacia el centro del país. El retraso, de acuerdo con la empresa, se debe a las dificultades para instalar las últimas ocho de más de 1.700 torres que tiene el proyecto. La firma enfrenta, además, cargos formulados por la Superintendencia del Medio Ambiente, por no haber sido suficientemente cuidadosa y generar ruido eléctrico por sobre la norma, lo que constituiría una infracción grave.
No obstante este último problema, que -de ser efectivo- refleja descuido en el cumplimiento de sus obligaciones ambientales, la línea ha enfrentado dificultades que van más allá de lo común. No se debe olvidar que se trata de un proyecto con importantes efectos positivos para el medio ambiente, pues, al permitir el pleno aprovechamiento de la energía producida en el norte por plantas solares y eólicas, se reduce la necesidad de operar centrales termoeléctricas -que producen gases de efecto invernadero- en el resto del país. Debido al retraso, el año pasado se perdieron 500 GWh de energía limpia, que debieron ser desechados porque no fue posible enviarlos al resto del país, donde existía demanda que debió ser satisfecha con la operación de centrales que no son ambientalmente amigables.
Este último retraso se debe al conflicto con un grupo de comuneros que -según la empresa- ha impedido el acceso a la servidumbre y amenaza a sus trabajadores. La comunidad, a su vez, ha denunciado judicialmente la construcción de obra nueva fuera de los márgenes de la servidumbre. Existe también un conflicto económico, donde los comuneros rechazan el valor fijado por la comisión tasadora, de $740 millones. Según la empresa, estarían demandando una suma cercana a los $1.800 millones, y además no hay acuerdo respecto de las inversiones compensatorias que se concretarían.
InterChile, que enfrenta el posible cobro de boletas de garantía, está construyendo una defensa ante esta posibilidad. Ha presentado, así, querellas contra las personas a las que sindica como responsables de obstruir violentamente su trabajo e incluso ha recurrido contra Carabineros, institución a la que formula la gravísima acusación de no haber hecho cumplir la ley protegiendo la construcción y garantizando el acceso a la servidumbre.
En 2016, la Ley Eléctrica fue modificada, de manera que proyectos posteriores a esa fecha serán construidos en franjas definidas por la autoridad (y no por la empresa concesionaria), considerando las características sociales y ambientales de esos lugares, individualizando a propietarios de terrenos, aspectos críticos y costos del proyecto en cada franja alternativa. Así, todas las empresas que aspiren a construir una línea podrán competir en un pie más igualitario. No es claro que esto realmente reduzca riesgos como los que ha enfrentado este proyecto, pero es el esquema utilizado en países desarrollados.
En cualquier caso, el retraso en la entrada en operación de una línea como Cardones-Polpaico, que permitirá un mayor acceso a las energías limpias, no es una buena noticia para el país.
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Fuente: El Mercurio, lunes 25 de febrero de 2019

EL MERCURIO – La empresa InterChile, que construye y operará la línea de transmisión Cardones-Polpaico, ha informado que la puesta en servicio del proyecto se postergará hasta junio. Esta iniciativa es vital para poder transmitir la electricidad generada por las plantas de energías renovables no convenciones (ERNC) del norte hacia el centro del país. El retraso, de acuerdo con la empresa, se debe a las dificultades para instalar las últimas ocho de más de 1.700 torres que tiene el proyecto. La firma enfrenta, además, cargos formulados por la Superintendencia del Medio Ambiente, por no haber sido suficientemente cuidadosa y generar ruido eléctrico por sobre la norma, lo que constituiría una infracción grave.
No obstante este último problema, que -de ser efectivo- refleja descuido en el cumplimiento de sus obligaciones ambientales, la línea ha enfrentado dificultades que van más allá de lo común. No se debe olvidar que se trata de un proyecto con importantes efectos positivos para el medio ambiente, pues, al permitir el pleno aprovechamiento de la energía producida en el norte por plantas solares y eólicas, se reduce la necesidad de operar centrales termoeléctricas -que producen gases de efecto invernadero- en el resto del país. Debido al retraso, el año pasado se perdieron 500 GWh de energía limpia, que debieron ser desechados porque no fue posible enviarlos al resto del país, donde existía demanda que debió ser satisfecha con la operación de centrales que no son ambientalmente amigables.
Este último retraso se debe al conflicto con un grupo de comuneros que -según la empresa- ha impedido el acceso a la servidumbre y amenaza a sus trabajadores. La comunidad, a su vez, ha denunciado judicialmente la construcción de obra nueva fuera de los márgenes de la servidumbre. Existe también un conflicto económico, donde los comuneros rechazan el valor fijado por la comisión tasadora, de $740 millones. Según la empresa, estarían demandando una suma cercana a los $1.800 millones, y además no hay acuerdo respecto de las inversiones compensatorias que se concretarían.
InterChile, que enfrenta el posible cobro de boletas de garantía, está construyendo una defensa ante esta posibilidad. Ha presentado, así, querellas contra las personas a las que sindica como responsables de obstruir violentamente su trabajo e incluso ha recurrido contra Carabineros, institución a la que formula la gravísima acusación de no haber hecho cumplir la ley protegiendo la construcción y garantizando el acceso a la servidumbre.
En 2016, la Ley Eléctrica fue modificada, de manera que proyectos posteriores a esa fecha serán construidos en franjas definidas por la autoridad (y no por la empresa concesionaria), considerando las características sociales y ambientales de esos lugares, individualizando a propietarios de terrenos, aspectos críticos y costos del proyecto en cada franja alternativa. Así, todas las empresas que aspiren a construir una línea podrán competir en un pie más igualitario. No es claro que esto realmente reduzca riesgos como los que ha enfrentado este proyecto, pero es el esquema utilizado en países desarrollados.
En cualquier caso, el retraso en la entrada en operación de una línea como Cardones-Polpaico, que permitirá un mayor acceso a las energías limpias, no es una buena noticia para el país.
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Fuente: El Mercurio, lunes 25 de febrero de 2019

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