Jueves, Abril 25, 2024

DGA establece plan de distribución del Aconcagua y juntas piden mayor infraestructura y solución a pérdidas de Esval

DIARIO FINANCIERO – La semana pasada se cumplió el segundo plazo establecido por la Dirección General de Aguas (DGA) -después del 31 de mayo- para que las juntas de vigilancia del río Aconcagua, en la región de Valparaíso, acordaran un plan de distribución de los caudales. Sin embargo, como finalmente las conversaciones entre los regantes no llegaron a buen puerto, la entidad vinculada al Ministerio de Obras Públicas (MOP) no vio otra opción más que intervenir. Y si hace algunos días el Seremi de Obras Públicas de la V Región, Yanino Riquelme, anunciaba la acción estatal, este martes fue la misma DGA la que confirmó dicha decisión de manera de oficializar la parcelación de las aguas con el objetivo de recaudar los millones de m3 que necesita el Embalse Los Aromos.

De esta manera, y a través de un correo, la dirección envió a las distintas secciones una resolución en la cual señala que en vista del cese de las conversaciones en lo que respecta a este tema, y de las facultades que otorga el nuevo Código de Aguas, “se hace necesario que la DGA ejerza las facultades” dispuestas. E informó que “con el fin de reducir al mínimo los impactos negativos a la actividad agrícola”, se desarrolló “un nuevo modelo en el que se reduce el volumen objetivo de recarga del embalse”. Es decir, pasa de 22 millones de m3 a 19 millones de m3 que deben ser completados a más tardar el 5 de septiembre.

En este sentido, se indica que se compensará la diferencia “con el volumen objetivo anterior, mediante la mantención de un caudal permanente mínimo de 500 litros por segundo a la Planta de Tratamientos de Agua Potable de Concón, luego de alcanzado el volumen antes señalado”. Y el texto agrega que “se dispondrá de un canal pasante que permita la preservación (…) del Humedal Desembocadura Río Aconcagua”, y que también se resguardará el flujo de agua del Humedal Macaya.

El plan de la DGA

De este modo, la DGA ordenó que la primera sección disponga de un caudal de 300 litros por segundo en la planta de Los Andes, de Esval durante 24 horas al día y los siete días de la semana. En el caso de la segunda sección, la situación es similar, pues se estableció que deberán contar con un flujo de 1.350 litros por segundo en la planta Las Vegas por ese mismo tiempo. Y a la tercera sección se le ordenó disponer de 70 litros por segundo en la planta La Cruz, de la misma sanitaria.

Lo anterior, sumado al cierre total de las compuertas durante horarios restringidos en los fines de semana para las tres juntas: La primera lo hará a partir de las 13 hrs, la segunda desde las 16 hrs, y la tercera desde las 18 hrs. De manera que finalmente, el cese de las compuertas por parte de las juntas se hará durante 126 horas en la semana, y 42 horas en los fines de semana. Una cantidad que se acerca levemente a las 132 horas semanales y 36 horas los sábados y domingos propuestas por la primera y segunda junta.

Y a Esval se le ordenó disponer de un caudal medio diario de 100 litros por segundo en la estación fluviométrica de la DGA en la desembocadura del Aconcagua durante las 24 horas del día y todas las semanas. Todo esto con el fin de “asegurar el abastecimiento de agua potable de la población” de la V Región, que comprende las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Concón”, entre otras zonas.

Pero pese a lo informado a la DGA, no todos los regantes están conformes con la decisión. Y es que tal como lo señalan, la intervención por sí sola no es suficiente, y esperan que las autoridades les den soluciones en cuanto a infraestructura y otros esfuerzos que, aseguran, podría cambiar la realidad del lugar.

Necesidades pendientes

Según Mirko Yakasovic, presidente de la Junta de Vigilancia de la Segunda Sección del río Aconcagua, afirmó “sentirse solo en esta lucha”, pues a su juicio, “el problema no es esta intervención en particular, sino que este gobierno está haciendo lo mismo que el anterior en material de sequía: nada”, según dijo. En este sentido, el vocero insistió en que “venimos haciendo propuestas desde hace años y no nos escuchan”, y puntualizó en que “acá lo que se requiere es infraestructura para hacer un buen uso del recurso y es el Estado el que debe invertir en ello”.

“Este valle se está secando y nos siguen pidiendo más y más agua. La agricultura no puede ser menos importante que regar el pasto de los jardines”, agregó.

Por su lado, el presidente de la primera sección, Javier Crasemann, indicó que “toda la cuenca del Aconcagua sufre de grave sequía debido a que hay menor disponibilidad de agua y mayor demanda, por un crecimiento sin planificación, ni acorde a la capacidad del río, el que ya no es capaz de asumir ese aumento que han generado”. Y solicitó nuevas reservas y fuentes de agua, además de “disminuir pérdidas, hacer eficiente a la cuenca con obras y sumar a las aguas subterráneas en la disponibilidad, para así lograr el equilibrio y sustentabilidad de ésta”, según dijo.

“Con el agua que se entregó, durante el invierno de 2021, hubiesen llenado 3 embalses Los Aromos, lo que equivale a 100 millones de metros cúbicos. Por el contrario, se logró llegar al embalse con sólo 22 millones de m3. Esta es una medida muy perjudicial para los pequeños de la zona alta, media y baja de la cuenca”, agrega Crasemann.

Esto, mientras que José Foster, presidente de la tercera junta, dijo que pese a que los regantes que componen aquella sección están “de acuerdo en que hay un reparto, porque indudablemente que el agua tiene prioridad para el consumo humano”, existe una despreocupación del Estado a nivel de obras.

“Esa es nuestra crítica, hace muchos años nosotros pedíamos que se hagan embalses, y no se ha hecho ninguno, y no podemos acumular agua de emergencia como pasa este año. Está bien, repartan el agua como corresponde, porque son ciertos derechos, pero el Estado de momento no ha hecho ninguna obra importante, porque indudablemente el Aconcagua siempre va a estar con problemas, de eso no cabe duda”, agrega Foster.

Reuniones con el MOP

Durante la jornada de este martes los presidentes de la primera y segunda sección se juntaron a solas con el Ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, en una reunión organizada por el diputado y presidente de la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara Baja, Nelson Venegas. En la instancia, los voceros solicitaron al MOP un oficio que permita despachar rápidamente el reglamento que permite la puesta en marcha de la Ley que regula la recolección y utilización de las aguas grises -y que está paralizada desde 2018-, además de “una política mucho más rápida y ágil en lo que tiene que ver con la tramitación de la desalación”, y a esto se suma “una mayor intervención en lo que tiene que ver con las empresas sanitarias” y las pérdidas que estas reportan, explica el parlamentario.

“En definitiva, se empieza a producir una situación bien grave porque en esta zona las aguas subterráneas son muy escasas y solo existen aguas superficiales. En la tercera sección, si bien es cierto, llegan menos aguas superficiales, hay mucha agua subterránea que aflora”, cuenta el diputado. Pero el problema radica en el alto costo que implica obtener ese recurso a partir de pozos.

Y añade que “el problema más grave es que en el trayecto del año pasado, por ejemplo, de la primera sección salieron 80 millones de m3, pero solo llegaron 23 millones de m3 (…) producto del trayecto y el transcurso, ya que (el agua) se va drenando y llena la napas subterráneas”.

“La inversión principal, que al parecer todavía está todavía muy lenta, es la que tiene que ver con los trayectos más alejados de los núcleos urbanos, que es donde principalmente se está perdiendo una cantidad muy grande de agua. Creo que eso también pasa por mejorar las leyes que tienen que ver con la regulación y sobre todo con el mejoramiento de las condiciones de inversión. No olvidemos que el agua que reciben las empresas sanitarias la reciben de manera gratuita a partir de los derechos de agua que ellos tienen”, finaliza Venegas.

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Fuente: Diario Financiero, Jueves 16 de Junio de 2022

DIARIO FINANCIERO – La semana pasada se cumplió el segundo plazo establecido por la Dirección General de Aguas (DGA) -después del 31 de mayo- para que las juntas de vigilancia del río Aconcagua, en la región de Valparaíso, acordaran un plan de distribución de los caudales. Sin embargo, como finalmente las conversaciones entre los regantes no llegaron a buen puerto, la entidad vinculada al Ministerio de Obras Públicas (MOP) no vio otra opción más que intervenir. Y si hace algunos días el Seremi de Obras Públicas de la V Región, Yanino Riquelme, anunciaba la acción estatal, este martes fue la misma DGA la que confirmó dicha decisión de manera de oficializar la parcelación de las aguas con el objetivo de recaudar los millones de m3 que necesita el Embalse Los Aromos.

De esta manera, y a través de un correo, la dirección envió a las distintas secciones una resolución en la cual señala que en vista del cese de las conversaciones en lo que respecta a este tema, y de las facultades que otorga el nuevo Código de Aguas, “se hace necesario que la DGA ejerza las facultades” dispuestas. E informó que “con el fin de reducir al mínimo los impactos negativos a la actividad agrícola”, se desarrolló “un nuevo modelo en el que se reduce el volumen objetivo de recarga del embalse”. Es decir, pasa de 22 millones de m3 a 19 millones de m3 que deben ser completados a más tardar el 5 de septiembre.

En este sentido, se indica que se compensará la diferencia “con el volumen objetivo anterior, mediante la mantención de un caudal permanente mínimo de 500 litros por segundo a la Planta de Tratamientos de Agua Potable de Concón, luego de alcanzado el volumen antes señalado”. Y el texto agrega que “se dispondrá de un canal pasante que permita la preservación (…) del Humedal Desembocadura Río Aconcagua”, y que también se resguardará el flujo de agua del Humedal Macaya.

El plan de la DGA

De este modo, la DGA ordenó que la primera sección disponga de un caudal de 300 litros por segundo en la planta de Los Andes, de Esval durante 24 horas al día y los siete días de la semana. En el caso de la segunda sección, la situación es similar, pues se estableció que deberán contar con un flujo de 1.350 litros por segundo en la planta Las Vegas por ese mismo tiempo. Y a la tercera sección se le ordenó disponer de 70 litros por segundo en la planta La Cruz, de la misma sanitaria.

Lo anterior, sumado al cierre total de las compuertas durante horarios restringidos en los fines de semana para las tres juntas: La primera lo hará a partir de las 13 hrs, la segunda desde las 16 hrs, y la tercera desde las 18 hrs. De manera que finalmente, el cese de las compuertas por parte de las juntas se hará durante 126 horas en la semana, y 42 horas en los fines de semana. Una cantidad que se acerca levemente a las 132 horas semanales y 36 horas los sábados y domingos propuestas por la primera y segunda junta.

Y a Esval se le ordenó disponer de un caudal medio diario de 100 litros por segundo en la estación fluviométrica de la DGA en la desembocadura del Aconcagua durante las 24 horas del día y todas las semanas. Todo esto con el fin de “asegurar el abastecimiento de agua potable de la población” de la V Región, que comprende las comunas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Concón”, entre otras zonas.

Pero pese a lo informado a la DGA, no todos los regantes están conformes con la decisión. Y es que tal como lo señalan, la intervención por sí sola no es suficiente, y esperan que las autoridades les den soluciones en cuanto a infraestructura y otros esfuerzos que, aseguran, podría cambiar la realidad del lugar.

Necesidades pendientes

Según Mirko Yakasovic, presidente de la Junta de Vigilancia de la Segunda Sección del río Aconcagua, afirmó “sentirse solo en esta lucha”, pues a su juicio, “el problema no es esta intervención en particular, sino que este gobierno está haciendo lo mismo que el anterior en material de sequía: nada”, según dijo. En este sentido, el vocero insistió en que “venimos haciendo propuestas desde hace años y no nos escuchan”, y puntualizó en que “acá lo que se requiere es infraestructura para hacer un buen uso del recurso y es el Estado el que debe invertir en ello”.

“Este valle se está secando y nos siguen pidiendo más y más agua. La agricultura no puede ser menos importante que regar el pasto de los jardines”, agregó.

Por su lado, el presidente de la primera sección, Javier Crasemann, indicó que “toda la cuenca del Aconcagua sufre de grave sequía debido a que hay menor disponibilidad de agua y mayor demanda, por un crecimiento sin planificación, ni acorde a la capacidad del río, el que ya no es capaz de asumir ese aumento que han generado”. Y solicitó nuevas reservas y fuentes de agua, además de “disminuir pérdidas, hacer eficiente a la cuenca con obras y sumar a las aguas subterráneas en la disponibilidad, para así lograr el equilibrio y sustentabilidad de ésta”, según dijo.

“Con el agua que se entregó, durante el invierno de 2021, hubiesen llenado 3 embalses Los Aromos, lo que equivale a 100 millones de metros cúbicos. Por el contrario, se logró llegar al embalse con sólo 22 millones de m3. Esta es una medida muy perjudicial para los pequeños de la zona alta, media y baja de la cuenca”, agrega Crasemann.

Esto, mientras que José Foster, presidente de la tercera junta, dijo que pese a que los regantes que componen aquella sección están “de acuerdo en que hay un reparto, porque indudablemente que el agua tiene prioridad para el consumo humano”, existe una despreocupación del Estado a nivel de obras.

“Esa es nuestra crítica, hace muchos años nosotros pedíamos que se hagan embalses, y no se ha hecho ninguno, y no podemos acumular agua de emergencia como pasa este año. Está bien, repartan el agua como corresponde, porque son ciertos derechos, pero el Estado de momento no ha hecho ninguna obra importante, porque indudablemente el Aconcagua siempre va a estar con problemas, de eso no cabe duda”, agrega Foster.

Reuniones con el MOP

Durante la jornada de este martes los presidentes de la primera y segunda sección se juntaron a solas con el Ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, en una reunión organizada por el diputado y presidente de la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara Baja, Nelson Venegas. En la instancia, los voceros solicitaron al MOP un oficio que permita despachar rápidamente el reglamento que permite la puesta en marcha de la Ley que regula la recolección y utilización de las aguas grises -y que está paralizada desde 2018-, además de “una política mucho más rápida y ágil en lo que tiene que ver con la tramitación de la desalación”, y a esto se suma “una mayor intervención en lo que tiene que ver con las empresas sanitarias” y las pérdidas que estas reportan, explica el parlamentario.

“En definitiva, se empieza a producir una situación bien grave porque en esta zona las aguas subterráneas son muy escasas y solo existen aguas superficiales. En la tercera sección, si bien es cierto, llegan menos aguas superficiales, hay mucha agua subterránea que aflora”, cuenta el diputado. Pero el problema radica en el alto costo que implica obtener ese recurso a partir de pozos.

Y añade que “el problema más grave es que en el trayecto del año pasado, por ejemplo, de la primera sección salieron 80 millones de m3, pero solo llegaron 23 millones de m3 (…) producto del trayecto y el transcurso, ya que (el agua) se va drenando y llena la napas subterráneas”.

“La inversión principal, que al parecer todavía está todavía muy lenta, es la que tiene que ver con los trayectos más alejados de los núcleos urbanos, que es donde principalmente se está perdiendo una cantidad muy grande de agua. Creo que eso también pasa por mejorar las leyes que tienen que ver con la regulación y sobre todo con el mejoramiento de las condiciones de inversión. No olvidemos que el agua que reciben las empresas sanitarias la reciben de manera gratuita a partir de los derechos de agua que ellos tienen”, finaliza Venegas.

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Fuente: Diario Financiero, Jueves 16 de Junio de 2022

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