EX – ANTE – La confianza y la iniciativa empresarial son fundamentales para alcanzar los objetivos de crecimiento consensuados. Se espera que las medidas implementadas generen efectos positivos a corto y mediano plazo, estimulando la participación activa del sector privado en inversiones más allá de sus legítimas demandas.
En miras a la reactivación de la economía, ha emergido un importante consenso entre el gobierno y el sector privado. Así, tanto el Presidente Gabriel Boric como los gremios han destacado la necesidad imperante de alcanzar un crecimiento superior al 4%, considerado crucial para mejorar las condiciones de vida en Chile.
La convergencia de posturas se evidencia en medidas concretas adoptadas por el Ejecutivo en los últimos meses. Una de las primeras acciones fue la creación de un “gabinete pro crecimiento”, integrado por diversas carteras, lo que es un claro indicador de la determinación en este camino, el que promueve la adopción de medidas específicas y la supervisión activa para garantizar un impacto positivo en el aumento del producto interno.
En paralelo, el “Pacto Fiscal” anunciado por el gobierno contempla, entre otras, la presentación de dos proyectos de ley al Congreso, con el fin de acelerar la discusión sobre normativas relacionadas con permisos ambientales y sectoriales, reconociendo la urgencia de reducir los plazos de tramitación que históricamente han obstaculizado proyectos de inversión.
Además, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha anunciado un ambicioso programa de ejecución de iniciativas tradicionales que, de concretarse, podría establecer un récord de inversión pública por parte de la cartera. Simultáneamente, se ha impulsado un programa de licitaciones por la vía de las concesiones, lo que consolida a la industria como una “palanca” para el desarrollo.
Otros organismos públicos también han comprometido inversiones. Destaca la reciente asociación estratégica por parte de Desarrollo País para la instalación de fibra óptica en colaboración con Google para conectar Chile con Australia, a través del Océano Pacífico. A esto se suma la ampliación de los puertos de Valparaíso y San Antonio, además de proyectos ferroviarios asociados para pasajeros y carga.
Han surgido nuevas alianzas como la asociación entre Codelco y SQM para la explotación de litio y el soporte diseñado por parte del Estado a proyectos privados para el desarrollo de la industria del hidrógeno verde. A través de este esfuerzo se busca diversificar y fortalecer la base económica del país.
Aunque la inversión pública es relevante -representando el 20% del total-, se reconoce que el impulso principal debe provenir de los privados. La confianza y la iniciativa empresarial son fundamentales para alcanzar los objetivos de crecimiento consensuados. Se espera que las medidas implementadas generen efectos positivos a corto y mediano plazo, estimulando la participación activa del sector privado en inversiones más allá de sus legítimas demandas.
Ante este escenario, Chile se presenta como una tierra de oportunidades. Los objetivos comunes entre el gobierno y los privados, respaldada por medidas concretas y proyectos ambiciosos, refleja un compromiso compartido hacia un futuro económico más robusto. La confianza y la colaboración deberán continuar siendo pilares fundamentales para capitalizar las oportunidades que el país ofrece en la actualidad.
Fuente: Ex-Ante, Miércoles 17 de Enero de 2024