Sábado, Noviembre 2, 2024

Inmobiliarias sin fines de lucro y viviendas con integración social: la apuesta de la agenda urbana

PULSO – El CNDU trabajó en una propuesta que respondiera a las demandas tras el estallido social, desde la perspectiva de la ciudad. Y para este año buscan comenzar a implantar programas pilotos de esta iniciativa, que también darían respuesta a los problemas urbanísticos resaltados durante la crisis sanitaria provocada por la propagación del coronavirus.
Viviendas construidas en territorios del fisco por medio inmobiliarias sin fines de lucro, parque de departamentos públicos con arriendos más bajos que el mercado, planes reguladores con exigencia de integración social y participación de las personas en la construcción de la ciudad, entre otras propuestas, son las que plantea el trabajo que realizó el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) junto a organizaciones sociales, universidades, centros de estudios y gremios, como respuesta a las demandas que se originaron tras el estallido social. El trabajo de casi dos meses se presentará de forma oficial en los próximos días.
La Agenda Social Urbana, como se llamó el documento por parte del CNDU, plantea 12 áreas de trabajo para llevar a cabo desde este año (ver infografía). Esto, con el fin de avanzar en una ciudad con mayor integración social, donde son los programas pilotos los llamados “puntas de lanzas” a posicionar el set de medidas, que contó con cerca de 100 personas en su discusión.
“Son propuestas para ponerlas a prueba y demostrar que cumplen con las exceptivas, que el propio consejo planteó. Lo que se busca es experimentar en casos de integración social, para analizar sus resultados y si son buenos ampliarlos como política pública en general”, dice el presidente del CNDU, Sergio Baeriswyl y agrega que “desde las ciudades hay plataformas muy potentes para corregir mucha de las reivindicaciones que la ciudadanía manifiesta con urgencia”.
Desde el CNDU ven en la construcción de viviendas sociales con integración social, ya sea para vivir o arriendo, por medio de una constructora sin fines de lucro, una posibilidad para lograr una reducción en el costo de viviendas y/o mejorar la calidad de los materiales con que se construyen. Ante este escenario, Baeriswyl comenta que espera que durante junio se dé a conocer el modelo para este piloto, junto al Ministerio de Vivienda (Minvu). También explica que este tipo de iniciativa ya se han implementado en países como Holanda y Uruguay.
Sin embargo, el CNDU aclara que sus programas pilotos no buscan reemplazar, sino completar las políticas de vivienda que hoy existen, donde el sector público y privado también son parte.
En esa línea, también se plantea un piloto con participación de empresas del rubro, donde se construya viviendas en terrenos del Estado y un porcentaje de estas sean destinados a la vivienda del programa del subsidio del Minvu.
Otro de las líneas de trabajo es que los planes reguladores tengan metas de integración social de cara al 2025 y se reduzca los plazos de modificaciones a este tipo de instrumento de 7 a 2,5 años. Eso sí, sin dejar de lado la participación de las personas en la construcción de este, advierte el texto.
Además, se busca trabajar la infraestructura urbana con distintos actores en que se identifiquen las brechas en los barrios, los temas a solucionar, la priorización de estos y la elaboración de un plan para llevarlos a cabo, donde se logre un financiamiento sostenible, y que después se haga un seguimiento a su implementación.
Por otro lado, también se busca fortalecer los mecanismos de recolección de dineros de los municipios por medio de las contribuciones y fomentar el transporte público y movilidad no motorizada en zonas congestionadas.
Sobre cómo este documento responde la crisis sanitaria y la situación económica del país, Baeriswyl comenta que tiene validez dado que hace frente a los problemas de hacinamiento, campamentos, déficit habitacional y desigualdad, entre otras dificultades, que se denuncian hoy. Además, en sus recomendaciones al gobierno en el contexto actual, Baeriswyl dice que sus recomendaciones parten con el llamado a implementar esta agenda urbana. Mientras que, por el lado económico, dice que la construcción de viviendas son un impulso a la reactivación económica del país y que en general la agenda es “austera”.
El documento ya fue entregado de forma remota a la presidente Sebastián Piñera, dado el contexto de financiamiento físico, y se está buscando de posicionar en todas las discusiones de proyectos de ley o junto al trabajo con los ministerios que impulsa el CNDU.
Fuente: Pulso, Jueves 21 de Mayo de 2020

PULSO – El CNDU trabajó en una propuesta que respondiera a las demandas tras el estallido social, desde la perspectiva de la ciudad. Y para este año buscan comenzar a implantar programas pilotos de esta iniciativa, que también darían respuesta a los problemas urbanísticos resaltados durante la crisis sanitaria provocada por la propagación del coronavirus.
Viviendas construidas en territorios del fisco por medio inmobiliarias sin fines de lucro, parque de departamentos públicos con arriendos más bajos que el mercado, planes reguladores con exigencia de integración social y participación de las personas en la construcción de la ciudad, entre otras propuestas, son las que plantea el trabajo que realizó el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU) junto a organizaciones sociales, universidades, centros de estudios y gremios, como respuesta a las demandas que se originaron tras el estallido social. El trabajo de casi dos meses se presentará de forma oficial en los próximos días.
La Agenda Social Urbana, como se llamó el documento por parte del CNDU, plantea 12 áreas de trabajo para llevar a cabo desde este año (ver infografía). Esto, con el fin de avanzar en una ciudad con mayor integración social, donde son los programas pilotos los llamados “puntas de lanzas” a posicionar el set de medidas, que contó con cerca de 100 personas en su discusión.
“Son propuestas para ponerlas a prueba y demostrar que cumplen con las exceptivas, que el propio consejo planteó. Lo que se busca es experimentar en casos de integración social, para analizar sus resultados y si son buenos ampliarlos como política pública en general”, dice el presidente del CNDU, Sergio Baeriswyl y agrega que “desde las ciudades hay plataformas muy potentes para corregir mucha de las reivindicaciones que la ciudadanía manifiesta con urgencia”.
Desde el CNDU ven en la construcción de viviendas sociales con integración social, ya sea para vivir o arriendo, por medio de una constructora sin fines de lucro, una posibilidad para lograr una reducción en el costo de viviendas y/o mejorar la calidad de los materiales con que se construyen. Ante este escenario, Baeriswyl comenta que espera que durante junio se dé a conocer el modelo para este piloto, junto al Ministerio de Vivienda (Minvu). También explica que este tipo de iniciativa ya se han implementado en países como Holanda y Uruguay.
Sin embargo, el CNDU aclara que sus programas pilotos no buscan reemplazar, sino completar las políticas de vivienda que hoy existen, donde el sector público y privado también son parte.
En esa línea, también se plantea un piloto con participación de empresas del rubro, donde se construya viviendas en terrenos del Estado y un porcentaje de estas sean destinados a la vivienda del programa del subsidio del Minvu.
Otro de las líneas de trabajo es que los planes reguladores tengan metas de integración social de cara al 2025 y se reduzca los plazos de modificaciones a este tipo de instrumento de 7 a 2,5 años. Eso sí, sin dejar de lado la participación de las personas en la construcción de este, advierte el texto.
Además, se busca trabajar la infraestructura urbana con distintos actores en que se identifiquen las brechas en los barrios, los temas a solucionar, la priorización de estos y la elaboración de un plan para llevarlos a cabo, donde se logre un financiamiento sostenible, y que después se haga un seguimiento a su implementación.
Por otro lado, también se busca fortalecer los mecanismos de recolección de dineros de los municipios por medio de las contribuciones y fomentar el transporte público y movilidad no motorizada en zonas congestionadas.
Sobre cómo este documento responde la crisis sanitaria y la situación económica del país, Baeriswyl comenta que tiene validez dado que hace frente a los problemas de hacinamiento, campamentos, déficit habitacional y desigualdad, entre otras dificultades, que se denuncian hoy. Además, en sus recomendaciones al gobierno en el contexto actual, Baeriswyl dice que sus recomendaciones parten con el llamado a implementar esta agenda urbana. Mientras que, por el lado económico, dice que la construcción de viviendas son un impulso a la reactivación económica del país y que en general la agenda es “austera”.
El documento ya fue entregado de forma remota a la presidente Sebastián Piñera, dado el contexto de financiamiento físico, y se está buscando de posicionar en todas las discusiones de proyectos de ley o junto al trabajo con los ministerios que impulsa el CNDU.
Fuente: Pulso, Jueves 21 de Mayo de 2020

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