Viernes, Abril 19, 2024

Jorge Rivas, superintendente de Servicios Sanitarios: “Hoy día hemos sido sobrepasados por el cambio climático”

DIARIO FINANCIERO – Las fuertes precipitaciones en la zona central a fines de enero pusieron en alerta a las sanitarias ante los efectos del cambio climático. El superintendente de Servicios Sanitarios (SISS), Jorge Rivas, asegura que se están realizando obras para contener la turbiedad de los ríos y la escasez hídrica en el país.

Recalca que el estándar que se le debe exigir a las empresas sanitarias debe ser mayor ante estas amenazas.

– Las lluvias de enero dieron cuenta de la importancia de contar con buena infraestructura sanitaria, ¿qué iniciativas se van a realizar este año?

– En Santiago se están construyendo los pozos Cerro Negro-Lo Mena, que van a permitir aumentar a 37 horas de autonomía de la ciudad, pero hay otra nueva infraestructura que nos va a permitir dar hasta las 48 horas y ese es un proyecto que ahora está en ingeniería. Este busca conectar aguas limpias que vienen del Embalse El Yeso con el sistema productivo de Aguas Andinas. Adicionalmente, en el sector oriente se están haciendo estanques de seguridad y la planta de agua potable Padre Hurtado está ampliando su capacidad. Son cerca de US$ 80 millones en este tipo de obras en la Región Metropolitana, entre 2021 y 2022. Iniciativas de este tipo se están replicando en otros lugares como Rancagua, Los Andes y el norte del país.

– En base a los planes de desarrollo de cada empresa, ¿cuánta fue la inversión en infraestructura sanitaria durante 2020?

– En 2019 fueron cerca de US$ 485 millones. Para 2020 todavía no tenemos la cifra exacta, pero estimamos que debería ser del orden de US$ 500 millones y probablemente en 2021 sea más.

– ¿A qué se debe el aumento?

– En los últimos 10 años el promedio de inversión del sector estaba entre US$ 350 millones y US$ 400 millones y la razón del aumento está a la vista: el cambio climático. En nuestra legislación no estaba recogido este tema. Lo que contemplan los planes de desarrollo son los compromisos de inversión de las sanitarias pensadas para un cierto nivel de seguridad, que es el que históricamente se ha hecho. Hoy día hemos sido sobrepasados por el cambio climático, es decir, que si siguiéramos exigiendo sólo el estándar que exigíamos habría fallas todo el tiempo.

– ¿Eso lleva a que los planes de desarrollo se vayan modificando?

– Exactamente. No es algo que se escribe en piedra y no se puede mover. Nosotros llevamos un año y medio sosteniendo reuniones periódicas con las empresas sanitarias para discutir qué estándar es el que vamos a poner en cada empresa y cada sistema. En 2019, que fue el peor año en términos de sequía, generó un cambio y fue la gota que rebalsó el vaso para el sector, en donde esto llegó para quedarse y tenemos que apurarnos. Ya negociamos con las sanitarias, que van a incorporar en sus planes todas estas obras que están comprometiendo. Varias de ellas ya están tarificadas, otras no.

– ¿Qué empresas tendrán procesos tarifarios pronto?

– Ahora tenemos que tarificar Aguas del Valle, en la Región de Coquimbo, que ha sido junto con la V Región y la Metropolitana, las tres más golpeadas con los efectos del cambio climático.

– En el Valle de Aconcagua, ¿que se está haciendo en el sector para asegurar el agua?

– La Región de Valparaíso fue la más crítica durante 2020 por lejos. Todo este sistema estuvo al borde de un racionamiento justamente por los problemas de sequía. Hemos tenido que instruir a Esval para que haga una cantidad de inversiones importantes. Se ejecutó una obra que fue salvadora que es la interconexión entre el Embalse Los Aromos con la planta de Concón. También se hizo un mejoramiento en la planta y también construyeron un montón de pozos. Todo eso no era suficiente, lo que se está ejecutando este 2021, que debería terminar en un par de meses más, es otra tubería que se llama Romeral, que está en el Río Aconcagua y que tiene el mismo propósito: evitar que el agua que va viajando por el Río Aconcagua se pierda infiltrándose entonces se va por el tubo. Una última obra que también va a terminar este año tiene que ver con esta tubería que va desde los Aromos a Concón que se va a hacer reversible. Todo este proyecto tiene una inversión de US $35 millones.

-En balance a nivel nacional, ¿la disponibilidad de agua está asegurada?

– Yo haría la distinción entre el mundo urbano y rural. En el urbano, la respuesta es un contundente sí, con algunas excepciones como Illapel, que hoy día es la ciudad con más riesgo y de a poco se ha ido destrabando. Hay otra concesión pequeña, que también está en Coquimbo, que es Totoralillo, no tiene agua permanente y en cualquier momento se puede volver a acabar. Se está trabajando para que llegue un nuevo operador y garantice el servicio. Son los únicos dos puntos que están con algún grado de riesgo.

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Fuente: Diario Financiero, Jueves 25 de Febrero de 2021

DIARIO FINANCIERO – Las fuertes precipitaciones en la zona central a fines de enero pusieron en alerta a las sanitarias ante los efectos del cambio climático. El superintendente de Servicios Sanitarios (SISS), Jorge Rivas, asegura que se están realizando obras para contener la turbiedad de los ríos y la escasez hídrica en el país.

Recalca que el estándar que se le debe exigir a las empresas sanitarias debe ser mayor ante estas amenazas.

– Las lluvias de enero dieron cuenta de la importancia de contar con buena infraestructura sanitaria, ¿qué iniciativas se van a realizar este año?

– En Santiago se están construyendo los pozos Cerro Negro-Lo Mena, que van a permitir aumentar a 37 horas de autonomía de la ciudad, pero hay otra nueva infraestructura que nos va a permitir dar hasta las 48 horas y ese es un proyecto que ahora está en ingeniería. Este busca conectar aguas limpias que vienen del Embalse El Yeso con el sistema productivo de Aguas Andinas. Adicionalmente, en el sector oriente se están haciendo estanques de seguridad y la planta de agua potable Padre Hurtado está ampliando su capacidad. Son cerca de US$ 80 millones en este tipo de obras en la Región Metropolitana, entre 2021 y 2022. Iniciativas de este tipo se están replicando en otros lugares como Rancagua, Los Andes y el norte del país.

– En base a los planes de desarrollo de cada empresa, ¿cuánta fue la inversión en infraestructura sanitaria durante 2020?

– En 2019 fueron cerca de US$ 485 millones. Para 2020 todavía no tenemos la cifra exacta, pero estimamos que debería ser del orden de US$ 500 millones y probablemente en 2021 sea más.

– ¿A qué se debe el aumento?

– En los últimos 10 años el promedio de inversión del sector estaba entre US$ 350 millones y US$ 400 millones y la razón del aumento está a la vista: el cambio climático. En nuestra legislación no estaba recogido este tema. Lo que contemplan los planes de desarrollo son los compromisos de inversión de las sanitarias pensadas para un cierto nivel de seguridad, que es el que históricamente se ha hecho. Hoy día hemos sido sobrepasados por el cambio climático, es decir, que si siguiéramos exigiendo sólo el estándar que exigíamos habría fallas todo el tiempo.

– ¿Eso lleva a que los planes de desarrollo se vayan modificando?

– Exactamente. No es algo que se escribe en piedra y no se puede mover. Nosotros llevamos un año y medio sosteniendo reuniones periódicas con las empresas sanitarias para discutir qué estándar es el que vamos a poner en cada empresa y cada sistema. En 2019, que fue el peor año en términos de sequía, generó un cambio y fue la gota que rebalsó el vaso para el sector, en donde esto llegó para quedarse y tenemos que apurarnos. Ya negociamos con las sanitarias, que van a incorporar en sus planes todas estas obras que están comprometiendo. Varias de ellas ya están tarificadas, otras no.

– ¿Qué empresas tendrán procesos tarifarios pronto?

– Ahora tenemos que tarificar Aguas del Valle, en la Región de Coquimbo, que ha sido junto con la V Región y la Metropolitana, las tres más golpeadas con los efectos del cambio climático.

– En el Valle de Aconcagua, ¿que se está haciendo en el sector para asegurar el agua?

– La Región de Valparaíso fue la más crítica durante 2020 por lejos. Todo este sistema estuvo al borde de un racionamiento justamente por los problemas de sequía. Hemos tenido que instruir a Esval para que haga una cantidad de inversiones importantes. Se ejecutó una obra que fue salvadora que es la interconexión entre el Embalse Los Aromos con la planta de Concón. También se hizo un mejoramiento en la planta y también construyeron un montón de pozos. Todo eso no era suficiente, lo que se está ejecutando este 2021, que debería terminar en un par de meses más, es otra tubería que se llama Romeral, que está en el Río Aconcagua y que tiene el mismo propósito: evitar que el agua que va viajando por el Río Aconcagua se pierda infiltrándose entonces se va por el tubo. Una última obra que también va a terminar este año tiene que ver con esta tubería que va desde los Aromos a Concón que se va a hacer reversible. Todo este proyecto tiene una inversión de US $35 millones.

-En balance a nivel nacional, ¿la disponibilidad de agua está asegurada?

– Yo haría la distinción entre el mundo urbano y rural. En el urbano, la respuesta es un contundente sí, con algunas excepciones como Illapel, que hoy día es la ciudad con más riesgo y de a poco se ha ido destrabando. Hay otra concesión pequeña, que también está en Coquimbo, que es Totoralillo, no tiene agua permanente y en cualquier momento se puede volver a acabar. Se está trabajando para que llegue un nuevo operador y garantice el servicio. Son los únicos dos puntos que están con algún grado de riesgo.

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Fuente: Diario Financiero, Jueves 25 de Febrero de 2021

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