Jueves, Marzo 28, 2024

Generar ciudades más sustentables, por Waldo Bustamante

DIARIO FINANCIERO – El cambio climático y la pandemia han sido crisis planetarias que afectan fuertemente a nuestro continente. Las ciudades de América Latina, con altas desigualdades sociales y territoriales, son mucho más vulnerables a los efectos del cambio climático que ciudades de países desarrollados. Todo esto, nos desafía a repensar las ciudades.

En América Latina, la brecha entre la actual situación y la que debiésemos alcanzar para el 2030 y el 2050 es enorme. Por ejemplo, un informe de la UN Environment Programme, la International Energy Agency y la Global Alliance for Building and Construction establece que para alcanzar cero emisiones, y edificios resilientes y eficientes al 2050 las acciones a implementar van desde avanzar prioritariamente en la planificación y desarrollo urbano, en la definición códigos y estándares para eficiencia energética en edificios nuevos y existentes y avanzar rápidamente en rehabilitación de edificios existentes, hasta la promoción de materiales de bajo contenido de carbono y el uso de energías limpias, entre otras acciones tan relevantes y demandantes.

En la búsqueda de soluciones para enfrentar una crisis, se crece. También ante situaciones nuevas. Cuando en plena crisis climática surge la pandemia, comienzan a aparecer iniciativas diversas para una ciudad distinta, una ciudad más amigable, una ciudad más cercana, una ciudad más saludable, con modos de transporte distintos y con modalidades de trabajo diferentes. En el territorio podrán expresarse todas estas ideas y es parte de la ciencia buscar y encontrar las respuestas, sobre todo en aquellos espacios desconocidos.

Si el mundo hubiese adoptado las enseñanzas de la ciencia y el avance tecnológico para ciudades y edificios más sustentables, las crisis que hemos vivido no hubiesen sido tan dramáticas. Esto nos dice que los científicos han hecho su trabajo. Nos falta tal vez avanzar más en la enseñanza y formación de nuestros profesionales.

También nos falta estar más cerca entre nosotros mismos. Tenemos que encontrar espacios permanentes de colaboración. Al mismo tiempo, tenemos que acortar la enorme distancia y el desencuentro que hay entre nuestro trabajo científico y la política. No siempre se nos escucha o se nos respeta desde aquel a veces lejano espacio de los tomadores de decisiones. He ahí otra gran barrera que habrá que ir eliminando, la que podrá ir haciéndose más débil en la medida que trabajemos más cercanamente con las comunidades y con ellas mismas demostrar al resto de la sociedad los caminos posibles y así ir permeando en la política, mostrando a su vez el carácter humanista de nuestro trabajo.

La ciencia no reconoce fronteras entre nuestros países y es esencialmente humanista. La contundencia del conocimiento generado tiene que alzar aún más su voz, para que los tomadores de decisiones finalmente opten por el camino para un mundo mejor. En ciencia sabemos romper fronteras: las fronteras del conocimiento. Rompamos ahora las fronteras que nos separan entre nosotros en cada continente y en el mundo entero para generar una ciudad más sustentable.

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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 23 de Noviembre de 2022

DIARIO FINANCIERO – El cambio climático y la pandemia han sido crisis planetarias que afectan fuertemente a nuestro continente. Las ciudades de América Latina, con altas desigualdades sociales y territoriales, son mucho más vulnerables a los efectos del cambio climático que ciudades de países desarrollados. Todo esto, nos desafía a repensar las ciudades.

En América Latina, la brecha entre la actual situación y la que debiésemos alcanzar para el 2030 y el 2050 es enorme. Por ejemplo, un informe de la UN Environment Programme, la International Energy Agency y la Global Alliance for Building and Construction establece que para alcanzar cero emisiones, y edificios resilientes y eficientes al 2050 las acciones a implementar van desde avanzar prioritariamente en la planificación y desarrollo urbano, en la definición códigos y estándares para eficiencia energética en edificios nuevos y existentes y avanzar rápidamente en rehabilitación de edificios existentes, hasta la promoción de materiales de bajo contenido de carbono y el uso de energías limpias, entre otras acciones tan relevantes y demandantes.

En la búsqueda de soluciones para enfrentar una crisis, se crece. También ante situaciones nuevas. Cuando en plena crisis climática surge la pandemia, comienzan a aparecer iniciativas diversas para una ciudad distinta, una ciudad más amigable, una ciudad más cercana, una ciudad más saludable, con modos de transporte distintos y con modalidades de trabajo diferentes. En el territorio podrán expresarse todas estas ideas y es parte de la ciencia buscar y encontrar las respuestas, sobre todo en aquellos espacios desconocidos.

Si el mundo hubiese adoptado las enseñanzas de la ciencia y el avance tecnológico para ciudades y edificios más sustentables, las crisis que hemos vivido no hubiesen sido tan dramáticas. Esto nos dice que los científicos han hecho su trabajo. Nos falta tal vez avanzar más en la enseñanza y formación de nuestros profesionales.

También nos falta estar más cerca entre nosotros mismos. Tenemos que encontrar espacios permanentes de colaboración. Al mismo tiempo, tenemos que acortar la enorme distancia y el desencuentro que hay entre nuestro trabajo científico y la política. No siempre se nos escucha o se nos respeta desde aquel a veces lejano espacio de los tomadores de decisiones. He ahí otra gran barrera que habrá que ir eliminando, la que podrá ir haciéndose más débil en la medida que trabajemos más cercanamente con las comunidades y con ellas mismas demostrar al resto de la sociedad los caminos posibles y así ir permeando en la política, mostrando a su vez el carácter humanista de nuestro trabajo.

La ciencia no reconoce fronteras entre nuestros países y es esencialmente humanista. La contundencia del conocimiento generado tiene que alzar aún más su voz, para que los tomadores de decisiones finalmente opten por el camino para un mundo mejor. En ciencia sabemos romper fronteras: las fronteras del conocimiento. Rompamos ahora las fronteras que nos separan entre nosotros en cada continente y en el mundo entero para generar una ciudad más sustentable.

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Fuente: Diario Financiero, Miércoles 23 de Noviembre de 2022

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