Sábado, Noviembre 2, 2024

En III Foro de Infraestructura: Países de A. Latina analizaron políticas aplicadas para enfrentar la crisis generada por el Covid 19

CPI – En el evento -que fue seguido por más de 280 personas- ministros de Chile, Paraguay y Colombia compartieron sus experiencias y dieron cuenta de las medidas puestas en marcha para generar empleos y paliar los graves efectos que ha generado la pandemia en las economías de la región.
Ministros de países latinoamericanos y altos ejecutivos de organismos multilaterales analizaron la compleja situación económica de la región, generada por la pandemia del Covid 19, y las políticas aplicadas desde la infraestructura para generar empleos y crecimiento. Todo ello, en el marco del III Foro Latinoamericano de Infraestructura, en el que participaron más de 280 personas.
El evento, que se realizó en forma virtual, fue organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC). El Foro se prolongará durante marzo y agosto del próximo año, con sesiones similares, con el objetivo de transformarse en el principal espacio de convocatoria de la región para intercambiar experiencias y colaboración acerca de estas materias.
En esta jornada inaugural, el presidente del CPI, Eduardo Frei, destacó la necesidad de replicar en América Latina acuerdos de cooperación, como los que existen en Asia y Europa y que están permitiendo generar sinergias entre los países para superar la grave crisis económica. “Podemos partir realizando proyectos conjuntos en áreas como la infraestructura y la energía, entre otros”, comentó.
Hubo consenso entre los expositores en resaltar a la infraestructura pública y privada como un factor de desarrollo. “Nuestra región necesita adelantar esfuerzos para mejorar la cobertura, calidad y resilencia de servicios básicos de infraestructura para reducir las brechas que existen. Por ejemplo, somos la región que más gasta en servicios de infraestructura y la calidad de ella, si bien ha mejorado en la última década, está a la par de algunos países del norte de África y mira de lejos a las economías más avanzadas”, comentó la representante del BID en Chile, Yolanda Martínez.
Sostuvo que la crisis del Covid continúa afectando a todos los países y es necesario pasar a una fase de recuperación más sostenible y acelerar la transición a economías sustentables, poniendo énfasis en el empleo.
Asimismo, afirmó que la infraestructura debe estar más centrada en los servicios que presta a las personas, más que en el cemento y el hierro.
Por su parte, el gerente del sector de Infraestructura y Energía del BID, José Agustín Aguerre, hizo un llamado a considerar la infraestructura “como un medio para prestar servicios a la población, y no como un fin en sí misma”.
Este enfoque de la infraestructura como servicio -explicó- debería contemplar tres dimensiones: el acceso, donde si bien en América Latina se ha mejorado enormemente, aún hay 20 millones de personas sin luz; 25 millones sin agua potable en sus casas y centenas de millones sin saneamiento; la calidad, “pues hay países con un 20% a 30% de su red vial en malas condiciones, empresas de agua con 50% de pérdida y 20 días de apagones al año”, afirmó.
La tercera dimensión es la asequibilidad; es decir, que la gente pueda pagar por los servicios que se le ofrecen. “En la región se gasta más que en otros lados en electricidad, agua, transportes y comunicaciones. Aquí la mitad más pobre de la población gasta alrededor del 15% del sueldo en infraestructura; en Asia Central, el 12% y en el África Subsahariana, el 10%. Incluso, dentro de la región, hay inequidades acentuadas. En Ciudad de México el quintil más pobre gasta casi el 13% de sus ingresos en infraestructura, mientras que el quintil más alto, el 6%”, aseveró.
El experto afirmó que se están generando en la región fuerzas de cambio que vienen a modificar la forma en la que se prestan los servicios. Las demandas sociales, el cambio climático como próximo gran desafío de la humanidad -que ha elevado los daños económicos derivados de sus efectos de 7 mil millones en los años 70 a más de 100 mil millones en la última década- y la tecnología, que a través de la digitalización y el uso inteligente de datos permitirá tener información de mejor calidad y controlar muchos sistemas en tiempo real, forman parte de estas fuerzas.
“Este escenario obliga a invertir más en servicios básicos e infraestructura; a estimular la competencia de innovación, priorizando calidad del servicio y no precios más bajos a la hora de adjudicar y finalmente, instalar reformas regulatorias concretas que serán la clave para modernizar los servicios en cada sector”, enfatizó José Agustín Aguerre.
Empleo e infraestructura
Durante el Foro se expusieron las medidas implementadas por Paraguay, Colombia y Chile para mitigar los efectos que el Covid 19 ha tenido en las economías.
Al respecto, el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones del Paraguay, Arnoldo Wiens, se refirió a la importancia de mantener la inversión en obras de infraestructura, particularmente en momentos de crisis como las actuales.
“El equipo económico paraguayo ha apostado fuertemente a contrarrestar los efectos de la pandemia a través de las obras públicas y de la inversión; este esfuerzo nos llevará a cerrar el año con una ejecución récord en la historia de nuestro país”, aseveró.
Para elegir proyectos, el gobierno paraguayo ha puesto uno de sus focos en aquellos que impulsan la integración y conectividad con el resto de la región. En este sentido, Wiens destacó el trabajo que se está realizando en la ruta bioceánica entre Carmelo Peralta y el centro del Chaco paraguayo-Pozo Hondo, que permitirá  unir la logística entre los puertos de aguas profundas de ambos océanos. Adicionalmente, están finalizando el diseño del puente que unirá Carmelo Peralta con Puerto Murtinho, que posibilitará la conectividad con el mercado brasileño e incluso, llegar hasta los puertos de Chile.
“Otro de los proyectos destacados es la duplicación de la carretera desde Puerto Falcón, Argentina, con el Puente Remanso, otra vía que va en la línea de integrar y conectar la región, entre otras iniciativas”, afirmó el ministro, resaltando además la fuerte inversión en materias de conectividad digital que está impulsando el gobierno, otra arista relevante en términos de integración.
Por su parte la ministra de Transportes de Colombia, Ángela María Orozco, detalló cómo, incluso a pesar de la pandemia, lograron, gracias a una estrategia conjunta a nivel nacional y regional, sacar adelante muchos proyectos paralizados que hoy en día están incluso inyectando recursos a la economía.
“La pandemia nos obligó a reinventarnos y trabajar en el diseño de protocolos de bioseguridad específicos para los sectores de transporte, construcción e infraestructura. Este plan nos permitió reactivar de manera progresiva los proyectos para no perder el impulso que habíamos logrado antes de la crisis sanitaria. El plan incluyó, por ejemplo, la suspensión de los peajes, para garantizar el abastecimiento de todo el país. Creamos, además, como decreto con fuerza de ley, un centro de logística y transporte que buscaba articular a todos los actores involucrados para garantizar el abastecimiento nacional de manera más rápida, sin la necesidad de elaborar actos administrativos” explica.
Adicionalmente, el gobierno impulsó una medida de alivios económicos, creando líneas de créditos especiales para el sector y prórrogas en los contratos, especialmente para el área de transporte, que se vio mucho más limitada. Las medidas especiales  apalancadas por la Superintendencia Financiera también consideraron los seguros, para que contemplaran las disminuciones de riesgo por no actividad.
La ministra puso especial acento en el papel clave que ha jugado el trabajo conjunto con el sector privado de infraestructura, con el cual llegaron no sólo a acuerdos, sino que se le entregó apoyo financiero para que continuara operando.
La paulatina y exitosa reactivación de los proyectos, a la fecha, se ha traducido en la generación de más de 100 mil empleos.
“Estamos logrando infraestructura para la gente, no solo como determinante para el crecimiento económico de las regiones -desde una perspectiva macro-, sino como motor social que permite accesibilidad a servicios, diversificación económica, generación de empleo, y logra así la diminución de la pobreza y una mejor calidad de vida para todos los colombianos”, dijo.
En el caso de Chile, el ministro de Obras Públicas. Alfredo Moreno, destacó el plan de inversión pública, por US$34 mil millones, para el período 2020-22, que apunta a generar empleos y activar el crecimiento del país.
“Desde el inicio de la pandemia se ha hecho un esfuerzo permanente por evitar la paralización de obras. Esto se suma al trabajo realizado para iniciar nuevas obras y cumplir los objetivos de licitaciones de obras”, aseguró.
En ese contexto, puntualizó que a la fecha de las 1.200 obras en ejecución del MOP, sólo 99 están con reprogramación y que desde julio se han iniciado 575 nuevas obras, por US$ 730 millones, las que generarán 52 mil nuevos empleos hasta junio del próximo año.
Asimismo, el Ministerio de Vivienda, entre agosto y octubre, inició el mejoramiento o construcción de casi 22 mil viviendas y se entregaron 117.000 subsidios habitacionales.
“Adicionalmente, se contempla agilizar la ejecución de 130 proyectos privados, con una inversión de US$ 24.500 millones desde el segundo semestre de 2020 a finales de 2021, que permitirán generar 115.000 empleos”, aseveró Moreno.
En relación a la mano de obra generada, el secretario de Estado subrayó que el último trimestre se crearon 300.000 puestos de trabajo, de los cuales 25% corresponden a la construcción.
Acceso a financiamiento
En esta misma línea, el presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), Sergio Torretti, resaltó que la infraestructura es de un gran valor social. “Constructores y gobiernos, conjuntamente, debemos resaltar para enamorar a la población de las bondades que otorga en su día a día, mejorando la calidad de vida de las personas y sus entornos”, afirmó.
Señaló, sin embargo, que es clave para que la infraestructura sea un motor de desarrollo para la región que se aborde el rol de las instituciones gobernantes; apoyo de financiamiento que los países requieren, tanto interno como de organismos financieros internacionales y modernizar los procesos existentes, con el objetivo de avanzar en procesos transparentes, eficientes y productivos.
Con respecto al financiamiento, el subdirector de Finanzas Públicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Paolo Mauro, se refirió a la importancia de la inversión pública de buena calidad como estrategia fiscal para la recuperación a nivel mundial y a las medidas fiscales sin precedentes adoptadas por las distintas naciones para ayudar a personas y firmas a superar la pandemia, sumando entre todas unos US$ 12 billones, 12% del PIB global.
El experto añadió que hoy existe una oportunidad para que los gobiernos comiencen a tomar medidas dirigidas a soportar la creación de empleo como una actividad que estimule la economía. “En ese contexto, una inversión adecuada puede jugar un rol muy eficiente y rápido para crear trabajo, por ejemplo, a través de proyectos de mantenimiento, que suelen ser muy intensivos en mano de obra”, agregó.
Paolo Mauro se refirió, además, a las estimaciones realizadas por el FMI que evidencian que un aumento de un 1% en el PIB en inversión pública en mercados avanzados y emergentes puede crear en un par de años entre 20 y 30 millones de nuevos empleos y puede aumentar el Producto en más de un 2%.
“Este es un gran impacto; de hecho mayor que en tiempos normales. La razón de este efecto de la inversión pública es que tenemos tasas muy bajas en estas economías. Además, debido a la pandemia, tenemos muchos recursos disponibles que están subempleados, además de ahorros de las firmas del sector privado, que no están invirtiendo debido a la incertidumbre. Por esto, el impulso de la inversión pública es un factor que puede mostrarle el camino al sector privado”, aseveró.
Otro punto destacado por el representante del FMI fue la necesidad de asegurar inversión de calidad, lo cual pasa por contar con procesos robustos de planificación de los proyectos, coincidiendo en que estos deben estar muy centrados en las necesidades presentes y futuras de las personas.
Fuente: CPI, Miércoles 09 de Diciembre de 2020

CPI – En el evento -que fue seguido por más de 280 personas- ministros de Chile, Paraguay y Colombia compartieron sus experiencias y dieron cuenta de las medidas puestas en marcha para generar empleos y paliar los graves efectos que ha generado la pandemia en las economías de la región.
Ministros de países latinoamericanos y altos ejecutivos de organismos multilaterales analizaron la compleja situación económica de la región, generada por la pandemia del Covid 19, y las políticas aplicadas desde la infraestructura para generar empleos y crecimiento. Todo ello, en el marco del III Foro Latinoamericano de Infraestructura, en el que participaron más de 280 personas.
El evento, que se realizó en forma virtual, fue organizado por el Consejo de Políticas de Infraestructura (CPI), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC). El Foro se prolongará durante marzo y agosto del próximo año, con sesiones similares, con el objetivo de transformarse en el principal espacio de convocatoria de la región para intercambiar experiencias y colaboración acerca de estas materias.
En esta jornada inaugural, el presidente del CPI, Eduardo Frei, destacó la necesidad de replicar en América Latina acuerdos de cooperación, como los que existen en Asia y Europa y que están permitiendo generar sinergias entre los países para superar la grave crisis económica. “Podemos partir realizando proyectos conjuntos en áreas como la infraestructura y la energía, entre otros”, comentó.
Hubo consenso entre los expositores en resaltar a la infraestructura pública y privada como un factor de desarrollo. “Nuestra región necesita adelantar esfuerzos para mejorar la cobertura, calidad y resilencia de servicios básicos de infraestructura para reducir las brechas que existen. Por ejemplo, somos la región que más gasta en servicios de infraestructura y la calidad de ella, si bien ha mejorado en la última década, está a la par de algunos países del norte de África y mira de lejos a las economías más avanzadas”, comentó la representante del BID en Chile, Yolanda Martínez.
Sostuvo que la crisis del Covid continúa afectando a todos los países y es necesario pasar a una fase de recuperación más sostenible y acelerar la transición a economías sustentables, poniendo énfasis en el empleo.
Asimismo, afirmó que la infraestructura debe estar más centrada en los servicios que presta a las personas, más que en el cemento y el hierro.
Por su parte, el gerente del sector de Infraestructura y Energía del BID, José Agustín Aguerre, hizo un llamado a considerar la infraestructura “como un medio para prestar servicios a la población, y no como un fin en sí misma”.
Este enfoque de la infraestructura como servicio -explicó- debería contemplar tres dimensiones: el acceso, donde si bien en América Latina se ha mejorado enormemente, aún hay 20 millones de personas sin luz; 25 millones sin agua potable en sus casas y centenas de millones sin saneamiento; la calidad, “pues hay países con un 20% a 30% de su red vial en malas condiciones, empresas de agua con 50% de pérdida y 20 días de apagones al año”, afirmó.
La tercera dimensión es la asequibilidad; es decir, que la gente pueda pagar por los servicios que se le ofrecen. “En la región se gasta más que en otros lados en electricidad, agua, transportes y comunicaciones. Aquí la mitad más pobre de la población gasta alrededor del 15% del sueldo en infraestructura; en Asia Central, el 12% y en el África Subsahariana, el 10%. Incluso, dentro de la región, hay inequidades acentuadas. En Ciudad de México el quintil más pobre gasta casi el 13% de sus ingresos en infraestructura, mientras que el quintil más alto, el 6%”, aseveró.
El experto afirmó que se están generando en la región fuerzas de cambio que vienen a modificar la forma en la que se prestan los servicios. Las demandas sociales, el cambio climático como próximo gran desafío de la humanidad -que ha elevado los daños económicos derivados de sus efectos de 7 mil millones en los años 70 a más de 100 mil millones en la última década- y la tecnología, que a través de la digitalización y el uso inteligente de datos permitirá tener información de mejor calidad y controlar muchos sistemas en tiempo real, forman parte de estas fuerzas.
“Este escenario obliga a invertir más en servicios básicos e infraestructura; a estimular la competencia de innovación, priorizando calidad del servicio y no precios más bajos a la hora de adjudicar y finalmente, instalar reformas regulatorias concretas que serán la clave para modernizar los servicios en cada sector”, enfatizó José Agustín Aguerre.
Empleo e infraestructura
Durante el Foro se expusieron las medidas implementadas por Paraguay, Colombia y Chile para mitigar los efectos que el Covid 19 ha tenido en las economías.
Al respecto, el ministro de Obras Públicas y Comunicaciones del Paraguay, Arnoldo Wiens, se refirió a la importancia de mantener la inversión en obras de infraestructura, particularmente en momentos de crisis como las actuales.
“El equipo económico paraguayo ha apostado fuertemente a contrarrestar los efectos de la pandemia a través de las obras públicas y de la inversión; este esfuerzo nos llevará a cerrar el año con una ejecución récord en la historia de nuestro país”, aseveró.
Para elegir proyectos, el gobierno paraguayo ha puesto uno de sus focos en aquellos que impulsan la integración y conectividad con el resto de la región. En este sentido, Wiens destacó el trabajo que se está realizando en la ruta bioceánica entre Carmelo Peralta y el centro del Chaco paraguayo-Pozo Hondo, que permitirá  unir la logística entre los puertos de aguas profundas de ambos océanos. Adicionalmente, están finalizando el diseño del puente que unirá Carmelo Peralta con Puerto Murtinho, que posibilitará la conectividad con el mercado brasileño e incluso, llegar hasta los puertos de Chile.
“Otro de los proyectos destacados es la duplicación de la carretera desde Puerto Falcón, Argentina, con el Puente Remanso, otra vía que va en la línea de integrar y conectar la región, entre otras iniciativas”, afirmó el ministro, resaltando además la fuerte inversión en materias de conectividad digital que está impulsando el gobierno, otra arista relevante en términos de integración.
Por su parte la ministra de Transportes de Colombia, Ángela María Orozco, detalló cómo, incluso a pesar de la pandemia, lograron, gracias a una estrategia conjunta a nivel nacional y regional, sacar adelante muchos proyectos paralizados que hoy en día están incluso inyectando recursos a la economía.
“La pandemia nos obligó a reinventarnos y trabajar en el diseño de protocolos de bioseguridad específicos para los sectores de transporte, construcción e infraestructura. Este plan nos permitió reactivar de manera progresiva los proyectos para no perder el impulso que habíamos logrado antes de la crisis sanitaria. El plan incluyó, por ejemplo, la suspensión de los peajes, para garantizar el abastecimiento de todo el país. Creamos, además, como decreto con fuerza de ley, un centro de logística y transporte que buscaba articular a todos los actores involucrados para garantizar el abastecimiento nacional de manera más rápida, sin la necesidad de elaborar actos administrativos” explica.
Adicionalmente, el gobierno impulsó una medida de alivios económicos, creando líneas de créditos especiales para el sector y prórrogas en los contratos, especialmente para el área de transporte, que se vio mucho más limitada. Las medidas especiales  apalancadas por la Superintendencia Financiera también consideraron los seguros, para que contemplaran las disminuciones de riesgo por no actividad.
La ministra puso especial acento en el papel clave que ha jugado el trabajo conjunto con el sector privado de infraestructura, con el cual llegaron no sólo a acuerdos, sino que se le entregó apoyo financiero para que continuara operando.
La paulatina y exitosa reactivación de los proyectos, a la fecha, se ha traducido en la generación de más de 100 mil empleos.
“Estamos logrando infraestructura para la gente, no solo como determinante para el crecimiento económico de las regiones -desde una perspectiva macro-, sino como motor social que permite accesibilidad a servicios, diversificación económica, generación de empleo, y logra así la diminución de la pobreza y una mejor calidad de vida para todos los colombianos”, dijo.
En el caso de Chile, el ministro de Obras Públicas. Alfredo Moreno, destacó el plan de inversión pública, por US$34 mil millones, para el período 2020-22, que apunta a generar empleos y activar el crecimiento del país.
“Desde el inicio de la pandemia se ha hecho un esfuerzo permanente por evitar la paralización de obras. Esto se suma al trabajo realizado para iniciar nuevas obras y cumplir los objetivos de licitaciones de obras”, aseguró.
En ese contexto, puntualizó que a la fecha de las 1.200 obras en ejecución del MOP, sólo 99 están con reprogramación y que desde julio se han iniciado 575 nuevas obras, por US$ 730 millones, las que generarán 52 mil nuevos empleos hasta junio del próximo año.
Asimismo, el Ministerio de Vivienda, entre agosto y octubre, inició el mejoramiento o construcción de casi 22 mil viviendas y se entregaron 117.000 subsidios habitacionales.
“Adicionalmente, se contempla agilizar la ejecución de 130 proyectos privados, con una inversión de US$ 24.500 millones desde el segundo semestre de 2020 a finales de 2021, que permitirán generar 115.000 empleos”, aseveró Moreno.
En relación a la mano de obra generada, el secretario de Estado subrayó que el último trimestre se crearon 300.000 puestos de trabajo, de los cuales 25% corresponden a la construcción.
Acceso a financiamiento
En esta misma línea, el presidente de la Federación Interamericana de la Industria de la Construcción (FIIC), Sergio Torretti, resaltó que la infraestructura es de un gran valor social. “Constructores y gobiernos, conjuntamente, debemos resaltar para enamorar a la población de las bondades que otorga en su día a día, mejorando la calidad de vida de las personas y sus entornos”, afirmó.
Señaló, sin embargo, que es clave para que la infraestructura sea un motor de desarrollo para la región que se aborde el rol de las instituciones gobernantes; apoyo de financiamiento que los países requieren, tanto interno como de organismos financieros internacionales y modernizar los procesos existentes, con el objetivo de avanzar en procesos transparentes, eficientes y productivos.
Con respecto al financiamiento, el subdirector de Finanzas Públicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), Paolo Mauro, se refirió a la importancia de la inversión pública de buena calidad como estrategia fiscal para la recuperación a nivel mundial y a las medidas fiscales sin precedentes adoptadas por las distintas naciones para ayudar a personas y firmas a superar la pandemia, sumando entre todas unos US$ 12 billones, 12% del PIB global.
El experto añadió que hoy existe una oportunidad para que los gobiernos comiencen a tomar medidas dirigidas a soportar la creación de empleo como una actividad que estimule la economía. “En ese contexto, una inversión adecuada puede jugar un rol muy eficiente y rápido para crear trabajo, por ejemplo, a través de proyectos de mantenimiento, que suelen ser muy intensivos en mano de obra”, agregó.
Paolo Mauro se refirió, además, a las estimaciones realizadas por el FMI que evidencian que un aumento de un 1% en el PIB en inversión pública en mercados avanzados y emergentes puede crear en un par de años entre 20 y 30 millones de nuevos empleos y puede aumentar el Producto en más de un 2%.
“Este es un gran impacto; de hecho mayor que en tiempos normales. La razón de este efecto de la inversión pública es que tenemos tasas muy bajas en estas economías. Además, debido a la pandemia, tenemos muchos recursos disponibles que están subempleados, además de ahorros de las firmas del sector privado, que no están invirtiendo debido a la incertidumbre. Por esto, el impulso de la inversión pública es un factor que puede mostrarle el camino al sector privado”, aseveró.
Otro punto destacado por el representante del FMI fue la necesidad de asegurar inversión de calidad, lo cual pasa por contar con procesos robustos de planificación de los proyectos, coincidiendo en que estos deben estar muy centrados en las necesidades presentes y futuras de las personas.
Fuente: CPI, Miércoles 09 de Diciembre de 2020

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