Viernes, Diciembre 6, 2024

Crisis sanitaria promueve nuevas formas de entender y planificar las ciudades

LA DISCUSIÓN – La Planificación urbana es una de las claves de este 2020 y seguramente lo será durante el 2021, cuando comiencen a ser ejecutadas las propuestas que buscan cambiarle la cara a la capital regional, con la aplicación del Plan Regulador Intercomunal, Prich, recientemente aprobado y sean iniciados los estudios para los instrumentos de planificación tanto para Chillán como para Chillán Viejo.

A ello se suman la entrega del proyecto para generar un Barrio Cívico y el comienzo de obras para conformar la nueva red vial de la urbe, que modernizará y ampliará las grandes avenidas en especial hacia la periferia.

El contexto de pandemia, generó un amplio debate respecto de las características que tendrán tener las ciudades en el futuro, las cuales estarían más enfocadas en el peatón, construir edificaciones de menor envergadura, áreas verdes de mayor superficie y calidad, vías expeditas y externalizar servicios hacia sectores periféricos, ahora concentrados en pocas calles céntricas.

González agrega que “si bien el Prich fue aprobado, faltan espacios de diálogo para ver cómo quedó este instrumento de planificación y lo mismo pasa con el estudio del Barrio Cívico, que necesitan ser mostrados a la comunidad y a organismos técnicos como el Colegio de Arquitectos”.

El arquitecto y artista visual, José Luis Gacitúa, señaló que “el 2020 ha dejado en evidencia la transformación de la ciudad una transformación que denigra a la ciudad, que la empobrece y que también ha dejado en evidencia que es la ciudad del individualismo, donde cada quien puede construir como quiera a la altura que quiere y con la calidad de arquitectura que quiera y como sabemos que quienes se benefician de esto son las inmobiliarias, las constructoras generan proyectos que no bastan para generar calidad de vida”.

Es por ello, apunta Gacitúa, que el próximo paso es limitar la altura de las edificaciones en la ciudad y junto con ello, “volver al origen” esto es, planificar la ciudad como se hizo tras el terremoto de 1939, de tal manera que en la urbe “cada edificio de la ciudad se diseñe de manera unitaria y responda a las necesidades el futuro, que cada edificio reconozca su entorno, sus edificios vecinos y no los perjudique sino que tengamos la capacidad de convivir en armonía y que cada edificio sea un aporte arquitectónico y estético para la ciudad”.

El arquitecto Claudio Martínez Cerda, recalcó que “durante el año 2020, Nuble Transversal hizo una propuesta concreta respecto a regular las alturas en el centro de la ciudad, de modo de preservar a calidad de vida de sus habitantes y proteger el patrimonio arquitectónico que existe en esa zona”.

La municipalidad, destacó, “nos comunicó oficialmente que la propuesta será considerada como una opción en el estudio que se está haciendo de la modificación del Plan Regulador con el fin de establecer zonas protegidas para preservar el patrimonio”.

El arquitecto, subraya que si bien “es un avance, aún es insuficiente. También el Consejo de Monumentos Nacionales nos hizo saber que está estudiando polígonos para ser declarados zona típica”.

De esta manera, recalca Claudio Martínez, “se ha socializado en la comunidad la percepción de que el actual Plan Regulador Comunal pone en riesgo los valores urbanos y patrimoniales de la ciudad. Para el año que viene se espera que estas iniciativas se transformen en instrumentos de planificación validados por las instancias correspondientes. Las nuevas autoridades debieran hacerse cargo de ello”.

CNDU

Los temas analizados por los profesionales para el desarrollo de la ciudad, han sido debatidas en varias ocasiones por autoridades locales y nacionales y forman parte de los debates que se han planteado en el marco del Consejo de Desarrollo Urbano a nivel nacional, que se sustenta en la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU).

La misión declarada del organismo es “asesorar a las autoridades regionales en materias de desarrollo urbano, profundizar la coordinación entre los distintos actores urbanos regionales, enriquecer las propuestas de política pública nacional y regional en materia urbana, colaborar en la construcción de una visión de desarrollo de las ciudades regionales con un enfoque coherente con la PNDU, proponer una mirada regional para la implementación de la PNDU y establecer un puente de colaboración entre esta instancia regional y el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano”, entre otras materias.

Escala humana

Sergio Baeriswyl precisó que los aportes de este naciente organismo para generar políticas de planificación, apuntan hacia la creación de ciudades armónicas, sustentables y a escala humana.

El ente asesor, si bien realiza un diagnóstico y establece los criterios más adecuados de los procesos de planificación de largo plazo, emitirá conclusiones que deberán ser tomadas como “sugerencias”.

Baeriswyl, destacó recientemente que los temas que preocupan a la ciudad son: “transporte público, más áreas verdes, más integración social, mejor coordinación de obras de infraestructura, mejor conectividad, patrimonio, en fin, son temas que espontáneamente uno ha visto que han surgido en todas las ciudades y creo que aquí también van a aparecer dentro de la discusión”, destacó Baeriswyl.

La pandemia por coronavirus, está propiciando cambios en usos y costumbres, de tal manera que la emergencia puede convertirse en una oportunidad para generar nuevas prácticas y modelos de diseño y construcción de las ciudades.

Expertos nacionales en urbanismo y arquitectura participaron recientemente en un debate donde se proyectaron las ciudades a partir de las enseñanzas que deja la epidemia global, y en el caso de Chillán, realizaron sugerencias importantes que apuntan a generar una ciudad amable, a escala humana, donde se prioricen los espacios de encuentro y las altas torres aisladas sean reemplazadas por edificaciones de menor envergadura y de diseños que encajen menor en el entorno.

Una de las actividades fue realizada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) filial Chillán, que invitó al reconocido arquitecto de la UDD y asesor del CNDU, Pablo Allard Serrano. En tanto, la Corporación Ñuble Transversal convocó a Sebastián Gray, presidente el Colegio de Arquitectos de Chile y académico de la PUC.

Densificación

Pablo Allard indicó a La Discusión que “el centro de Chillán, particularmente entre las cuatro avenidas, cuenta con un casco urbano con alto potencial para densificación armónica, ya que cuenta con todas las características para ser una “ciudad 15 minutos”, esto es, que todos los servicios, comercio, estudio y trabajo estén a 15 minutos caminando o en ciclo de tu hogar. Es clave definir densidades y condiciones que permitan una imagen urbana compacta y coherente con el carácter y potencial futuro de la ciudad. Más que torres aisladas en altura, sería deseable llegar a densidades de entre 800 a 1.000 habitantes por hectárea con edificios más compactos, de entre seis a nueve pisos, fachadas continuas, y lo más importante, que incorporen usos mixtos particularmente en los primeros pisos”.

Durante su exposición el profesional puso de relieve la importancia que adquirirán los espacios urbanos, donde las personas puedan interactuar con la naturaleza, divertirse y relacionarse.

El especialista plantea que “según el Sistema de Indicadores y Estándares del Desarrollo Urbano (Siedu) desarrollado por el INE y el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Chillán cuenta con 5,8 metros cuadrados de áreas verdes públicas por habitante, Chillán Viejo 5 m2 y San Carlos 7,7 m2, lo si bien está por sobre el estándar nacional, todavía es bajo respecto a la meta establecida por el CNDU de 10 m2 por habitante”.

En el Chillán post pandemia, reflexiona el arquitecto, se debería promover el transporte público mayor con mejores microbuses, además de avanzar hacia la Smart City.

Durante la mencionada reunión Sebastián Grey, académico de la Pontificia Universidad Católica y presidente nacional el Colegio de Arquitectos, comentó que “Chillán se puede densificar en los bordes y bajar la densidad en el centro”.

Sebastián Gray expuso en relación al actual instrumento de planificación comunal de Chillán, que “es un error gravísimo y por lo tanto si hay conciencia que hay un error en el Plan Regulador. Las medidas que hay que tomar para modificar el Plan Regulador deben incluir algunas que sean capaces de contener inmediatamente las presiones inmobiliarias, que sin duda ya existen”.

Gray agregó: “no me cabe duda que las inmobiliarias ya han pinchado las manzanas del centro de la ciudad poniendo un edificio en cada una y jodiendo la ciudad para siempre. Eso hay que evitarlo a toda costa”.

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Fuente: La Discusión, Domingo 27 de Diciembre de 2020

LA DISCUSIÓN – La Planificación urbana es una de las claves de este 2020 y seguramente lo será durante el 2021, cuando comiencen a ser ejecutadas las propuestas que buscan cambiarle la cara a la capital regional, con la aplicación del Plan Regulador Intercomunal, Prich, recientemente aprobado y sean iniciados los estudios para los instrumentos de planificación tanto para Chillán como para Chillán Viejo.

A ello se suman la entrega del proyecto para generar un Barrio Cívico y el comienzo de obras para conformar la nueva red vial de la urbe, que modernizará y ampliará las grandes avenidas en especial hacia la periferia.

El contexto de pandemia, generó un amplio debate respecto de las características que tendrán tener las ciudades en el futuro, las cuales estarían más enfocadas en el peatón, construir edificaciones de menor envergadura, áreas verdes de mayor superficie y calidad, vías expeditas y externalizar servicios hacia sectores periféricos, ahora concentrados en pocas calles céntricas.

González agrega que “si bien el Prich fue aprobado, faltan espacios de diálogo para ver cómo quedó este instrumento de planificación y lo mismo pasa con el estudio del Barrio Cívico, que necesitan ser mostrados a la comunidad y a organismos técnicos como el Colegio de Arquitectos”.

El arquitecto y artista visual, José Luis Gacitúa, señaló que “el 2020 ha dejado en evidencia la transformación de la ciudad una transformación que denigra a la ciudad, que la empobrece y que también ha dejado en evidencia que es la ciudad del individualismo, donde cada quien puede construir como quiera a la altura que quiere y con la calidad de arquitectura que quiera y como sabemos que quienes se benefician de esto son las inmobiliarias, las constructoras generan proyectos que no bastan para generar calidad de vida”.

Es por ello, apunta Gacitúa, que el próximo paso es limitar la altura de las edificaciones en la ciudad y junto con ello, “volver al origen” esto es, planificar la ciudad como se hizo tras el terremoto de 1939, de tal manera que en la urbe “cada edificio de la ciudad se diseñe de manera unitaria y responda a las necesidades el futuro, que cada edificio reconozca su entorno, sus edificios vecinos y no los perjudique sino que tengamos la capacidad de convivir en armonía y que cada edificio sea un aporte arquitectónico y estético para la ciudad”.

El arquitecto Claudio Martínez Cerda, recalcó que “durante el año 2020, Nuble Transversal hizo una propuesta concreta respecto a regular las alturas en el centro de la ciudad, de modo de preservar a calidad de vida de sus habitantes y proteger el patrimonio arquitectónico que existe en esa zona”.

La municipalidad, destacó, “nos comunicó oficialmente que la propuesta será considerada como una opción en el estudio que se está haciendo de la modificación del Plan Regulador con el fin de establecer zonas protegidas para preservar el patrimonio”.

El arquitecto, subraya que si bien “es un avance, aún es insuficiente. También el Consejo de Monumentos Nacionales nos hizo saber que está estudiando polígonos para ser declarados zona típica”.

De esta manera, recalca Claudio Martínez, “se ha socializado en la comunidad la percepción de que el actual Plan Regulador Comunal pone en riesgo los valores urbanos y patrimoniales de la ciudad. Para el año que viene se espera que estas iniciativas se transformen en instrumentos de planificación validados por las instancias correspondientes. Las nuevas autoridades debieran hacerse cargo de ello”.

CNDU

Los temas analizados por los profesionales para el desarrollo de la ciudad, han sido debatidas en varias ocasiones por autoridades locales y nacionales y forman parte de los debates que se han planteado en el marco del Consejo de Desarrollo Urbano a nivel nacional, que se sustenta en la Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU).

La misión declarada del organismo es “asesorar a las autoridades regionales en materias de desarrollo urbano, profundizar la coordinación entre los distintos actores urbanos regionales, enriquecer las propuestas de política pública nacional y regional en materia urbana, colaborar en la construcción de una visión de desarrollo de las ciudades regionales con un enfoque coherente con la PNDU, proponer una mirada regional para la implementación de la PNDU y establecer un puente de colaboración entre esta instancia regional y el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano”, entre otras materias.

Escala humana

Sergio Baeriswyl precisó que los aportes de este naciente organismo para generar políticas de planificación, apuntan hacia la creación de ciudades armónicas, sustentables y a escala humana.

El ente asesor, si bien realiza un diagnóstico y establece los criterios más adecuados de los procesos de planificación de largo plazo, emitirá conclusiones que deberán ser tomadas como “sugerencias”.

Baeriswyl, destacó recientemente que los temas que preocupan a la ciudad son: “transporte público, más áreas verdes, más integración social, mejor coordinación de obras de infraestructura, mejor conectividad, patrimonio, en fin, son temas que espontáneamente uno ha visto que han surgido en todas las ciudades y creo que aquí también van a aparecer dentro de la discusión”, destacó Baeriswyl.

La pandemia por coronavirus, está propiciando cambios en usos y costumbres, de tal manera que la emergencia puede convertirse en una oportunidad para generar nuevas prácticas y modelos de diseño y construcción de las ciudades.

Expertos nacionales en urbanismo y arquitectura participaron recientemente en un debate donde se proyectaron las ciudades a partir de las enseñanzas que deja la epidemia global, y en el caso de Chillán, realizaron sugerencias importantes que apuntan a generar una ciudad amable, a escala humana, donde se prioricen los espacios de encuentro y las altas torres aisladas sean reemplazadas por edificaciones de menor envergadura y de diseños que encajen menor en el entorno.

Una de las actividades fue realizada por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) filial Chillán, que invitó al reconocido arquitecto de la UDD y asesor del CNDU, Pablo Allard Serrano. En tanto, la Corporación Ñuble Transversal convocó a Sebastián Gray, presidente el Colegio de Arquitectos de Chile y académico de la PUC.

Densificación

Pablo Allard indicó a La Discusión que “el centro de Chillán, particularmente entre las cuatro avenidas, cuenta con un casco urbano con alto potencial para densificación armónica, ya que cuenta con todas las características para ser una “ciudad 15 minutos”, esto es, que todos los servicios, comercio, estudio y trabajo estén a 15 minutos caminando o en ciclo de tu hogar. Es clave definir densidades y condiciones que permitan una imagen urbana compacta y coherente con el carácter y potencial futuro de la ciudad. Más que torres aisladas en altura, sería deseable llegar a densidades de entre 800 a 1.000 habitantes por hectárea con edificios más compactos, de entre seis a nueve pisos, fachadas continuas, y lo más importante, que incorporen usos mixtos particularmente en los primeros pisos”.

Durante su exposición el profesional puso de relieve la importancia que adquirirán los espacios urbanos, donde las personas puedan interactuar con la naturaleza, divertirse y relacionarse.

El especialista plantea que “según el Sistema de Indicadores y Estándares del Desarrollo Urbano (Siedu) desarrollado por el INE y el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, Chillán cuenta con 5,8 metros cuadrados de áreas verdes públicas por habitante, Chillán Viejo 5 m2 y San Carlos 7,7 m2, lo si bien está por sobre el estándar nacional, todavía es bajo respecto a la meta establecida por el CNDU de 10 m2 por habitante”.

En el Chillán post pandemia, reflexiona el arquitecto, se debería promover el transporte público mayor con mejores microbuses, además de avanzar hacia la Smart City.

Durante la mencionada reunión Sebastián Grey, académico de la Pontificia Universidad Católica y presidente nacional el Colegio de Arquitectos, comentó que “Chillán se puede densificar en los bordes y bajar la densidad en el centro”.

Sebastián Gray expuso en relación al actual instrumento de planificación comunal de Chillán, que “es un error gravísimo y por lo tanto si hay conciencia que hay un error en el Plan Regulador. Las medidas que hay que tomar para modificar el Plan Regulador deben incluir algunas que sean capaces de contener inmediatamente las presiones inmobiliarias, que sin duda ya existen”.

Gray agregó: “no me cabe duda que las inmobiliarias ya han pinchado las manzanas del centro de la ciudad poniendo un edificio en cada una y jodiendo la ciudad para siempre. Eso hay que evitarlo a toda costa”.

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Fuente: La Discusión, Domingo 27 de Diciembre de 2020

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