Viernes, Marzo 29, 2024

La dignidad de Baquedano, por Pablo Allard

LA TERCERA – Más allá de las pasiones que ha despertado, la decisión de remover la estatua del general Baquedano para restaurarla parece razonable. Protegiéndola de grupos antisistémicos que, aprovechando la empatía original del movimiento social, excusándose en la rabia acumulada contra Carabineros por abusos a DD.HH., y con la complicidad de la izquierda radical y el narco, aterrorizan nuestros centros urbanos todos los viernes.

Sin duda, la Plaza Baquedano es un espacio de gran valor simbólico para quienes se identifican con un hecho histórico como la marcha de los 2 millones de octubre del 2019, canalizado democráticamente por el plebiscito y nueva Constitución. Pero es muy precipitado pretender apropiarse, cambiarle el nombre o eliminar definitivamente monumentos tan valiosos como el del general Baquedano y el Soldado Desconocido.

Hace 100 años el lugar pasó a llamarse Plaza Baquedano, pero en el inconsciente colectivo de muchos sigue siendo Plaza Italia. Lo mismo pasará con Baquedano o Dignidad, ya que la ciudad es un “palimpsesto” de capas físicas de historia que se superponen constantemente. Este siempre ha sido espacio de conmemoración, celebración y movilización: desde eventos tan diversos como el Miss Universo de Cecilia Bolocco, el triunfo del No y retorno a la democracia, la Copa Libertadores de Colo-Colo, y ahora el estallido social. Y lo seguirá siendo para otros momentos, eventualmente más importantes que el actual, ya que la vocación de Plaza Baquedano es y será la de principal plataforma de conmemoración urbana y movilización social en Chile. Su actual estructura espacial está obsoleta y dañada severamente por los violentistas, por lo que requiere un rediseño y recuperación que va más allá de remover o relocalizar al general Baquedano, quien ha resistido con una dignidad estoica vejámenes jamás imaginados.

Desde el urbanismo ya existe una solución, el proyecto ganador del concurso internacional Nueva Alameda Providencia, desarrollado por los arquitectos Lyon, Bosch y Martic. Proyecto que elimina la rotonda, mejorando la movilidad y transporte público, y que además consideró instancias de participación ciudadana sin precedentes. Pese al congelamiento del proyecto, la propuesta del equipo sigue vigente, y permitiría generar una explanada de eventos que no entre en conflicto con el monumento a Baquedano, reconectando los tres parques y ampliando los espacios peatonales y de movilidad activa. Incluso ha trascendido que proponen un memorial de octubre de 2019 que podría ser llamado a concurso.

Es lamentable que a un año y medio del estallido todavía no se establezca el orden público en el sector, se han perdido meses valiosísimos de cuarentenas donde se habrían podido ejecutar las obras. Por lo que hacemos un llamado a las autoridades para actuar con vigor en reestablecer el orden público, y también el orden urbano, de manera de devolverle la dignidad a la Plaza Baquedano.

Fuente: La Tercera, Jueves 11 de Marzo de 2021

LA TERCERA – Más allá de las pasiones que ha despertado, la decisión de remover la estatua del general Baquedano para restaurarla parece razonable. Protegiéndola de grupos antisistémicos que, aprovechando la empatía original del movimiento social, excusándose en la rabia acumulada contra Carabineros por abusos a DD.HH., y con la complicidad de la izquierda radical y el narco, aterrorizan nuestros centros urbanos todos los viernes.

Sin duda, la Plaza Baquedano es un espacio de gran valor simbólico para quienes se identifican con un hecho histórico como la marcha de los 2 millones de octubre del 2019, canalizado democráticamente por el plebiscito y nueva Constitución. Pero es muy precipitado pretender apropiarse, cambiarle el nombre o eliminar definitivamente monumentos tan valiosos como el del general Baquedano y el Soldado Desconocido.

Hace 100 años el lugar pasó a llamarse Plaza Baquedano, pero en el inconsciente colectivo de muchos sigue siendo Plaza Italia. Lo mismo pasará con Baquedano o Dignidad, ya que la ciudad es un “palimpsesto” de capas físicas de historia que se superponen constantemente. Este siempre ha sido espacio de conmemoración, celebración y movilización: desde eventos tan diversos como el Miss Universo de Cecilia Bolocco, el triunfo del No y retorno a la democracia, la Copa Libertadores de Colo-Colo, y ahora el estallido social. Y lo seguirá siendo para otros momentos, eventualmente más importantes que el actual, ya que la vocación de Plaza Baquedano es y será la de principal plataforma de conmemoración urbana y movilización social en Chile. Su actual estructura espacial está obsoleta y dañada severamente por los violentistas, por lo que requiere un rediseño y recuperación que va más allá de remover o relocalizar al general Baquedano, quien ha resistido con una dignidad estoica vejámenes jamás imaginados.

Desde el urbanismo ya existe una solución, el proyecto ganador del concurso internacional Nueva Alameda Providencia, desarrollado por los arquitectos Lyon, Bosch y Martic. Proyecto que elimina la rotonda, mejorando la movilidad y transporte público, y que además consideró instancias de participación ciudadana sin precedentes. Pese al congelamiento del proyecto, la propuesta del equipo sigue vigente, y permitiría generar una explanada de eventos que no entre en conflicto con el monumento a Baquedano, reconectando los tres parques y ampliando los espacios peatonales y de movilidad activa. Incluso ha trascendido que proponen un memorial de octubre de 2019 que podría ser llamado a concurso.

Es lamentable que a un año y medio del estallido todavía no se establezca el orden público en el sector, se han perdido meses valiosísimos de cuarentenas donde se habrían podido ejecutar las obras. Por lo que hacemos un llamado a las autoridades para actuar con vigor en reestablecer el orden público, y también el orden urbano, de manera de devolverle la dignidad a la Plaza Baquedano.

Fuente: La Tercera, Jueves 11 de Marzo de 2021

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