Sábado, Diciembre 7, 2024

Costo de hospitales

EL MERCURIO – La División de Inversiones del Ministerio de Salud ha dado a conocer que el costo de los hospitales financiados por el Estado es hasta un 30% mayor que el de los concesionados, lo que contrasta con lo afirmado durante el gobierno anterior, y que sirvió como argumento para detener el plan de concesiones hospitalarias que había comenzado durante el primer gobierno del Presidente Piñera, y sustituirlo por un programa de hospitales financiados por el Estado.

La oposición a los hospitales concesionados tenía dos vertientes: una ideológica, que se oponía a ellos porque la empresa privada no se debe involucrar con la medicina estatal, y una segunda, debido a que algunos trabajadores de servicios como aseo y alimentación serían reemplazados por empleados del concesionario. El gobierno pasado paralizó concesiones hospitalarias, incluso una ya adjudicada, y frenó otras. Como resultado, establecimientos que ya debieran estar operando tienen años de retraso.

Según el análisis del Ministerio de Salud, los hospitales que se construyen a través del modelo tradicional retrasan la entrega de las obras en 18,6% (casi un año extra a los cuatro que suelen tardar), tres veces más que en el caso de los concesionados. ¿Qué puede explicar esta diferencia? La razón principal estaría en los procedimientos utilizados. En el caso de los concesionados, el MOP comienza con un anteproyecto que se discute con la empresa constructora, la que puede sugerir cambios que deben ser visados por el Minsal. Una vez definido el proyecto, el MOP trata de apegarse a él, evitando en lo posible renegociar el contrato, pues la experiencia le ha enseñado que las renegociaciones encarecen los costos y retrasan los proyectos. El concesionario, por su parte, se interesa en terminar pronto el proyecto, pues solo entonces puede comenzar a recibir su compensación. Por último, si aparecen conflictos, existe un Panel Técnico que emite recomendaciones en forma rápida.

En el modelo tradicional, en cambio, el proyecto inicial tiene un nivel de detalle muy básico, y se modifica a medida que avanza la construcción. Estos cambios al contrato pueden ser muy rentables para las constructoras. El proyecto se retrasa en discusiones sobre las modificaciones y su costo. Además, no existe un procedimiento expedito para la resolución de conflictos.

Pero también no hay que perder de vista que los hospitales concesionados tienen sus propios problemas. Un ejemplo es la a veces compleja relación entre el director del hospital y el concesionario. Es una de las razones por las que las nuevas concesiones hospitalarias no incluirían más que la construcción, dejando fuera el asco y la alimentación. Pero se preserva una de las ventajas principales de las concesiones: un mantenimiento permanente del hospital y sus equipos.

En la discusión sobre la salud pública, a veces la ideología y los grupos de poder entran en conflicto con el interés público. El caso de la construcción de hospitales es un ejemplo de ello, en que los costos son pagados por los pacientes, usualmente personas de menores ingresos.

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Fuente: El Mercurio, Miércoles 21 de noviembre de 2018

EL MERCURIO – La División de Inversiones del Ministerio de Salud ha dado a conocer que el costo de los hospitales financiados por el Estado es hasta un 30% mayor que el de los concesionados, lo que contrasta con lo afirmado durante el gobierno anterior, y que sirvió como argumento para detener el plan de concesiones hospitalarias que había comenzado durante el primer gobierno del Presidente Piñera, y sustituirlo por un programa de hospitales financiados por el Estado.

La oposición a los hospitales concesionados tenía dos vertientes: una ideológica, que se oponía a ellos porque la empresa privada no se debe involucrar con la medicina estatal, y una segunda, debido a que algunos trabajadores de servicios como aseo y alimentación serían reemplazados por empleados del concesionario. El gobierno pasado paralizó concesiones hospitalarias, incluso una ya adjudicada, y frenó otras. Como resultado, establecimientos que ya debieran estar operando tienen años de retraso.

Según el análisis del Ministerio de Salud, los hospitales que se construyen a través del modelo tradicional retrasan la entrega de las obras en 18,6% (casi un año extra a los cuatro que suelen tardar), tres veces más que en el caso de los concesionados. ¿Qué puede explicar esta diferencia? La razón principal estaría en los procedimientos utilizados. En el caso de los concesionados, el MOP comienza con un anteproyecto que se discute con la empresa constructora, la que puede sugerir cambios que deben ser visados por el Minsal. Una vez definido el proyecto, el MOP trata de apegarse a él, evitando en lo posible renegociar el contrato, pues la experiencia le ha enseñado que las renegociaciones encarecen los costos y retrasan los proyectos. El concesionario, por su parte, se interesa en terminar pronto el proyecto, pues solo entonces puede comenzar a recibir su compensación. Por último, si aparecen conflictos, existe un Panel Técnico que emite recomendaciones en forma rápida.

En el modelo tradicional, en cambio, el proyecto inicial tiene un nivel de detalle muy básico, y se modifica a medida que avanza la construcción. Estos cambios al contrato pueden ser muy rentables para las constructoras. El proyecto se retrasa en discusiones sobre las modificaciones y su costo. Además, no existe un procedimiento expedito para la resolución de conflictos.

Pero también no hay que perder de vista que los hospitales concesionados tienen sus propios problemas. Un ejemplo es la a veces compleja relación entre el director del hospital y el concesionario. Es una de las razones por las que las nuevas concesiones hospitalarias no incluirían más que la construcción, dejando fuera el asco y la alimentación. Pero se preserva una de las ventajas principales de las concesiones: un mantenimiento permanente del hospital y sus equipos.

En la discusión sobre la salud pública, a veces la ideología y los grupos de poder entran en conflicto con el interés público. El caso de la construcción de hospitales es un ejemplo de ello, en que los costos son pagados por los pacientes, usualmente personas de menores ingresos.

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Fuente: El Mercurio, Miércoles 21 de noviembre de 2018

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