Viernes, Marzo 29, 2024

¿Internet sobreexigida?

EL MERCURIO – Uno de los efectos del covid-19 es la universalización del teletrabajo y del estudio a distancia. Esta brusca modernización de las condiciones en las que se realiza gran parte de las actividades ha llevado a alguna preocupación por la capacidad de las redes para soportar el tráfico adicional. Aunque los especialistas señalan que ellas deberían ser capaces de soportar las mayores cargas, la caída de internet en Europa por un par de horas debido a la mayor demanda ha generado dudas sobre la situación de la red chilena.
La internet fue desarrollada en la década de 1960 por Estados Unidos para ser un sistema seguro, capaz de resistir una guerra nuclear. Desde entonces su avance ha llevado a la creación de algunas vulnerabilidades, como cuando ciertos nodos reciben ataques de piratas informáticos que los saturan. En ausencia de esos ataques, los principales puntos de intercambio de internet a nivel global tienen márgenes de capacidad de más de 35% en los horarios de mayor demanda, usualmente entre las siete y las nueve de la noche; ello, por los juegos multiusuarios y los contenidos en streaming. Ahora esto cambiará hacia los horarios de trabajo. Para dar una idea de la magnitud de la demanda, un sitio para reuniones grupales, Webex, tuvo más de tres millones de reuniones el pasado 16 de marzo. Y según una empresa que vigila los flujos mundiales de datos, los tráficos totales se han elevado en un 56% respecto del promedio trimestral anterior.
En nuestro país, la capacidad de los troncales en fibra óptica debería ser suficiente. Además, los sitios de contenido almacenan localmente el material para acelerar la descarga, lo que reduce la demanda troncal, aunque esto no se aplica a las videoconferencias o a los juegos multiusuario, siendo estos últimos los que hacen un uso más intensivo de la red.
El problema en Chile es que casi la mitad de las personas accede a internet mediante un teléfono inteligente. Según la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), hay aproximadamente 3,5 millones de conexiones de banda ancha fija, lo que representa unos 10,5 millones de personas. En estas conexiones, la velocidad (y por ende la capacidad) son elevadas, ubicándose 30 a nivel mundial, sobre, por ejemplo, Alemania. Pero el resto de la población se conecta usando teléfonos inteligentes. Si bien su posesión es casi universal y el costo es bajo, la velocidad está en el puesto 99 a nivel mundial, por debajo de la mayoría de América Latina. Esta es una indicación de que la capacidad se halla cercana a estar copada, y con la mayor demanda podría empeorar.
Es por esta razón que Subtel intenta liberar espacio de espectro en forma temporal —sin licitaciones— para hacer frente al incremento de demanda. No es el único país que lo ha hecho, ya que es una manera rápida de aumentar la capacidad en el corto plazo. Para ello se debe solicitar a los propietarios de ese espectro que lo cedan temporalmente. Se trata de una forma de ayudar a muchos estudiantes y trabajadores que no disponen de conexiones fijas a internet, y que las necesitan para estudiar o laborar.
Fuente: El Mercurio, Lunes 23 de Marzo de 2020

EL MERCURIO – Uno de los efectos del covid-19 es la universalización del teletrabajo y del estudio a distancia. Esta brusca modernización de las condiciones en las que se realiza gran parte de las actividades ha llevado a alguna preocupación por la capacidad de las redes para soportar el tráfico adicional. Aunque los especialistas señalan que ellas deberían ser capaces de soportar las mayores cargas, la caída de internet en Europa por un par de horas debido a la mayor demanda ha generado dudas sobre la situación de la red chilena.
La internet fue desarrollada en la década de 1960 por Estados Unidos para ser un sistema seguro, capaz de resistir una guerra nuclear. Desde entonces su avance ha llevado a la creación de algunas vulnerabilidades, como cuando ciertos nodos reciben ataques de piratas informáticos que los saturan. En ausencia de esos ataques, los principales puntos de intercambio de internet a nivel global tienen márgenes de capacidad de más de 35% en los horarios de mayor demanda, usualmente entre las siete y las nueve de la noche; ello, por los juegos multiusuarios y los contenidos en streaming. Ahora esto cambiará hacia los horarios de trabajo. Para dar una idea de la magnitud de la demanda, un sitio para reuniones grupales, Webex, tuvo más de tres millones de reuniones el pasado 16 de marzo. Y según una empresa que vigila los flujos mundiales de datos, los tráficos totales se han elevado en un 56% respecto del promedio trimestral anterior.
En nuestro país, la capacidad de los troncales en fibra óptica debería ser suficiente. Además, los sitios de contenido almacenan localmente el material para acelerar la descarga, lo que reduce la demanda troncal, aunque esto no se aplica a las videoconferencias o a los juegos multiusuario, siendo estos últimos los que hacen un uso más intensivo de la red.
El problema en Chile es que casi la mitad de las personas accede a internet mediante un teléfono inteligente. Según la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), hay aproximadamente 3,5 millones de conexiones de banda ancha fija, lo que representa unos 10,5 millones de personas. En estas conexiones, la velocidad (y por ende la capacidad) son elevadas, ubicándose 30 a nivel mundial, sobre, por ejemplo, Alemania. Pero el resto de la población se conecta usando teléfonos inteligentes. Si bien su posesión es casi universal y el costo es bajo, la velocidad está en el puesto 99 a nivel mundial, por debajo de la mayoría de América Latina. Esta es una indicación de que la capacidad se halla cercana a estar copada, y con la mayor demanda podría empeorar.
Es por esta razón que Subtel intenta liberar espacio de espectro en forma temporal —sin licitaciones— para hacer frente al incremento de demanda. No es el único país que lo ha hecho, ya que es una manera rápida de aumentar la capacidad en el corto plazo. Para ello se debe solicitar a los propietarios de ese espectro que lo cedan temporalmente. Se trata de una forma de ayudar a muchos estudiantes y trabajadores que no disponen de conexiones fijas a internet, y que las necesitan para estudiar o laborar.
Fuente: El Mercurio, Lunes 23 de Marzo de 2020

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