Domingo, Octubre 13, 2024

Invierno altiplánico: en pocas horas, en Iquique llovió el equivalente a diez años y en Arica, a casi ocho

EL MERCURIO – Un total de 12,8 mm de precipitaciones concentrados ayer en Iquique y Alto Hospicio en un lapso de tres horas y que equivalen a los registros de una década completa. Y poco más de 300 kilómetros al norte, 7,7 mm concentrados durante la madrugada en Cerro Sombrero, a unos 6 km del centro de Arica, que equivalen a casi ocho años de lluvias en esa ciudad, donde precipitaron 4,6 mm.
Esos índices históricos, según informes de la Dirección Meteorológica, marcaron la jornada de ayer del invierno altiplánico en ambas capitales regionales, donde los efectos del mal tiempo se sintieron con fuerza, en especial en zonas costeras.
En Arica, sus tres principales cauces de ríos se reactivaron: Lluta, San José y Acha. Este último en la zona donde la semana pasada se formó una laguna artificial que obligó a evacuar un campamento.
Ahí esta vez el nivel del agua y lodo no aumentó tan significativamente, ni amenazó con desbordarse sobre una población aledaña, luego que el cauce fuera desviado al vecino río San José que atraviesa el radio urbano en un tramo de cuatro kilómetros antes de desembocar en el mar.
Unas 200 personas fueron evacuadas desde valles agrícolas, como Lluta y Azapa, por la crecida de ríos e inundaciones que dañaron casas y cultivos.
En el radio urbano hubo cortes de luz. Mientras, el Presidente Sebastián Piñera visitaba la región, descartaba decretar zona de catástrofe y focalizaba su atención en los daños en la agricultura y en reactivar la conectividad vial perdida con el resto del país.
Nuevamente, el aumento del caudal en la quebrada Chiza, en el kilómetro 1.950 de la Ruta 5, no permitió abrir el tránsito para todo tipo de vehículos y con ello la Región de Arica y Parinacota quedó aislada por vía terrestre del resto del país.
Lo anterior generó un nuevo congestionamiento en el terminal de buses interprovinciales, con miles de pasajeros varados.
Piden un puente aéreo
El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, solicitó al Gobierno que se abra un puente aéreo entre la ciudad e Iquique -no hay vuelos comerciales entre ambos aeropuertos-, y denunció un problema sanitario generado por una numerosa población flotante y migrante que ingresa por la frontera norte.
“Somos una barrera sanitaria para el país, pero qué pasa cuando tenemos una gran cantidad de personas acumuladas, en una ciudad como la nuestra, y con la humedad como la nuestra; habrá más vectores. Hemos encontrado personas viajando hasta por diez días seguidos y con salud precaria”, dijo.
En forma casi paralela, y en un intento por reanudar las actividades normales en la zona, ayer se realizó el ensayo general del multitudinario Carnaval Andino que fue programado para la próxima semana, con 16 mil bailarines y músicos de 64 comparsas, y una proyección de 120 mil espectadores en las calles del centro histórico de Arica.
“La mayoría decidió que tenía que hacerse, que tenemos que levantarnos, y que esto debe ser una demostración de que en Arica, independiente de todas nuestras dificultades, saldremos adelante”, indicó el presidente de la Confraternidad de Bailes andinos Inti Ch’allampi, Martín Montecinos.
En Arica se mantuvo la alerta roja y hasta ayer en la tarde en la misma condición estaba toda la Región de Tarapacá, no solo la provincia del Tamarugal, como en días anteriores. El intendente Miguel Ángel Quezada informó que en Alto Hospicio un total de 6.500 personas resultaron damnificadas y que, tanto en esa zona como en Iquique, hubo problemas con los suministros de agua potable y energía eléctrica.
“Tenemos en Iquique 800 personas afectadas sin agua. Sin luz hay 4.591 en Iquique y 1.047 en Alto Hospicio”, puntualizó.
Las precipitaciones provocaron que las autoridades cerraran el recinto de la Zona Franca. Ahí fueron evacuadas unas mil personas, según la empresa.
La medida, según explicó el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, se debió a que el centro comercial está ubicado en “una zona de riesgo”.
Calles y carreteras también se vieron afectadas. La Ruta 16, que comunica a las ciudades de Iquique y Alto Hospicio, se cerró de forma temporal luego del desprendimiento de tierra desde la ladera de un cerro.
En tanto, los servicios de salud también sufrieron el embate del mal tiempo. Algunos quedaron inhabilitados para funcionar y otros, como el centro de salud familiar sur de Iquique y el SAPU Pedro Pulgar de Alto Hospicio, habilitaron carpas para las atenciones de urgencia. Mientras que el Hospital Regional de Iquique reportó que en la tarde funcionaba al 95% de su capacidad.
El intendente Quezada indicó que ayer se estaban “activando las fichas básicas de emergencia, tanto en Iquique como en Alto Hospicio”, y que entre ambas ciudades están funcionando seis albergues: cuatro y dos albergues, respectivamente.
Ver artículo
Fuente: El Mercurio, domingo 10 de febrero de 2019

EL MERCURIO – Un total de 12,8 mm de precipitaciones concentrados ayer en Iquique y Alto Hospicio en un lapso de tres horas y que equivalen a los registros de una década completa. Y poco más de 300 kilómetros al norte, 7,7 mm concentrados durante la madrugada en Cerro Sombrero, a unos 6 km del centro de Arica, que equivalen a casi ocho años de lluvias en esa ciudad, donde precipitaron 4,6 mm.
Esos índices históricos, según informes de la Dirección Meteorológica, marcaron la jornada de ayer del invierno altiplánico en ambas capitales regionales, donde los efectos del mal tiempo se sintieron con fuerza, en especial en zonas costeras.
En Arica, sus tres principales cauces de ríos se reactivaron: Lluta, San José y Acha. Este último en la zona donde la semana pasada se formó una laguna artificial que obligó a evacuar un campamento.
Ahí esta vez el nivel del agua y lodo no aumentó tan significativamente, ni amenazó con desbordarse sobre una población aledaña, luego que el cauce fuera desviado al vecino río San José que atraviesa el radio urbano en un tramo de cuatro kilómetros antes de desembocar en el mar.
Unas 200 personas fueron evacuadas desde valles agrícolas, como Lluta y Azapa, por la crecida de ríos e inundaciones que dañaron casas y cultivos.
En el radio urbano hubo cortes de luz. Mientras, el Presidente Sebastián Piñera visitaba la región, descartaba decretar zona de catástrofe y focalizaba su atención en los daños en la agricultura y en reactivar la conectividad vial perdida con el resto del país.
Nuevamente, el aumento del caudal en la quebrada Chiza, en el kilómetro 1.950 de la Ruta 5, no permitió abrir el tránsito para todo tipo de vehículos y con ello la Región de Arica y Parinacota quedó aislada por vía terrestre del resto del país.
Lo anterior generó un nuevo congestionamiento en el terminal de buses interprovinciales, con miles de pasajeros varados.
Piden un puente aéreo
El alcalde de Arica, Gerardo Espíndola, solicitó al Gobierno que se abra un puente aéreo entre la ciudad e Iquique -no hay vuelos comerciales entre ambos aeropuertos-, y denunció un problema sanitario generado por una numerosa población flotante y migrante que ingresa por la frontera norte.
“Somos una barrera sanitaria para el país, pero qué pasa cuando tenemos una gran cantidad de personas acumuladas, en una ciudad como la nuestra, y con la humedad como la nuestra; habrá más vectores. Hemos encontrado personas viajando hasta por diez días seguidos y con salud precaria”, dijo.
En forma casi paralela, y en un intento por reanudar las actividades normales en la zona, ayer se realizó el ensayo general del multitudinario Carnaval Andino que fue programado para la próxima semana, con 16 mil bailarines y músicos de 64 comparsas, y una proyección de 120 mil espectadores en las calles del centro histórico de Arica.
“La mayoría decidió que tenía que hacerse, que tenemos que levantarnos, y que esto debe ser una demostración de que en Arica, independiente de todas nuestras dificultades, saldremos adelante”, indicó el presidente de la Confraternidad de Bailes andinos Inti Ch’allampi, Martín Montecinos.
En Arica se mantuvo la alerta roja y hasta ayer en la tarde en la misma condición estaba toda la Región de Tarapacá, no solo la provincia del Tamarugal, como en días anteriores. El intendente Miguel Ángel Quezada informó que en Alto Hospicio un total de 6.500 personas resultaron damnificadas y que, tanto en esa zona como en Iquique, hubo problemas con los suministros de agua potable y energía eléctrica.
“Tenemos en Iquique 800 personas afectadas sin agua. Sin luz hay 4.591 en Iquique y 1.047 en Alto Hospicio”, puntualizó.
Las precipitaciones provocaron que las autoridades cerraran el recinto de la Zona Franca. Ahí fueron evacuadas unas mil personas, según la empresa.
La medida, según explicó el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, se debió a que el centro comercial está ubicado en “una zona de riesgo”.
Calles y carreteras también se vieron afectadas. La Ruta 16, que comunica a las ciudades de Iquique y Alto Hospicio, se cerró de forma temporal luego del desprendimiento de tierra desde la ladera de un cerro.
En tanto, los servicios de salud también sufrieron el embate del mal tiempo. Algunos quedaron inhabilitados para funcionar y otros, como el centro de salud familiar sur de Iquique y el SAPU Pedro Pulgar de Alto Hospicio, habilitaron carpas para las atenciones de urgencia. Mientras que el Hospital Regional de Iquique reportó que en la tarde funcionaba al 95% de su capacidad.
El intendente Quezada indicó que ayer se estaban “activando las fichas básicas de emergencia, tanto en Iquique como en Alto Hospicio”, y que entre ambas ciudades están funcionando seis albergues: cuatro y dos albergues, respectivamente.
Ver artículo
Fuente: El Mercurio, domingo 10 de febrero de 2019

TITULARES