CPI – El Consejo de Política de Infraestructura (CPI) celebró este martes 30 el diálogo “Logística Urbana: ¿Congestión o Con gestión?”, donde académicos, representantes del sector privado y autoridades coincidieron en la urgente necesidad de transformar la planificación urbana para integrar la logística como un componente esencial de la movilidad, en lugar de tratarla como un problema a restringir.
La principal conclusión del encuentro es que la logística urbana, indispensable para poder abastecer a las ciudades, es la “gran omisión” en la planificación. La falta de coordinación entre los distintos actores y la falta de infraestructura y de sistemas para hacer frente a este problema, están generando costos significativos —tanto económicos como sociales— que terminan siendo asumidos por los consumidores finales.
Entre los desafíos clave de la logística urbana se mencionó el impacto económico directo ya que la congestión, las restricciones horarias y la escasez de infraestructura para carga y descarga se traducen en mayores gastos de combustible, más horas-hombre y en multas. Estos costos se traspasan al precio final de los productos. Del mismo modo, se traducen en mayores tiempos de desplazamientos para los distintos modos, en la generación de mayores emisiones y mayores riesgos de accidente.
También se debe abordar la ineficiencia operacional pues las empresas son forzadas a utilizar vehículos de menor tonelaje (1.700 kg en lugar de 5 toneladas) y los transportistas pierden productividad al tener que buscar estacionamiento lejos del punto de entrega. Se señaló que la distancia óptima para una entrega eficiente debe ser de 50 a 100 metros del lugar de aparcamiento.
Finalmente, y no menor, es la gobernanza fragmentada pues no existe una única autoridad reguladora, lo que provoca una dispersión y descoordinación de normativas (horarios, restricciones) entre los distintos municipios de la región y una falta de planificación donde se integren los requisitos de transporte, con el uso de las veredas de corredores, de ciclovías entre otros.
Propuestas centrales
Los expositores Ricardo Giesen (UC), Ailynne Valencia (ICB), Margarita Amaya (Conecta Logística) y Matías Salazar (Gore Metropolitano), delinearon tres pilares de soluciones.
Las más relevantes fueron la creación de una Autoridad Metropolitana de Movilidad con facultades para coordinar la totalidad de los elementos de movilidad, incluyendo a la logística urbana; armonizar las normativas municipales para generar un estándar de criterios y horarios que facilite la circulación y operación de la carga a nivel de ciudad; y crear un registro regional de operadores logísticos que permita identificarlos y coordinar el otorgamiento de derechos de circulación.
Además, se propuso crear una Red Vial Logística Compartida que permita utilizar la infraestructura existente de manera dinámica. Esto implicaría permitir el uso de corredores y vías exclusivas para buses durante los horarios fuera de punta para vehículos de carga, creando una red básica coordinada (estimada en ~350 km); implementar zonas de estacionamiento temporal, fáciles de explicar y fiscalizar, reservadas para la carga y descarga, garantizando que el punto de entrega esté a una distancia razonable; y diseñar la red de ciclovías planificada con la perspectiva de la última milla, habilitando estos corredores para el transporte de carga en bicicleta, junto con estacionamientos seguros.
En cuanto a planificación estratégica, los expertos coincidieron en la necesidad de definir estratégicamente la ubicación de bodegas urbanas y promover la creación de Centros de Consolidación de Carga Urbana (Darkstores) para reducir los viajes innecesarios y aumentar la eficiencia; y aplicar tecnología y datos de tráfico en tiempo real para optimizar las rutas y reducir la incertidumbre en los tiempos de viaje.
Ver Presentación Matías Salazar
Fuente: Consejo Políticas de Infraestructura, Miércoles 1 de Octubre de 2025





