Viernes, Marzo 29, 2024

Contraloría y obras públicas, por Víctor Ríos

EL MERCURIO – A pesar de las declaraciones del señor contralor de la República, Jorge Bermúdez, en el aniversario número 92 de dicha institución, lo cierto es que en los últimos meses, importantes empresas constructoras, nacionales y extranjeras, se han cuestionado seriamente seguir participando en licitaciones de obras públicas, debido a la inadecuada intromisión de la Contraloría General de la República en cuestiones técnicas e ingenieriles, muchas veces con errores manifiestos de interpretación.
Como consecuencia de ello, tanto el MOP como los Servicios de Salud (estos últimos respecto de los hospitales) se han visto en la práctica bloqueados e impedidos de tomar decisiones técnicas oportunas para el avance de los proyectos.
Nadie discute la necesaria supervisión de la Contraloría respecto de la legalidad de los actos administrativos en un contrato de obra pública; sin embargo, no es admisible que dicha entidad de control se inmiscuya más allá de sus competencias en cuestiones de mérito técnico que en definitiva no le corresponden, más aún cuando el art. 111 de la Ley Orgánica del MOP otorga autoridad expresa al ministro de OO.PP. por sobre el contralor.
Lo anterior se traduce en un aumento sustantivo de los plazos de ejecución de las obras, en un aumento de sus costos, en una creciente judicialización, y lo que es más grave, en una suerte de paralización de las obras públicas, restringiendo de paso la libre competencia.
Resulta urgente y necesario avanzar hacia una institucionalidad moderna en materia de contratos de Obras Públicas, que clarifique los roles que a cada uno le corresponden. De lo contrario, nuestro país seguirá cayendo en los índices mundiales de competitividad en infraestructura, pilar fundamental para nuestro desarrollo. Sin una correcta institucionalidad y una normativa moderna, difícilmente lograremos revertir el creciente déficit de infraestructura.
Víctor Ríos Salas
Abogado
Director Sociedad Chilena del Derecho de la Construcción
Ver Artículo
Fuente: El Mercurio, Miércoles 03 de abril de 2019

EL MERCURIO – A pesar de las declaraciones del señor contralor de la República, Jorge Bermúdez, en el aniversario número 92 de dicha institución, lo cierto es que en los últimos meses, importantes empresas constructoras, nacionales y extranjeras, se han cuestionado seriamente seguir participando en licitaciones de obras públicas, debido a la inadecuada intromisión de la Contraloría General de la República en cuestiones técnicas e ingenieriles, muchas veces con errores manifiestos de interpretación.
Como consecuencia de ello, tanto el MOP como los Servicios de Salud (estos últimos respecto de los hospitales) se han visto en la práctica bloqueados e impedidos de tomar decisiones técnicas oportunas para el avance de los proyectos.
Nadie discute la necesaria supervisión de la Contraloría respecto de la legalidad de los actos administrativos en un contrato de obra pública; sin embargo, no es admisible que dicha entidad de control se inmiscuya más allá de sus competencias en cuestiones de mérito técnico que en definitiva no le corresponden, más aún cuando el art. 111 de la Ley Orgánica del MOP otorga autoridad expresa al ministro de OO.PP. por sobre el contralor.
Lo anterior se traduce en un aumento sustantivo de los plazos de ejecución de las obras, en un aumento de sus costos, en una creciente judicialización, y lo que es más grave, en una suerte de paralización de las obras públicas, restringiendo de paso la libre competencia.
Resulta urgente y necesario avanzar hacia una institucionalidad moderna en materia de contratos de Obras Públicas, que clarifique los roles que a cada uno le corresponden. De lo contrario, nuestro país seguirá cayendo en los índices mundiales de competitividad en infraestructura, pilar fundamental para nuestro desarrollo. Sin una correcta institucionalidad y una normativa moderna, difícilmente lograremos revertir el creciente déficit de infraestructura.
Víctor Ríos Salas
Abogado
Director Sociedad Chilena del Derecho de la Construcción
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Fuente: El Mercurio, Miércoles 03 de abril de 2019

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