Sábado, Abril 20, 2024

Pugna frena proyecto de bus de Transantiago al aeropuerto

EL MERCURIO – Aunque el Gobierno había anunciado su estreno con motivo de la visita del Papa Francisco a Chile, finalmente no funcionó el servicio del Transantiago que iba a unir la capital con el aeropuerto Arturo Merino Benítez.

La idea era que el recorrido 555 de Metbus trasladara a quienes quisieran ir a recibir al Pontífice, abriendo una nueva alternativa de acceso al terminal aéreo, que vive una alta saturación vial en medio de la temporada alta de turismo.

Sin embargo, el servicio que funcionaría con una frecuencia de 20 minutos aún no tiene una fecha clara de estreno. ¿El motivo? Una pugna entre los ministerios de Transportes y de Obras Públicas, los mismos que ya habían comprometido el recorrido en 2014, apenas iniciada la actual administración.

La principal traba dice relación con la zona donde se detendrían los buses: mientras Transantiago solicitó hacerlo en un paradero ubicado en la calle de salida del terminal, a solo 100 metros del edificio principal, la Coordinación de Concesiones de Obras Públicas ha solicitado que sea cerca del estacionamiento Pehuén, en la salida del recinto aeroportuario y a casi un kilómetro del terminal.

“Estamos trabajando con Concesiones y haciendo distintos análisis para determinar la mejor ubicación y compatibilizar todos los elementos que están al interior del terminal, como seguridad, cercanía y comodidad de los usuarios. Eso implica llegar lo más cerca del terminal. Estamos buscando lograr una solución técnica y hemos contado con la colaboración del concesionario del aeropuerto”, explica Guillermo Muñoz, director de Transporte Público Metropolitano.

Contrato exclusivo

Otra dificultad dice relación con que las empresas de transportes Centropuerto y Turbus tienen contratos vigentes con Nuevo Pudahuel, concesionario del terminal aéreo. Ese vínculo establece un recorrido exclusivo y coordinado entre ellas cada media hora. Los ingresos son compartidos por las empresas y Nuevo Pudahuel, por lo que la eventual llegada de un recorrido del Transantiago genera aprensiones sobre una merma en sus ingresos.

Además, se teme que la llegada del transporte público fomente servicios ilegales y acentúe la congestión en las calles de ingreso.

Por otra parte, el contrato de concesión entre el MOP y Nuevo Pudahuel establece que esta debe construir un centro de transporte para buses en el surponiente del recinto.

Pese a este escenario, el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, cree que el servicio estará listo entre fines de febrero e inicios de marzo: “Este pequeño retraso de un par de semanas se debe a que es bueno hacerlo bien técnicamente, de manera tal de compatibilizar, por un lado, que sea útil para los pasajeros que usan el transporte público y, por otro, que no afecte el desarrollo de la obra ni la seguridad de los pasajeros”.

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Fuente: El Mercurio, Jueves 1 de febrero de 2018

EL MERCURIO – Aunque el Gobierno había anunciado su estreno con motivo de la visita del Papa Francisco a Chile, finalmente no funcionó el servicio del Transantiago que iba a unir la capital con el aeropuerto Arturo Merino Benítez.

La idea era que el recorrido 555 de Metbus trasladara a quienes quisieran ir a recibir al Pontífice, abriendo una nueva alternativa de acceso al terminal aéreo, que vive una alta saturación vial en medio de la temporada alta de turismo.

Sin embargo, el servicio que funcionaría con una frecuencia de 20 minutos aún no tiene una fecha clara de estreno. ¿El motivo? Una pugna entre los ministerios de Transportes y de Obras Públicas, los mismos que ya habían comprometido el recorrido en 2014, apenas iniciada la actual administración.

La principal traba dice relación con la zona donde se detendrían los buses: mientras Transantiago solicitó hacerlo en un paradero ubicado en la calle de salida del terminal, a solo 100 metros del edificio principal, la Coordinación de Concesiones de Obras Públicas ha solicitado que sea cerca del estacionamiento Pehuén, en la salida del recinto aeroportuario y a casi un kilómetro del terminal.

“Estamos trabajando con Concesiones y haciendo distintos análisis para determinar la mejor ubicación y compatibilizar todos los elementos que están al interior del terminal, como seguridad, cercanía y comodidad de los usuarios. Eso implica llegar lo más cerca del terminal. Estamos buscando lograr una solución técnica y hemos contado con la colaboración del concesionario del aeropuerto”, explica Guillermo Muñoz, director de Transporte Público Metropolitano.

Contrato exclusivo

Otra dificultad dice relación con que las empresas de transportes Centropuerto y Turbus tienen contratos vigentes con Nuevo Pudahuel, concesionario del terminal aéreo. Ese vínculo establece un recorrido exclusivo y coordinado entre ellas cada media hora. Los ingresos son compartidos por las empresas y Nuevo Pudahuel, por lo que la eventual llegada de un recorrido del Transantiago genera aprensiones sobre una merma en sus ingresos.

Además, se teme que la llegada del transporte público fomente servicios ilegales y acentúe la congestión en las calles de ingreso.

Por otra parte, el contrato de concesión entre el MOP y Nuevo Pudahuel establece que esta debe construir un centro de transporte para buses en el surponiente del recinto.

Pese a este escenario, el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, cree que el servicio estará listo entre fines de febrero e inicios de marzo: “Este pequeño retraso de un par de semanas se debe a que es bueno hacerlo bien técnicamente, de manera tal de compatibilizar, por un lado, que sea útil para los pasajeros que usan el transporte público y, por otro, que no afecte el desarrollo de la obra ni la seguridad de los pasajeros”.

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Fuente: El Mercurio, Jueves 1 de febrero de 2018

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