Domingo, Diciembre 8, 2024

Jessica López y tren a Valparaíso: “Creo que lleva demasiados años y es una solución muy buena”

DIARIO FINANCIERO – “Me dijo: ‘Quiero invitarte a integrar el gabinete en el ministerio de Obras Públicas. Necesitamos ponerle mucho acelerador’. Yo le dije que sí, altiro, qué le iba a decir. En realidad es una tarea fantástica”. Así recuerda la nueva ministra de Obras Públicas, Jessica López Saffie, su conversación con el Presidente Gabriel Boric unos días antes del cambio de gabinete.

No se lo esperaba. Dice que fue “emocionante”, y que le “costó” aceptar, porque tenía grandes proyectos en BancoEstado donde estaba “como pez en el agua”: trabajó ahí 25 años donde ostentó los cargos más importantes de la entidad (con un paréntesis durante ambos gobiernos de Sebastián Piñera) y tras ser nombrada presidenta el año pasado, se convirtió en la primera mujer en ese puesto.

“Entrar a un ministerio, en el mundo político donde yo nunca he estado, me da un poco de susto, pero acepté porque creo que es una oportunidad. Ya estoy vieja (tiene 66 años), ya no puedo esperar más a tomar una oportunidad como esta, y estoy muy comprometida con este gobierno. Encuentro que podemos hacer cosas muy significativas”.

Es viernes, son las 5 de la tarde, la ministra viene llegando de una reunión en la Dirección de Presupuestos. No disimula su cansancio, pero se da tiempo para hacer gala de su buen humor. Acompañada de varios asesores en la sala de reuniones que está al lado de su oficina, en el sexto piso del MOP, dice que su aterrizaje ha sido “frenético, agotador y fascinante” y confiesa que se ha desvelado por el desafío que tiene por delante.

“Es muy grande este ministerio, trabajan 9.500 personas, tiene un presupuesto de alrededor de 4 billones directos y el desafío de ejecutarlo es tremendo. También está todo el mundo de las concesiones, que son otros miles de millones de dólares donde se hace la administración del contrato”, dice.

“Creo que (el Presidente) está con un liderazgo muy potente, muy clarito de cómo ir conciliando las transformaciones con los equilibrios que hay que mantener”, comenta López.

Y agrega: “Hasta este minuto todas las cosas que he hecho son nuevas y eso es estresante. He tenido harto desvelo, me recupero los fines de semana. Parto muy temprano, por lo tanto de aquí me voy muerta a la casa. Y ahí a recargar energías con las nietas (vive con su hijo, hija, yerno y dos nietas).
-Recién se refirió a su edad. Fue ese un aspecto del que se habló tras el cambio de gabinete: los nuevos ministros aportan más “canas” al gobierno.
-“La llegada de los viejos…”.

-Se interpretó como algo simbólico, de traer más experiencia al gobierno.
-“Subió el promedio de edad para los ministros y bajó para el de los subsecretarios”.

-¿Le faltó experiencia al gobierno en su primer año?
-“Fue un año bien complicado, encuentro yo, que estuvo lleno de cosas, no sé… la Convención, es difícil hacer un juicio así global, creo yo. También se avanzaron muchas cosas en beneficio de las personas. Entonces es un mix”.

-Un mix de metidas de patas y aciertos.
-“Sí”.

-Dijo usted recién que le dio “un poco de susto” aceptar el cargo. Asume en un momento en que el gobierno no cuenta con su mejor valoración en las encuestas…
-“No lo había pensado así. No es miedo, me dio julepe. Porque es un cambio súper importante en mi vida profesional y personal, y en el Banco estaba muy cómoda, pero bueno…Me ha dado con decir ‘con todo o si no pa qué’”.

-Y cuál es su diagnóstico después de esta semana en el MOP. Hay críticas que dicen que el año pasado no se licitaron nuevas concesiones.
-“Sí, mira, dos comentarios: en términos de ejecución presupuestaria el ministerio estuvo bien, fue de 88% ó 90%. Y el otro comentario que he escuchado es que no se han hecho licitaciones. Pero estos procesos pasan por estudios, licitaciones y después se concreta la obra. Y tenemos una cartera de proyectos licitados bien grande, que licitó el ministro (Alfredo) Moreno (del gobierno de Sebastián Piñera), que están en proceso de empezar a ejecutarse y que hay que desarrollarlas. Esto es ampliar cinco aeropuertos, hacer desaladoras, no sé cuántos miles de kilómetros de nuevos pavimentos, en fin, un conjunto de cosas”.

-La crítica es que no se han echado a andar nuevas…
-“Es que se están echando a andar las que están licitadas, y probablemente se van a licitar algunas más este año. Pero no es que el área de concesiones esté parada, es que se licitaron un conjunto de cosas y hoy están en proceso de desarrollo”.

-¿No hay nada ideológico detrás de la falta de licitaciones?
-“No, de ninguna manera. Yo creo que está súper claro que el país necesita un volumen de inversiones que nos obliga a desplegar todos los recursos posibles y en eso el sector privado es un actor clave. Así como lo es el Estado en las partes que le corresponden”.

El buen vivir

-¿Dónde van a estar sus prioridades ministra?
-“A mí me gusta decir “la infraestructura para el buen vivir”, porque en definitiva cuando desarrollas infraestructura lo que haces es tener un país más habitable, integrado, conectado, mejor aceitado para todos sus procesos de desarrollo productivo y social. O sea pavimentar un camino, hacer un puerto, ampliar un aeropuerto, hacer una desaladora, reparar los puentes que se vieron afectados por el incendio y ni que decir los APR, el agua potable rural, que es una herida que tiene Chile tremenda, porque tenemos servicios sanitarios en las ciudades de estándar mundial, pero en las zonas rurales tenemos una situación súper deficitaria. Yo podría hablarte de la obra, el cemento, pero al final es el para qué. El país tiene un espacio de desarrollo, especialmente en las zonas rurales, monumental”.

-¿Ahí va a estar la prioridad de este ministerio? ¿En los sectores rurales?
-“Hay varias prioridades. Una, ejecutar toda la infraestructura posible que permita mover cosas importantes. Por ejemplo, hay muchos aeropuertos que se quedaron chicos y para las regiones es súper importante. Mucho pavimento, porque eso es pura integración, trae muchos beneficios. Y otro foco importante es el agua: acá hay dos grandes conceptos. El primer tema es la infraestructura hídrica. Para Chile el uso del agua es 70% en agricultura, 10% las personas, y estamos con una sequía que es un tema objetivo. La disminución de la cantidad de agua disponible es un hecho objetivo, no es una opinión. Y ahí hay un conjunto de cosas que tienen que ver con cómo mejoramos la infraestructura del país para asegurar que no va a faltar el agua para nuestro desarrollo, la gente…”.

-Embalses, desaladoras…
-“Todas esas cosas”.

-¿Carreteras hídricas? Alguna vez Juan Sutil (ex presidente de la CPC) propuso ese proyecto.
-“Claro, pero costaba como US$ 14 mil millones, y no sé si la gente del Biobío o del Itata querrán entregar agua para eso”.

La Thatcher y JLo

Cuando joven a Jessica López (ingeniera comercial de la Universidad de Chile) le decían Margaret Thatcher, por lo dura y frontal que era. Una etapa que, dice la ministra, quedó atrás y de la que recuerda que “era muy pesada”. Ahora, prefiere que le digan JLo, como la artista estadounidense, con quien comparte sus iniciales, cuenta riendo.

-¿Qué estilo quiere darle a este ministerio y al gobierno?
-“Como que siempre hago lo mismo: poner el sentido primero. Yo creo que es importante que con todos los trabajadores del MOP recuperemos en conjunto esto de la labor que hacemos que es tan, tan trascendente. Es parecido al banco, hay gente que hace su carrera profesional aquí y que aman profundamente este ministerio, creo que hay que reforzar mucho eso. Y mi estilo es el mismo de siempre, directa y franca”.

-Usted milita en el PS…
-Milito. Y pago mis cuotas, pero no tengo mucha vida partidaria.

-Ahora sí le va a tocar tener más.
-“Claro, voy a tener más vida partidaria. Estuve en el Parlamento el otro día y me fue súper bien. Bueno, en realidad todos los diputados que me tocó, con todos tenemos relación, todos representan algún territorio donde el ministerio tiene algo que ver. Así es que sí, tengo que entrar de lleno en la cosa política, que es un tema nuevo para mí”.

-¿Y le hace sentido? ¿Se siente cómoda con eso?
-“Me hace sentido, todavía no sé, ya te cuento (se ríe). Pero yo creo que cada uno hace su pega, los parlamentarios tienen una labor súper importante de representar a sus localidades, y buscan lo mejor. Creo que ellos se hacen cargo de las necesidades de sus ciudadanos también. Y el ministerio es súper cercano a eso”.

-Y es muy cercana también al ministro de Hacienda, Mario Marcel, dicen que él sugirió su nombre.
-Le voy a agradecer.

-Hay personas que salen de este ministerio como candidatos presidenciales.
-Yaaa (ríe).

-¿Cómo ve al Presidente Boric?
-En lo que me ha tocado la última jornada que tuvimos, creo que está con un liderazgo muy potente, muy clarito de cómo ir conciliando las transformaciones con los equilibrios que hay que mantener, así es que muy tranquila y contenta. El equipo es buena onda además, los ministros cariñosos todos.

-Se habla que en el gobierno hay dos almas, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático. ¿Ha sentido diferencias?
-He tenido poco contacto. Todavía tengo muchas conversaciones que hacer, pero siento que es un equipo bien afiatado y en lo que a mí me ha tocado conversar con los ministros, hay súper buena onda.
-Se dijo que el cambio de gabinete fue desprolijo, a lo menos en la ceremonia…
-Debo haber estado tan emocionada que no me di ni cuenta. No es lo que me tocó ver, traté de no tropezarme con la alfombra, no iba a estar preocupada de las sillas (que, algunos creyeron, se eliminaron a última hora por falta de nombres para ciertos ministerios).
-Una de las sorpresas fue la llegada de Jaime de Aguirre a Cultura. ¿Estaba al tanto?
-No, no tenía idea. Ni del ministro Jaime Pizarro (a Deporte), increíble. El único problema que tiene es que es del Colo-Colo (ríe y aclara que ella es de la UC).
-¿Conversó con los nuevos ministros?
-En la espera estuvimos conversando. Todos se sacaron fotos con Pizarro que es el más famoso a estas alturas.

Constructoras, sanitarias y aeropuerto

-El año pasado varias constructoras que trabajan con el MOP estuvieron complicadas. El MOP se abrió a revisar los contratos y hacerse cargo de esas alzas de precio por subida de materias primas y temas logísticos. ¿Cómo evalúa esa decisión?
-“Creo que es una decisión muy oportuna, porque recordemos que tuvimos una inflación de 12%, que las materias primas subieron objetivamente por la pandemia, toda la cadena de abastecimiento se interrumpió. Todo se encareció, y hacerse cargo en parte de eso fue importante. Las constructoras lo agradecieron y creo que fue lo correcto. Pienso en ellos como somos socios en esto.
Cuando la economía se empieza a enlentecer, se reduce todo el mundo inmobiliario, se alargan los ciclos, y todo se hace más caro. Y los proyectos están diseñados para generar un cierto retorno y cumplirse en un cierto plazo, 3 o 4 años. Y hay que estar atento a eso. Creo que todo lo que tiene que ver con el presupuesto y los proyectos en carpeta del MOP lo que hacen es estimular mucho la economía. Y dentro de nuestros focos está también el impacto que esta cartera tiene en la reactivación económica, que es súper importante”.

-Entre sus fortalezas para asumir esta cartera, destacan su cercanía con el sector privado ¿Lo siente así?
-“Es que me tocó en el banco, los clientes son todos privados. Así es que tuve mucha relación con ellos. El banco tiene una actividad en la construcción, en las concesiones, fue el primer banco que financió concesiones en Chile, en todo el mundo inmobiliario son súper activos”.

-Usted también fue presidenta del gremio de las sanitarias, Andess, y hay organizaciones como Modatima que creen que aquello puede generar un conflicto de interés al licitar obras sanitarias. ¿Como lo ve y cómo piensa manejar un eventual conflicto?

-“Este es un modelo concesional que existe hace hartos años, desde el 2000. Y en mi desempeño en esa función yo valoro el haber podido constatar que con ese modelo se resolvió un tema súper crítico para Chile. Cuando era chica había que lavar las lechugas con cloro, y las frutillas, porque se regaba con aguas servidas.
A lo mejor la gente más joven no cacha eso, pero yo sí me di cuenta, yo me bañé en playas contaminadas, y me enfermé, entonces este modelo público-privado, es decir, está dirigido y supervisado por el Estado, resolvió el saneamiento y el tema del crecimiento de las ciudades. Hoy todos tenemos agua potable en las ciudades de Chile, y es el único país de Latinoamérica donde puedes tomar agua de la llave. Y si de repente aparece alguna cuestión específica, donde la institucionalidad indique que tengo algún conflicto de interés, tendré que abstenerme”.

-¿Le parece que las críticas son injustas?
-“Encuentro que se confunden cosas, pero no voy a entrar en esas polémicas. Con el gobernador Mundaca (Rodrigo Mundaca, vocero de Modatima) es importante que podamos conversar sobre lo que de verdad es un problema, que es cómo resolvemos el tema con las comunidades de su acceso al agua potable y al saneamiento, eso es un derecho humano. Y creo que el Estado tiene que honrar ese compromiso del derecho humano al agua”.

-¿Y el tema del aeropuerto lo ha visto? ¿La demanda en el Ciadi?
-“Sí, tuvimos una conversación con Nueva Pudahuel, nos pidieron una reunión. Estamos con dos procesos, uno arbitral y el otro la demanda ante el Ciadi. Es complicado, hay pronunciamientos, pero ¿de quién es responsabilidad el impacto de la pandemia? Está difícil, pero no lo he analizado en detalle”.

(Interrumpe su asesora: “Le quería agregar que Nuevo Pudahuel reconoció que bajo el gobierno del Presidente Boric ha habido diálogo”.) “Es que fue súper dura la relación con el gobierno anterior, con el ministro. Y ahora se ha soltado un poco, así que ellos están bien esperanzados. Pero yo no me he podido formar un juicio preciso”.

-¿Ya sabe quién la va a reemplazar en el BancoEstado?
-“No. Vi una nota en el diario”. (Los exministros de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, Manuel Marfán y la actual gerente general de créditos del banco, Soledad Ovando, suenan como posibles nombres).

-¿No dejó su candidato?
-(Se ríe).

-¿Va a echar de menos BancoEstado?
-“No tengo tiempo para echarlo de menos”.

Tren Valparaíso-Santiago: el proyecto emblema

Para la ministra López, el tren Valparaíso-Santiago es uno de los proyectos emblemas del MOP que le interesa empujar con fuerza. “Creo que lleva demasiado años y es una solución muy buena”, plantea.

-¿Hay plazos establecidos, se encontró con alguna especie de Carta Gantt?
-“Yo no tengo la carta Gantt precisa, pero creo que estos proyectos son de tal magnitud, estamos hablando de un tren que además pasa por varias localidades, que estos estudios demoran un par de años para tener el proyecto. Hay que hacer el modelo de negocios, en fin. Son cosas todas largas, para los impacientes nos cuesta eso, pero hay que aprender”.

-Dicen que fue el tren a Valparaíso una de las razones que terminaron gatillando la salida de su antecesor, Juan Carlos García.
-“¿Por qué?”

-Porque en su primera etapa no llega a Valparaíso, llega a Viña del Mar.
-“Es que los proyectos privados lo que privilegiaban era disminuir el tiempo que te demorabas entre Santiago y Valparaíso. Para eso había que hacer vías nuevas y una tremenda inversión para llegar en, no sé, 45 minutos a Valparaíso.
Yo creo que esta solución lo que hace es generar una incorporación de muchos territorios. Eso es lo que hay que valorar de esta solución que es mucho más integradora territorialmente. No es tren bala, pero va a tener mucho impacto”.

Ver artículo

Fuente: Diario Financiero, Sábado 18 de Marzo de 2023

DIARIO FINANCIERO – “Me dijo: ‘Quiero invitarte a integrar el gabinete en el ministerio de Obras Públicas. Necesitamos ponerle mucho acelerador’. Yo le dije que sí, altiro, qué le iba a decir. En realidad es una tarea fantástica”. Así recuerda la nueva ministra de Obras Públicas, Jessica López Saffie, su conversación con el Presidente Gabriel Boric unos días antes del cambio de gabinete.

No se lo esperaba. Dice que fue “emocionante”, y que le “costó” aceptar, porque tenía grandes proyectos en BancoEstado donde estaba “como pez en el agua”: trabajó ahí 25 años donde ostentó los cargos más importantes de la entidad (con un paréntesis durante ambos gobiernos de Sebastián Piñera) y tras ser nombrada presidenta el año pasado, se convirtió en la primera mujer en ese puesto.

“Entrar a un ministerio, en el mundo político donde yo nunca he estado, me da un poco de susto, pero acepté porque creo que es una oportunidad. Ya estoy vieja (tiene 66 años), ya no puedo esperar más a tomar una oportunidad como esta, y estoy muy comprometida con este gobierno. Encuentro que podemos hacer cosas muy significativas”.

Es viernes, son las 5 de la tarde, la ministra viene llegando de una reunión en la Dirección de Presupuestos. No disimula su cansancio, pero se da tiempo para hacer gala de su buen humor. Acompañada de varios asesores en la sala de reuniones que está al lado de su oficina, en el sexto piso del MOP, dice que su aterrizaje ha sido “frenético, agotador y fascinante” y confiesa que se ha desvelado por el desafío que tiene por delante.

“Es muy grande este ministerio, trabajan 9.500 personas, tiene un presupuesto de alrededor de 4 billones directos y el desafío de ejecutarlo es tremendo. También está todo el mundo de las concesiones, que son otros miles de millones de dólares donde se hace la administración del contrato”, dice.

“Creo que (el Presidente) está con un liderazgo muy potente, muy clarito de cómo ir conciliando las transformaciones con los equilibrios que hay que mantener”, comenta López.

Y agrega: “Hasta este minuto todas las cosas que he hecho son nuevas y eso es estresante. He tenido harto desvelo, me recupero los fines de semana. Parto muy temprano, por lo tanto de aquí me voy muerta a la casa. Y ahí a recargar energías con las nietas (vive con su hijo, hija, yerno y dos nietas).
-Recién se refirió a su edad. Fue ese un aspecto del que se habló tras el cambio de gabinete: los nuevos ministros aportan más “canas” al gobierno.
-“La llegada de los viejos…”.

-Se interpretó como algo simbólico, de traer más experiencia al gobierno.
-“Subió el promedio de edad para los ministros y bajó para el de los subsecretarios”.

-¿Le faltó experiencia al gobierno en su primer año?
-“Fue un año bien complicado, encuentro yo, que estuvo lleno de cosas, no sé… la Convención, es difícil hacer un juicio así global, creo yo. También se avanzaron muchas cosas en beneficio de las personas. Entonces es un mix”.

-Un mix de metidas de patas y aciertos.
-“Sí”.

-Dijo usted recién que le dio “un poco de susto” aceptar el cargo. Asume en un momento en que el gobierno no cuenta con su mejor valoración en las encuestas…
-“No lo había pensado así. No es miedo, me dio julepe. Porque es un cambio súper importante en mi vida profesional y personal, y en el Banco estaba muy cómoda, pero bueno…Me ha dado con decir ‘con todo o si no pa qué’”.

-Y cuál es su diagnóstico después de esta semana en el MOP. Hay críticas que dicen que el año pasado no se licitaron nuevas concesiones.
-“Sí, mira, dos comentarios: en términos de ejecución presupuestaria el ministerio estuvo bien, fue de 88% ó 90%. Y el otro comentario que he escuchado es que no se han hecho licitaciones. Pero estos procesos pasan por estudios, licitaciones y después se concreta la obra. Y tenemos una cartera de proyectos licitados bien grande, que licitó el ministro (Alfredo) Moreno (del gobierno de Sebastián Piñera), que están en proceso de empezar a ejecutarse y que hay que desarrollarlas. Esto es ampliar cinco aeropuertos, hacer desaladoras, no sé cuántos miles de kilómetros de nuevos pavimentos, en fin, un conjunto de cosas”.

-La crítica es que no se han echado a andar nuevas…
-“Es que se están echando a andar las que están licitadas, y probablemente se van a licitar algunas más este año. Pero no es que el área de concesiones esté parada, es que se licitaron un conjunto de cosas y hoy están en proceso de desarrollo”.

-¿No hay nada ideológico detrás de la falta de licitaciones?
-“No, de ninguna manera. Yo creo que está súper claro que el país necesita un volumen de inversiones que nos obliga a desplegar todos los recursos posibles y en eso el sector privado es un actor clave. Así como lo es el Estado en las partes que le corresponden”.

El buen vivir

-¿Dónde van a estar sus prioridades ministra?
-“A mí me gusta decir “la infraestructura para el buen vivir”, porque en definitiva cuando desarrollas infraestructura lo que haces es tener un país más habitable, integrado, conectado, mejor aceitado para todos sus procesos de desarrollo productivo y social. O sea pavimentar un camino, hacer un puerto, ampliar un aeropuerto, hacer una desaladora, reparar los puentes que se vieron afectados por el incendio y ni que decir los APR, el agua potable rural, que es una herida que tiene Chile tremenda, porque tenemos servicios sanitarios en las ciudades de estándar mundial, pero en las zonas rurales tenemos una situación súper deficitaria. Yo podría hablarte de la obra, el cemento, pero al final es el para qué. El país tiene un espacio de desarrollo, especialmente en las zonas rurales, monumental”.

-¿Ahí va a estar la prioridad de este ministerio? ¿En los sectores rurales?
-“Hay varias prioridades. Una, ejecutar toda la infraestructura posible que permita mover cosas importantes. Por ejemplo, hay muchos aeropuertos que se quedaron chicos y para las regiones es súper importante. Mucho pavimento, porque eso es pura integración, trae muchos beneficios. Y otro foco importante es el agua: acá hay dos grandes conceptos. El primer tema es la infraestructura hídrica. Para Chile el uso del agua es 70% en agricultura, 10% las personas, y estamos con una sequía que es un tema objetivo. La disminución de la cantidad de agua disponible es un hecho objetivo, no es una opinión. Y ahí hay un conjunto de cosas que tienen que ver con cómo mejoramos la infraestructura del país para asegurar que no va a faltar el agua para nuestro desarrollo, la gente…”.

-Embalses, desaladoras…
-“Todas esas cosas”.

-¿Carreteras hídricas? Alguna vez Juan Sutil (ex presidente de la CPC) propuso ese proyecto.
-“Claro, pero costaba como US$ 14 mil millones, y no sé si la gente del Biobío o del Itata querrán entregar agua para eso”.

La Thatcher y JLo

Cuando joven a Jessica López (ingeniera comercial de la Universidad de Chile) le decían Margaret Thatcher, por lo dura y frontal que era. Una etapa que, dice la ministra, quedó atrás y de la que recuerda que “era muy pesada”. Ahora, prefiere que le digan JLo, como la artista estadounidense, con quien comparte sus iniciales, cuenta riendo.

-¿Qué estilo quiere darle a este ministerio y al gobierno?
-“Como que siempre hago lo mismo: poner el sentido primero. Yo creo que es importante que con todos los trabajadores del MOP recuperemos en conjunto esto de la labor que hacemos que es tan, tan trascendente. Es parecido al banco, hay gente que hace su carrera profesional aquí y que aman profundamente este ministerio, creo que hay que reforzar mucho eso. Y mi estilo es el mismo de siempre, directa y franca”.

-Usted milita en el PS…
-Milito. Y pago mis cuotas, pero no tengo mucha vida partidaria.

-Ahora sí le va a tocar tener más.
-“Claro, voy a tener más vida partidaria. Estuve en el Parlamento el otro día y me fue súper bien. Bueno, en realidad todos los diputados que me tocó, con todos tenemos relación, todos representan algún territorio donde el ministerio tiene algo que ver. Así es que sí, tengo que entrar de lleno en la cosa política, que es un tema nuevo para mí”.

-¿Y le hace sentido? ¿Se siente cómoda con eso?
-“Me hace sentido, todavía no sé, ya te cuento (se ríe). Pero yo creo que cada uno hace su pega, los parlamentarios tienen una labor súper importante de representar a sus localidades, y buscan lo mejor. Creo que ellos se hacen cargo de las necesidades de sus ciudadanos también. Y el ministerio es súper cercano a eso”.

-Y es muy cercana también al ministro de Hacienda, Mario Marcel, dicen que él sugirió su nombre.
-Le voy a agradecer.

-Hay personas que salen de este ministerio como candidatos presidenciales.
-Yaaa (ríe).

-¿Cómo ve al Presidente Boric?
-En lo que me ha tocado la última jornada que tuvimos, creo que está con un liderazgo muy potente, muy clarito de cómo ir conciliando las transformaciones con los equilibrios que hay que mantener, así es que muy tranquila y contenta. El equipo es buena onda además, los ministros cariñosos todos.

-Se habla que en el gobierno hay dos almas, Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático. ¿Ha sentido diferencias?
-He tenido poco contacto. Todavía tengo muchas conversaciones que hacer, pero siento que es un equipo bien afiatado y en lo que a mí me ha tocado conversar con los ministros, hay súper buena onda.
-Se dijo que el cambio de gabinete fue desprolijo, a lo menos en la ceremonia…
-Debo haber estado tan emocionada que no me di ni cuenta. No es lo que me tocó ver, traté de no tropezarme con la alfombra, no iba a estar preocupada de las sillas (que, algunos creyeron, se eliminaron a última hora por falta de nombres para ciertos ministerios).
-Una de las sorpresas fue la llegada de Jaime de Aguirre a Cultura. ¿Estaba al tanto?
-No, no tenía idea. Ni del ministro Jaime Pizarro (a Deporte), increíble. El único problema que tiene es que es del Colo-Colo (ríe y aclara que ella es de la UC).
-¿Conversó con los nuevos ministros?
-En la espera estuvimos conversando. Todos se sacaron fotos con Pizarro que es el más famoso a estas alturas.

Constructoras, sanitarias y aeropuerto

-El año pasado varias constructoras que trabajan con el MOP estuvieron complicadas. El MOP se abrió a revisar los contratos y hacerse cargo de esas alzas de precio por subida de materias primas y temas logísticos. ¿Cómo evalúa esa decisión?
-“Creo que es una decisión muy oportuna, porque recordemos que tuvimos una inflación de 12%, que las materias primas subieron objetivamente por la pandemia, toda la cadena de abastecimiento se interrumpió. Todo se encareció, y hacerse cargo en parte de eso fue importante. Las constructoras lo agradecieron y creo que fue lo correcto. Pienso en ellos como somos socios en esto.
Cuando la economía se empieza a enlentecer, se reduce todo el mundo inmobiliario, se alargan los ciclos, y todo se hace más caro. Y los proyectos están diseñados para generar un cierto retorno y cumplirse en un cierto plazo, 3 o 4 años. Y hay que estar atento a eso. Creo que todo lo que tiene que ver con el presupuesto y los proyectos en carpeta del MOP lo que hacen es estimular mucho la economía. Y dentro de nuestros focos está también el impacto que esta cartera tiene en la reactivación económica, que es súper importante”.

-Entre sus fortalezas para asumir esta cartera, destacan su cercanía con el sector privado ¿Lo siente así?
-“Es que me tocó en el banco, los clientes son todos privados. Así es que tuve mucha relación con ellos. El banco tiene una actividad en la construcción, en las concesiones, fue el primer banco que financió concesiones en Chile, en todo el mundo inmobiliario son súper activos”.

-Usted también fue presidenta del gremio de las sanitarias, Andess, y hay organizaciones como Modatima que creen que aquello puede generar un conflicto de interés al licitar obras sanitarias. ¿Como lo ve y cómo piensa manejar un eventual conflicto?

-“Este es un modelo concesional que existe hace hartos años, desde el 2000. Y en mi desempeño en esa función yo valoro el haber podido constatar que con ese modelo se resolvió un tema súper crítico para Chile. Cuando era chica había que lavar las lechugas con cloro, y las frutillas, porque se regaba con aguas servidas.
A lo mejor la gente más joven no cacha eso, pero yo sí me di cuenta, yo me bañé en playas contaminadas, y me enfermé, entonces este modelo público-privado, es decir, está dirigido y supervisado por el Estado, resolvió el saneamiento y el tema del crecimiento de las ciudades. Hoy todos tenemos agua potable en las ciudades de Chile, y es el único país de Latinoamérica donde puedes tomar agua de la llave. Y si de repente aparece alguna cuestión específica, donde la institucionalidad indique que tengo algún conflicto de interés, tendré que abstenerme”.

-¿Le parece que las críticas son injustas?
-“Encuentro que se confunden cosas, pero no voy a entrar en esas polémicas. Con el gobernador Mundaca (Rodrigo Mundaca, vocero de Modatima) es importante que podamos conversar sobre lo que de verdad es un problema, que es cómo resolvemos el tema con las comunidades de su acceso al agua potable y al saneamiento, eso es un derecho humano. Y creo que el Estado tiene que honrar ese compromiso del derecho humano al agua”.

-¿Y el tema del aeropuerto lo ha visto? ¿La demanda en el Ciadi?
-“Sí, tuvimos una conversación con Nueva Pudahuel, nos pidieron una reunión. Estamos con dos procesos, uno arbitral y el otro la demanda ante el Ciadi. Es complicado, hay pronunciamientos, pero ¿de quién es responsabilidad el impacto de la pandemia? Está difícil, pero no lo he analizado en detalle”.

(Interrumpe su asesora: “Le quería agregar que Nuevo Pudahuel reconoció que bajo el gobierno del Presidente Boric ha habido diálogo”.) “Es que fue súper dura la relación con el gobierno anterior, con el ministro. Y ahora se ha soltado un poco, así que ellos están bien esperanzados. Pero yo no me he podido formar un juicio preciso”.

-¿Ya sabe quién la va a reemplazar en el BancoEstado?
-“No. Vi una nota en el diario”. (Los exministros de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, Manuel Marfán y la actual gerente general de créditos del banco, Soledad Ovando, suenan como posibles nombres).

-¿No dejó su candidato?
-(Se ríe).

-¿Va a echar de menos BancoEstado?
-“No tengo tiempo para echarlo de menos”.

Tren Valparaíso-Santiago: el proyecto emblema

Para la ministra López, el tren Valparaíso-Santiago es uno de los proyectos emblemas del MOP que le interesa empujar con fuerza. “Creo que lleva demasiado años y es una solución muy buena”, plantea.

-¿Hay plazos establecidos, se encontró con alguna especie de Carta Gantt?
-“Yo no tengo la carta Gantt precisa, pero creo que estos proyectos son de tal magnitud, estamos hablando de un tren que además pasa por varias localidades, que estos estudios demoran un par de años para tener el proyecto. Hay que hacer el modelo de negocios, en fin. Son cosas todas largas, para los impacientes nos cuesta eso, pero hay que aprender”.

-Dicen que fue el tren a Valparaíso una de las razones que terminaron gatillando la salida de su antecesor, Juan Carlos García.
-“¿Por qué?”

-Porque en su primera etapa no llega a Valparaíso, llega a Viña del Mar.
-“Es que los proyectos privados lo que privilegiaban era disminuir el tiempo que te demorabas entre Santiago y Valparaíso. Para eso había que hacer vías nuevas y una tremenda inversión para llegar en, no sé, 45 minutos a Valparaíso.
Yo creo que esta solución lo que hace es generar una incorporación de muchos territorios. Eso es lo que hay que valorar de esta solución que es mucho más integradora territorialmente. No es tren bala, pero va a tener mucho impacto”.

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Fuente: Diario Financiero, Sábado 18 de Marzo de 2023

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