EL MOSTRADOR – En su séptimo informe, el Consejo de Políticas de Infraestructura encendió alertas sobre la inversión pública. Primero, constató que se encuentra bajo los niveles deseables para una economía como la nuestra. Segundo, advirtió que ha tendido a ser procíclica: disminuye en tiempos de crisis y cuando caen los ingresos fiscales, lo que va contra de la recomendación técnica de aplicar una política contracíclica que impulse la economía en momentos difíciles.
Como ejemplo de lo anterior, durante la pandemia, la participación del MOP en el PIB fue un 20% menor a su promedio histórico. La inversión en infraestructura pública no puede estar sujeta a los vaivenes del ciclo económico: debe planificarse a largo plazo y cumplir su rol como motor de desarrollo.
El MOP tiene un papel clave en el presupuesto nacional, representando el 72% de la inversión directa del Estado. A estos recursos se suman las obras públicas concesionadas que, desde el retorno a la democracia, han mejorado radicalmente nuestra infraestructura, elevando su estándar y cobertura. Atrás quedó el país con conectividad territorial limitada, bajo tratamiento de sus aguas servidas y un marcado déficit en su cobertura aeroportuaria.
Como aún persisten brechas en los servicios de infraestructura, así como nuevas necesidades propias del desarrollo, estamos impulsando la licitación de 15 proyectos bajo la modalidad de concesiones. Por un total de US$ 7.900 millones, constituye un desafío sin precedentes para el MOP. Esta cartera incluye inversiones en autopistas, aeropuertos, recintos penitenciarios, teleféricos, trenes, plantas desaladoras y más. Las concesiones han sido clave para liberar recursos que nos permiten fortalecer la infraestructura pública en otros ámbitos.
Durante nuestro Gobierno, el MOP ha desplegado toda su capacidad institucional para alcanzar niveles históricos de inversión. Cada año ejecutamos $ 3 billones en inversión pública vía Ley de Presupuestos. Este año, el Congreso aprobó un monto de $ 3.8 billones, una fuerte señal de confianza en nuestra labor, a la que vamos a responder.
A esto se suman los flujos anuales de las inversiones para concesiones actualmente en ejecución. La Corporación de Bienes de Capital estima que en 2025 alcanzará los US$ 1.200 millones, y proyecta que esta cifra seguirá creciendo en los próximos cinco años, llegando a US$ 3.000 millones en 2029. Al estar desvinculados de la contingencia política, los proyectos de inversión responden a decisiones de largo plazo, que son precisamente lo que el país necesita.
En total, sumando la inversión pública financiada a través del presupuesto nacional y concesiones, los proyectos del MOP movilizarán cerca de $ 5 billones este año, lo que representa aproximadamente el 1.4% del PIB. Vamos a acelerar este impulso. El país lo necesita y trabajaremos para estar a la altura.
Fuente: El Mostrador, Jueves 26 de Junio de 2025