Sábado, Diciembre 14, 2024

Digitalización: Clave para el crecimiento de la productividad en América Latina

EL MERCURIO – El Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina entre 2003 y 2016 ha crecido un 48%, de acuerdo con los datos del Banco Mundial. Sin embargo, la brecha en PIB per cápita que separa a la región latinoamericana del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a los países que aportan el 70% del mercado mundial, ha crecido de US$ 23.117 en 2003 a US$ 28.553 en 2016.

Por otro lado, la contribución de la productividad total de los factores de capital, trabajo y materias primas, denominada productividad multifactorial, al crecimiento económico de la región para los últimos catorce años ha sido negativa (-0,48%). La caída de la productividad multifactorial de América Latina se contrapone a la tasa de crecimiento de la misma variable, para igual período, en otras economías como China (3,52%), Corea del Sur (3,46%), Rusia (1,92%), e India (1,76%).

Una extrapolación de la situación actual indica que la postergación de América Latina tiende a continuar, lo cual se afirma sobre las proyecciones a futuro (2018-2027), en las que el Banco Mundial estima que el crecimiento del PIB de la región alcanzará una tasa del 2,35% anual, lo que representa 0,72% de incremento de la fuerza de trabajo, 1,46% de aumento del capital, y tan solo 0,18% de productividad multifactorial. Bajo estos supuestos, la única manera posible de retomar tasas de crecimiento históricas que oscilen alrededor del 3%, y permitan a la región cerrar la brecha con la OCDE, es un aumento de la productividad multifactorial.

En este contexto, la digitalización representa una transformación socioeconómica resultante de la adopción masiva por parte de individuos, empresas y gobierno de tecnologías digitales de información y comunicación, con un impacto significativo en la productividad. De hecho, la contribución de la digitalización al crecimiento del PIB y de la productividad multifactorial es altamente significativa. Un aumento del índice de digitalización de un país de 1% resulta en un incremento de 0,32% en el PIB, y de 0,23% en la productividad multifactorial. Es por ello que el aceleramiento en el desarrollo de la digitalización, tanto en términos de infraestructura digital como en el crecimiento de industrias digitales y la correspondiente digitalización de la producción, representa la palanca fundamental para el aumento de la productividad multifactorial y el correspondiente cerramiento de la brecha que separa a América Latina de los países de la OCDE.

El índice de digitalización de América Latina ha crecido a una tasa anual del 6,47% entre 2005 y 2015. A finales de ese año, la brecha que separaba a América Latina y el Caribe del promedio prorrateado de los países de la OCDE era de 11,93 puntos porcentuales. Si América Latina acelera el crecimiento de la digitalización para alcanzar a la OCDE en 2030, el impacto de la misma en la productividad dará como resultado 0,48 puntos porcentuales adicionales de crecimiento en la productividad multifactorial, aumentando de 0,18% anual a 0,66% anual. Por otro lado, en caso de cumplir este objetivo, la región logrará un crecimiento anual adicional de su PIB de 0,67 puntos porcentuales, lo que le permitiría superar la barrera del crecimiento anual del 3% de aquí a 2030. Así también, el crecimiento del sector y su derrame en el resto de la economía producirán un impacto positivo en la generación de empleo para absorber en el mercado laboral el aumento anual de población esperado del 0,86% para la región. Además, provocará una inyección adicional de capital, lo que contribuirá, a su vez, al crecimiento del PIB en 0,07% anual.

En caso de que América Latina converja en el desarrollo de su ecosistema digital con los niveles de los países de la OCDE, la región alcanzará al 2030 un PIB per cápita adicional de US$ 983 (o sea, US$ 11.164). El escenario de convergencia en la digitalización logrará generar para la región un PIB acumulado adicional de US$ 708.460 millones entre 2017 y 2030 y 411.000 empleos anuales. Por otro lado, si la digitalización no se acelera, el PIB latinoamericano pasaría de representar 22,55% del de la OCDE a 21,81%, con lo que la brecha económica se ampliaría aún más que en la actualidad.

En este punto reside el gran desafío latinoamericano. En un contexto de disminución de las tasas de crecimiento, una de las palancas más importantes para estimular el crecimiento económico es el aumento de la productividad y para que la misma aumente, se debe incrementar la digitalización.

Raul L. Katz
Doctor en Administración y Ciencias Políticas del MIT

Fernando Callorda
Licenciado en Economía de la Universidad de San Andrés (Argentina)

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Fuente: El Mercurio, Sábado 24 de febrero de 2018

EL MERCURIO – El Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina entre 2003 y 2016 ha crecido un 48%, de acuerdo con los datos del Banco Mundial. Sin embargo, la brecha en PIB per cápita que separa a la región latinoamericana del promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que agrupa a los países que aportan el 70% del mercado mundial, ha crecido de US$ 23.117 en 2003 a US$ 28.553 en 2016.

Por otro lado, la contribución de la productividad total de los factores de capital, trabajo y materias primas, denominada productividad multifactorial, al crecimiento económico de la región para los últimos catorce años ha sido negativa (-0,48%). La caída de la productividad multifactorial de América Latina se contrapone a la tasa de crecimiento de la misma variable, para igual período, en otras economías como China (3,52%), Corea del Sur (3,46%), Rusia (1,92%), e India (1,76%).

Una extrapolación de la situación actual indica que la postergación de América Latina tiende a continuar, lo cual se afirma sobre las proyecciones a futuro (2018-2027), en las que el Banco Mundial estima que el crecimiento del PIB de la región alcanzará una tasa del 2,35% anual, lo que representa 0,72% de incremento de la fuerza de trabajo, 1,46% de aumento del capital, y tan solo 0,18% de productividad multifactorial. Bajo estos supuestos, la única manera posible de retomar tasas de crecimiento históricas que oscilen alrededor del 3%, y permitan a la región cerrar la brecha con la OCDE, es un aumento de la productividad multifactorial.

En este contexto, la digitalización representa una transformación socioeconómica resultante de la adopción masiva por parte de individuos, empresas y gobierno de tecnologías digitales de información y comunicación, con un impacto significativo en la productividad. De hecho, la contribución de la digitalización al crecimiento del PIB y de la productividad multifactorial es altamente significativa. Un aumento del índice de digitalización de un país de 1% resulta en un incremento de 0,32% en el PIB, y de 0,23% en la productividad multifactorial. Es por ello que el aceleramiento en el desarrollo de la digitalización, tanto en términos de infraestructura digital como en el crecimiento de industrias digitales y la correspondiente digitalización de la producción, representa la palanca fundamental para el aumento de la productividad multifactorial y el correspondiente cerramiento de la brecha que separa a América Latina de los países de la OCDE.

El índice de digitalización de América Latina ha crecido a una tasa anual del 6,47% entre 2005 y 2015. A finales de ese año, la brecha que separaba a América Latina y el Caribe del promedio prorrateado de los países de la OCDE era de 11,93 puntos porcentuales. Si América Latina acelera el crecimiento de la digitalización para alcanzar a la OCDE en 2030, el impacto de la misma en la productividad dará como resultado 0,48 puntos porcentuales adicionales de crecimiento en la productividad multifactorial, aumentando de 0,18% anual a 0,66% anual. Por otro lado, en caso de cumplir este objetivo, la región logrará un crecimiento anual adicional de su PIB de 0,67 puntos porcentuales, lo que le permitiría superar la barrera del crecimiento anual del 3% de aquí a 2030. Así también, el crecimiento del sector y su derrame en el resto de la economía producirán un impacto positivo en la generación de empleo para absorber en el mercado laboral el aumento anual de población esperado del 0,86% para la región. Además, provocará una inyección adicional de capital, lo que contribuirá, a su vez, al crecimiento del PIB en 0,07% anual.

En caso de que América Latina converja en el desarrollo de su ecosistema digital con los niveles de los países de la OCDE, la región alcanzará al 2030 un PIB per cápita adicional de US$ 983 (o sea, US$ 11.164). El escenario de convergencia en la digitalización logrará generar para la región un PIB acumulado adicional de US$ 708.460 millones entre 2017 y 2030 y 411.000 empleos anuales. Por otro lado, si la digitalización no se acelera, el PIB latinoamericano pasaría de representar 22,55% del de la OCDE a 21,81%, con lo que la brecha económica se ampliaría aún más que en la actualidad.

En este punto reside el gran desafío latinoamericano. En un contexto de disminución de las tasas de crecimiento, una de las palancas más importantes para estimular el crecimiento económico es el aumento de la productividad y para que la misma aumente, se debe incrementar la digitalización.

Raul L. Katz
Doctor en Administración y Ciencias Políticas del MIT

Fernando Callorda
Licenciado en Economía de la Universidad de San Andrés (Argentina)

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Fuente: El Mercurio, Sábado 24 de febrero de 2018

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