Domingo, Mayo 12, 2024

Consejo de exministros

EL MERCURIO – El Ministerio de Obras Públicas acaba de anunciar la creación de un Consejo Permanente de exministros del ramo, con el objeto de dar continuidad a las políticas en el sector. Se busca así dar una respuesta institucional al hecho de que algunos de los más importantes proyectos de infraestructura tienen períodos de diseño y construcción que exceden la duración de los gobiernos, lo que abre el riesgo de que, junto con cada elección, se pierdan ideas matrices en el desarrollo sectorial.
Lo anterior resulta particularmente claro en el caso de las obras relacionadas con el agua, donde el desarrollo de un proyecto de embalse puede tardar décadas. Dado que la labor de un gobierno en Obras Públicas tiende a evaluarse por las iniciativas que se inauguran en el respectivo período, este tipo de proyectos puede no resultar atractivo políticamente. Desde esa perspectiva, la institucionalización de un consejo transversal puede contribuir a blindar estas iniciativas —claves si se considera que la escasez de agua amenaza ser el próximo gran problema que enfrentará el país— y asegurar su continuidad. Si bien la instancia se involucrará también en los demás planes de largo plazo del ministerio, es en esta área donde su aporte podría ser especialmente relevante.
La entidad presenta alguna semejanza con el Consejo de exministros de Relaciones Exteriores, de destacada labor asesorando a la Cancillería. Existe, sin embargo, una diferencia por la naturaleza de las temáticas: en Relaciones Exteriores suelen ocurrir contingencias que requieren el apoyo de figuras con experiencia en los problemas internacionales, que contribuyan a encontrar respuestas asentadas en una cierta continuidad de Estado y capaces de generar consenso. Ello no necesariamente tiene un paralelo en la infraestructura.
Un desafío para el perfilamiento de este nuevo Consejo será así el de encontrar su espacio propio de actividad. Hoy existe por ley un Consejo de Concesiones, cuyo objetivo es informar al MOP sobre los potenciales proyectos de infraestructura a desarrollarse usando aquella modalidad, para lo cual estudia y recomienda iniciativas a considerar en el mediano plazo. Además, en el ámbito privado opera el Consejo de Políticas sobre Infraestructura, en el que también participan exautoridades, profesionales y figuras del mundo empresarial. Con todo, un Consejo conformado solo por exministros y al alero de la institucionalidad del Estado debiera poder contribuir en esta materia desde un ángulo propio.
En esa línea, tal vez la nueva institucionalidad pueda aportar con propuestas para resolver uno de los problemas más críticos en el desarrollo de la infraestructura pública, cuales son las dificultades que —por razones de tramitación burocrática, lentitud de los organismos pertinentes o conflictos con comunidades— entorpecen la concreción de los proyectos. En diversas áreas existen hoy iniciativas importantes: renovación de las concesiones de primera generación, proyectos ferroviarios de distintos tipos, puertos de gran escala, nuevos aeropuertos, orbitales en las grandes ciudades y embalses. Todos ellos avanzan, pero a veces con extrema lentitud. Encontrar la forma de agilizarlos sería una contribución sustantiva al bienestar social.
Fuente: El Mercurio, Viernes 23 de Agosto de 2019

EL MERCURIO – El Ministerio de Obras Públicas acaba de anunciar la creación de un Consejo Permanente de exministros del ramo, con el objeto de dar continuidad a las políticas en el sector. Se busca así dar una respuesta institucional al hecho de que algunos de los más importantes proyectos de infraestructura tienen períodos de diseño y construcción que exceden la duración de los gobiernos, lo que abre el riesgo de que, junto con cada elección, se pierdan ideas matrices en el desarrollo sectorial.
Lo anterior resulta particularmente claro en el caso de las obras relacionadas con el agua, donde el desarrollo de un proyecto de embalse puede tardar décadas. Dado que la labor de un gobierno en Obras Públicas tiende a evaluarse por las iniciativas que se inauguran en el respectivo período, este tipo de proyectos puede no resultar atractivo políticamente. Desde esa perspectiva, la institucionalización de un consejo transversal puede contribuir a blindar estas iniciativas —claves si se considera que la escasez de agua amenaza ser el próximo gran problema que enfrentará el país— y asegurar su continuidad. Si bien la instancia se involucrará también en los demás planes de largo plazo del ministerio, es en esta área donde su aporte podría ser especialmente relevante.
La entidad presenta alguna semejanza con el Consejo de exministros de Relaciones Exteriores, de destacada labor asesorando a la Cancillería. Existe, sin embargo, una diferencia por la naturaleza de las temáticas: en Relaciones Exteriores suelen ocurrir contingencias que requieren el apoyo de figuras con experiencia en los problemas internacionales, que contribuyan a encontrar respuestas asentadas en una cierta continuidad de Estado y capaces de generar consenso. Ello no necesariamente tiene un paralelo en la infraestructura.
Un desafío para el perfilamiento de este nuevo Consejo será así el de encontrar su espacio propio de actividad. Hoy existe por ley un Consejo de Concesiones, cuyo objetivo es informar al MOP sobre los potenciales proyectos de infraestructura a desarrollarse usando aquella modalidad, para lo cual estudia y recomienda iniciativas a considerar en el mediano plazo. Además, en el ámbito privado opera el Consejo de Políticas sobre Infraestructura, en el que también participan exautoridades, profesionales y figuras del mundo empresarial. Con todo, un Consejo conformado solo por exministros y al alero de la institucionalidad del Estado debiera poder contribuir en esta materia desde un ángulo propio.
En esa línea, tal vez la nueva institucionalidad pueda aportar con propuestas para resolver uno de los problemas más críticos en el desarrollo de la infraestructura pública, cuales son las dificultades que —por razones de tramitación burocrática, lentitud de los organismos pertinentes o conflictos con comunidades— entorpecen la concreción de los proyectos. En diversas áreas existen hoy iniciativas importantes: renovación de las concesiones de primera generación, proyectos ferroviarios de distintos tipos, puertos de gran escala, nuevos aeropuertos, orbitales en las grandes ciudades y embalses. Todos ellos avanzan, pero a veces con extrema lentitud. Encontrar la forma de agilizarlos sería una contribución sustantiva al bienestar social.
Fuente: El Mercurio, Viernes 23 de Agosto de 2019

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