Viernes, Diciembre 6, 2024

En infraestructura, una mirada de futuro, por Catalina Binder

DIARIO FINANCIERO – Tal como se ha instalado un cierto consenso nacional de que el Gobierno ha actuado en forma eficiente en materia de vacunación ante la pandemia del Covid-19, creemos que es importante también destacar, en este contexto, el esfuerzo que ha hecho desde el sector de la infraestructura para evitar una caída de los niveles de desempleo y crear las condiciones para una rápida recuperación de la inversión.

En efecto, el aumento de los contratos de obras tradicionales que ha suscrito el MOP durante este período, específicamente en vialidad y programas de agua potable rural; los avances en la ejecución de proyectos de EFE y METRO; el destrabamiento de mejoras sustantivas en algunos proyectos concesionados que mostraban restricciones como consecuencia de una mayor demanda; y el empuje que se le ha dado a nuevas concesiones a través de un programa de relicitaciones de la segunda generación de vías principales y de algunas iniciativas nuevas, han tenido un efecto importante, al punto de que hoy el sector de la construcción cuenta con un nivel de empleo similar al de antes de la pandemia.

Tal como lo propusimos en su momento (julio 2020), en pocos meses se destinaron recursos del presupuesto público relevantes para proyectos en cartera, así como desplegar inversión privada para enfrentar el desafío que significaba la pandemia y las consecuencias nefastas que esta podía tener sobre nuestra economía. Estamos seguros de que estas inversiones han contribuido a que este año Chile se encuentra entre los países de la OCDE que más rápido han salido de la crisis.

Al respecto, es importante destacar la buena disposición del sector privado para apoyar estas iniciativas. En un ambiente de alta incertidumbre, ha estado dispuesto a seguir apostando por formas de asociación con el sector público y desplegar su pleno potencial inversor. Es esto lo que explica que durante el presente año se hayan adjudicado proyectos de envergadura por cerca de 3,5 mil millones de dólares y que se vayan a dejar en proceso de licitación otros 1,5 mil millones de dólares en inversiones, con una alta Contribución al empleo, bienestar de las personas y con un impacto importante en la cadena logística.

Las condiciones para mantener este impulso para el período siguiente están disponibles. De acuerdo con lo que se ha leído en la prensa, la Dirección General de Concesiones cuenta, además, con una cartera de proyectos del orden de los cuatro mil millones de dólares para licitar durante el próximo año. Independientemente de quién vaya a gobernar a partir de marzo de 2022, esta debiera ser una muy buena noticia.

Al mantenerse este programa, que obviamente deberá ser revisado por las nuevas autoridades, se daría una serie de mensajes que son muy importantes para el desarrollo del país. En primer lugar, que las políticas de infraestructura son Políticas de Estado y tienen continuidad de un gobierno a otro; en segundo lugar, sería un reconocimiento de que las nuevas autoridades están disponibles para llevar a cabo iniciativas de inversión en conjunto con el sector privado; y en tercer lugar, se dejaría de lado definitivamente cualquier duda acerca del importante rol de la infraestructura en el crecimiento de la economía.

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Fuente: Diario Financiero, Lunes 13 de Diciembre de 2021

DIARIO FINANCIERO – Tal como se ha instalado un cierto consenso nacional de que el Gobierno ha actuado en forma eficiente en materia de vacunación ante la pandemia del Covid-19, creemos que es importante también destacar, en este contexto, el esfuerzo que ha hecho desde el sector de la infraestructura para evitar una caída de los niveles de desempleo y crear las condiciones para una rápida recuperación de la inversión.

En efecto, el aumento de los contratos de obras tradicionales que ha suscrito el MOP durante este período, específicamente en vialidad y programas de agua potable rural; los avances en la ejecución de proyectos de EFE y METRO; el destrabamiento de mejoras sustantivas en algunos proyectos concesionados que mostraban restricciones como consecuencia de una mayor demanda; y el empuje que se le ha dado a nuevas concesiones a través de un programa de relicitaciones de la segunda generación de vías principales y de algunas iniciativas nuevas, han tenido un efecto importante, al punto de que hoy el sector de la construcción cuenta con un nivel de empleo similar al de antes de la pandemia.

Tal como lo propusimos en su momento (julio 2020), en pocos meses se destinaron recursos del presupuesto público relevantes para proyectos en cartera, así como desplegar inversión privada para enfrentar el desafío que significaba la pandemia y las consecuencias nefastas que esta podía tener sobre nuestra economía. Estamos seguros de que estas inversiones han contribuido a que este año Chile se encuentra entre los países de la OCDE que más rápido han salido de la crisis.

Al respecto, es importante destacar la buena disposición del sector privado para apoyar estas iniciativas. En un ambiente de alta incertidumbre, ha estado dispuesto a seguir apostando por formas de asociación con el sector público y desplegar su pleno potencial inversor. Es esto lo que explica que durante el presente año se hayan adjudicado proyectos de envergadura por cerca de 3,5 mil millones de dólares y que se vayan a dejar en proceso de licitación otros 1,5 mil millones de dólares en inversiones, con una alta Contribución al empleo, bienestar de las personas y con un impacto importante en la cadena logística.

Las condiciones para mantener este impulso para el período siguiente están disponibles. De acuerdo con lo que se ha leído en la prensa, la Dirección General de Concesiones cuenta, además, con una cartera de proyectos del orden de los cuatro mil millones de dólares para licitar durante el próximo año. Independientemente de quién vaya a gobernar a partir de marzo de 2022, esta debiera ser una muy buena noticia.

Al mantenerse este programa, que obviamente deberá ser revisado por las nuevas autoridades, se daría una serie de mensajes que son muy importantes para el desarrollo del país. En primer lugar, que las políticas de infraestructura son Políticas de Estado y tienen continuidad de un gobierno a otro; en segundo lugar, sería un reconocimiento de que las nuevas autoridades están disponibles para llevar a cabo iniciativas de inversión en conjunto con el sector privado; y en tercer lugar, se dejaría de lado definitivamente cualquier duda acerca del importante rol de la infraestructura en el crecimiento de la economía.

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Fuente: Diario Financiero, Lunes 13 de Diciembre de 2021

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