Jueves, Abril 25, 2024

Choferes de micros exigen habilitar vías exclusivas en La Serena y Coquimbo

EL DÍA – Desarrollar un trabajo conjunto con las autoridades para establecer medidas que permitan optimizar la gestión de los recorridos y contar con mejores condiciones viales, son las exigencias de los gremios del transporte urbano en la conurbación La Serena-Coquimbo.

Aseguran que muchas veces son apuntados como los principales responsables del problema del transporte público, sin embargo, existen una serie de factores externos que no les permiten cumplir con los servicios como corresponde, siendo el principal la congestión vial.

Frecuencia afectada por la congestión vial

“Desgraciadamente la conurbación nos quedó chica y ahora salió demasiado auto a la calle, se multiplicaron”. Así explica Marcela Bolvarán, presidenta de la Asociación Gremial Lincosur, la principal problemática que tiene relación con la frecuencia del transporte mayor, especialmente en horarios peak.

La representante gremial indica que, al supervisar la planilla de frecuencia versus cantidad de máquinas, la línea cumple con la salida y los tiempos establecidos desde los terminales. Sin embargo, al andar un par de cuadras, el recorrido es obstaculizado por la congestión vial, acumulando un promedio de cuatro a cinco micros que tienen el mismo trayecto, lo que retrasa los tiempos de avance de cada vehículo y aumenta la espera de los usuarios.

“Entonces ¿Cómo lo arreglamos? ¿Qué hacemos? Ahí vemos que el trabajo debe ser mancomunado entre la Seremi de Transportes y los gremios junto al gobierno regional. Ya con la llegada del seremi nos llamarán a sus oficinas para comenzar el trabajo conjunto con el transporte mayor de pasajeros. Necesitamos más vías exclusivas, que el puente El Libertador en horas peak sea solo para la locomoción pública y que se nos deje de acusar como los únicos responsables”, manifiesta Bolvarán.

La crítica de la falta de máquinas en recorridos molesta a Walter González, presidente de Lisanco, quien argumenta que la congestión y los tacos son el principal enemigo de un recorrido fluido y a tiempo del transporte mayor.

“Se les pidió tener una vía exclusiva para cumplir las frecuencias. Si usted por ejemplo es de Punta Mira y toma una micro a las 7 de la mañana, no la va a encontrar, porque en ese trayecto desde Punta Mira hacia La Serena y Manuel Rodríguez, cada máquina sale cada 4 minutos para poder tomar pasajeros, pero quedan 10 a 12 máquinas atrapadas en el taco. Así son por lo menos 40 minutos en que no habrá transporte para las personas que están esperando más allá, porque están todos en los tacos”, acusa.

Así, González afirma que dos de los principales problemas son, por una parte, el explosivo aumento demográfico y por otra, la existencia de una sola vía de acceso en los sectores de Punta Mira y El Sauce.

Aseguran que han conversado este problema con las autoridades para generar accesos y cumplir con los recorridos y en palabras de González, no “comerse de 40 a 50 minutos en un taco y no llegar a La Serena fuera de tiempo”.

Sin embargo, no han encontrado respuestas satisfactorias. “A la larga nos echan la culpa de todo, pero no sabemos qué hacer si vamos a la Seremi de Transportes y no nos dan solución”, concluye Walter González.

Mejoras de maquinarias

Hace unos días, los usuarios de la línea Lincosur en su recorrido de Pan de Azúcar a Coquimbo, reportaron que la máquina no alcanzó a finalizar el viaje y los dejó en el Mall Vivo, debido a una falla y pérdida de combustible.

“El chofer nos dice que debemos bajarnos ahí, si bien no faltaban muchas cuadras para terminar el recorrido, fue un peligro porque llevaba minutos eliminando petróleo en el camino. Es preocupante, porque no sabemos cómo es el estado de las micros y otro día puede suceder algo peor”, señalaba un pasajero.

Frente a esta situación, Marcela Bolvarán explica que ninguna máquina de la línea puede transitar si no presenta su Revisión Técnica al día, lo mismo que el conductor que no cuenta con su licencia de conducir vigente.

Respecto a la mantención de los microbuses, cada socio es responsable de cuidar sus vehículos, pero precisa que “no tenemos máquinas muy viejas y hay algunas que dejan de operar este año y que tienen que ser chatarrizadas”.

Así, este 2022 tienen que salir de circulación las máquinas que comenzaron a operar el año 2001, las que serán renovadas por vehículos del año 2010 hacia arriba. “Para el próximo año tendremos que renovar las micros del año 2011 hacia arriba y quedaremos con máquinas súper operativas, pero el tema pasa por hacer un trabajo en conjunto con vías especiales en horarios peak y que la locomoción pueda desarrollar su recorrido como corresponde”.

Por su parte, Walter González detalla que Lisanco cuenta con casi un 100% de máquinas nuevas, del 2018 en adelante. Esto, porque en el 2017 realizaron una inversión millonaria para contar con vehículos modernos. “Fue un esfuerzo para renovar el parque casi en un 80% y este año salen dos máquinas que son del año 2003 por el tema de chatarrización”.

Sin embargo, como la locomoción es un negocio inestable, muchos de los propietarios no realizan inversiones si los precios de los buses están en aumento, ya que hoy superan los 90 millones de pesos. A esto se suma que durante la pandemia no solo subieron los precios de los vehículos, sino que también de los repuestos, e incluso muchos de estos elementos no tienen stock en Chile.

“Si una máquina se queda en panne, para rehabilitarla nos demoramos días, porque el maestro primero debe ver que tiene, luego hay que encargar los repuestos y no hay nada. Nosotros estamos desprovistos de repuestos en la Región de Coquimbo y tenemos unos operadores en la zona, pero los precios son brutalmente exagerados. Nuestras máquinas por ser muy modernas, los precios están sobreevaluados y aparte de eso no hay repuestos”.

Falta de conductores

La escasez de choferes es una realidad que afecta a todo el país, señala Marcela Bolvarán y a pesar de que por la pandemia no presentaron grandes contagios, sí muchos trabajadores fueron en búsqueda de otros empleos o vivieron de los distintos bonos como el IFE o el retiro del 10%.

De esta manera, con una flota total de 260 máquinas, la más grande de la región y con recorridos en La Serena y Coquimbo, incluyendo el sector rural, han visto una paulatina recuperación en la llegada de choferes.

“En Lincosur han ido gradualmente volviendo y cuando comenzó el año escolar ahora en marzo, teníamos el 50% de la flota caminando y ahora actualmente ya vamos en el 75% de la flota, hemos ido recuperando conductores”.

Por su parte, en Lisanco son 144 máquinas, pero se mantienen cerca de 100 microbuses trabajando. Walter González señala que, si bien es efectivo que muchos conductores se fueron a buscar nuevos destinos, en la asociación trabajan directamente los dueños o sus hijos, por lo que mantienen su servicio con la frecuencia que exige el Ministerio del Transporte.

No obstante, en palabras de González, existe una desidia por parte de conductores que “trabajan de lunes a viernes, y el fin de semana nosotros quedamos con la gente que tenemos y no llegan todos. Antes llegaban los reemplazos y ahora no. Imagina que un conductor si tiene que hacer trámites, que se hacen de lunes a viernes, hace una vuelta y después deja la máquina parada. De todo eso sufrimos, lo mismo que a todas las líneas”.

En concreto, si en un día de semana la frecuencia es de 4 a 8 minutos, los fines de semana es de 12 hasta 14 minutos, dependiendo de la cantidad de máquinas que tengan.

Los representantes de los gremios del transporte mayor saben que las soluciones no son a corto plazo, pero están expectantes de las nuevas autoridades de transporte para iniciar un trabajo conjunto que ejecute soluciones y deje de analizar solo en mesas un problema que superó a todos.

Trabajar por un mejor transporte público

El delegado presidencial Rubén Quezada, explica que en el Comité de Congestión Vial pudieron conocer las principales problemáticas y soluciones desde los gremios del transporte mayor, a través del encargado de Transporte Público de la Seremi de Transportes.
“Sin duda, el estado de las máquinas y las frecuencias será un tema que debemos trabajar con ellos para garantizar que las personas tengan acceso al transporte público de manera expedita y oportuna”, concluyó la autoridad.

Ver artículo

Fuente: El Día, Lunes 28 de Marzo de 2022

EL DÍA – Desarrollar un trabajo conjunto con las autoridades para establecer medidas que permitan optimizar la gestión de los recorridos y contar con mejores condiciones viales, son las exigencias de los gremios del transporte urbano en la conurbación La Serena-Coquimbo.

Aseguran que muchas veces son apuntados como los principales responsables del problema del transporte público, sin embargo, existen una serie de factores externos que no les permiten cumplir con los servicios como corresponde, siendo el principal la congestión vial.

Frecuencia afectada por la congestión vial

“Desgraciadamente la conurbación nos quedó chica y ahora salió demasiado auto a la calle, se multiplicaron”. Así explica Marcela Bolvarán, presidenta de la Asociación Gremial Lincosur, la principal problemática que tiene relación con la frecuencia del transporte mayor, especialmente en horarios peak.

La representante gremial indica que, al supervisar la planilla de frecuencia versus cantidad de máquinas, la línea cumple con la salida y los tiempos establecidos desde los terminales. Sin embargo, al andar un par de cuadras, el recorrido es obstaculizado por la congestión vial, acumulando un promedio de cuatro a cinco micros que tienen el mismo trayecto, lo que retrasa los tiempos de avance de cada vehículo y aumenta la espera de los usuarios.

“Entonces ¿Cómo lo arreglamos? ¿Qué hacemos? Ahí vemos que el trabajo debe ser mancomunado entre la Seremi de Transportes y los gremios junto al gobierno regional. Ya con la llegada del seremi nos llamarán a sus oficinas para comenzar el trabajo conjunto con el transporte mayor de pasajeros. Necesitamos más vías exclusivas, que el puente El Libertador en horas peak sea solo para la locomoción pública y que se nos deje de acusar como los únicos responsables”, manifiesta Bolvarán.

La crítica de la falta de máquinas en recorridos molesta a Walter González, presidente de Lisanco, quien argumenta que la congestión y los tacos son el principal enemigo de un recorrido fluido y a tiempo del transporte mayor.

“Se les pidió tener una vía exclusiva para cumplir las frecuencias. Si usted por ejemplo es de Punta Mira y toma una micro a las 7 de la mañana, no la va a encontrar, porque en ese trayecto desde Punta Mira hacia La Serena y Manuel Rodríguez, cada máquina sale cada 4 minutos para poder tomar pasajeros, pero quedan 10 a 12 máquinas atrapadas en el taco. Así son por lo menos 40 minutos en que no habrá transporte para las personas que están esperando más allá, porque están todos en los tacos”, acusa.

Así, González afirma que dos de los principales problemas son, por una parte, el explosivo aumento demográfico y por otra, la existencia de una sola vía de acceso en los sectores de Punta Mira y El Sauce.

Aseguran que han conversado este problema con las autoridades para generar accesos y cumplir con los recorridos y en palabras de González, no “comerse de 40 a 50 minutos en un taco y no llegar a La Serena fuera de tiempo”.

Sin embargo, no han encontrado respuestas satisfactorias. “A la larga nos echan la culpa de todo, pero no sabemos qué hacer si vamos a la Seremi de Transportes y no nos dan solución”, concluye Walter González.

Mejoras de maquinarias

Hace unos días, los usuarios de la línea Lincosur en su recorrido de Pan de Azúcar a Coquimbo, reportaron que la máquina no alcanzó a finalizar el viaje y los dejó en el Mall Vivo, debido a una falla y pérdida de combustible.

“El chofer nos dice que debemos bajarnos ahí, si bien no faltaban muchas cuadras para terminar el recorrido, fue un peligro porque llevaba minutos eliminando petróleo en el camino. Es preocupante, porque no sabemos cómo es el estado de las micros y otro día puede suceder algo peor”, señalaba un pasajero.

Frente a esta situación, Marcela Bolvarán explica que ninguna máquina de la línea puede transitar si no presenta su Revisión Técnica al día, lo mismo que el conductor que no cuenta con su licencia de conducir vigente.

Respecto a la mantención de los microbuses, cada socio es responsable de cuidar sus vehículos, pero precisa que “no tenemos máquinas muy viejas y hay algunas que dejan de operar este año y que tienen que ser chatarrizadas”.

Así, este 2022 tienen que salir de circulación las máquinas que comenzaron a operar el año 2001, las que serán renovadas por vehículos del año 2010 hacia arriba. “Para el próximo año tendremos que renovar las micros del año 2011 hacia arriba y quedaremos con máquinas súper operativas, pero el tema pasa por hacer un trabajo en conjunto con vías especiales en horarios peak y que la locomoción pueda desarrollar su recorrido como corresponde”.

Por su parte, Walter González detalla que Lisanco cuenta con casi un 100% de máquinas nuevas, del 2018 en adelante. Esto, porque en el 2017 realizaron una inversión millonaria para contar con vehículos modernos. “Fue un esfuerzo para renovar el parque casi en un 80% y este año salen dos máquinas que son del año 2003 por el tema de chatarrización”.

Sin embargo, como la locomoción es un negocio inestable, muchos de los propietarios no realizan inversiones si los precios de los buses están en aumento, ya que hoy superan los 90 millones de pesos. A esto se suma que durante la pandemia no solo subieron los precios de los vehículos, sino que también de los repuestos, e incluso muchos de estos elementos no tienen stock en Chile.

“Si una máquina se queda en panne, para rehabilitarla nos demoramos días, porque el maestro primero debe ver que tiene, luego hay que encargar los repuestos y no hay nada. Nosotros estamos desprovistos de repuestos en la Región de Coquimbo y tenemos unos operadores en la zona, pero los precios son brutalmente exagerados. Nuestras máquinas por ser muy modernas, los precios están sobreevaluados y aparte de eso no hay repuestos”.

Falta de conductores

La escasez de choferes es una realidad que afecta a todo el país, señala Marcela Bolvarán y a pesar de que por la pandemia no presentaron grandes contagios, sí muchos trabajadores fueron en búsqueda de otros empleos o vivieron de los distintos bonos como el IFE o el retiro del 10%.

De esta manera, con una flota total de 260 máquinas, la más grande de la región y con recorridos en La Serena y Coquimbo, incluyendo el sector rural, han visto una paulatina recuperación en la llegada de choferes.

“En Lincosur han ido gradualmente volviendo y cuando comenzó el año escolar ahora en marzo, teníamos el 50% de la flota caminando y ahora actualmente ya vamos en el 75% de la flota, hemos ido recuperando conductores”.

Por su parte, en Lisanco son 144 máquinas, pero se mantienen cerca de 100 microbuses trabajando. Walter González señala que, si bien es efectivo que muchos conductores se fueron a buscar nuevos destinos, en la asociación trabajan directamente los dueños o sus hijos, por lo que mantienen su servicio con la frecuencia que exige el Ministerio del Transporte.

No obstante, en palabras de González, existe una desidia por parte de conductores que “trabajan de lunes a viernes, y el fin de semana nosotros quedamos con la gente que tenemos y no llegan todos. Antes llegaban los reemplazos y ahora no. Imagina que un conductor si tiene que hacer trámites, que se hacen de lunes a viernes, hace una vuelta y después deja la máquina parada. De todo eso sufrimos, lo mismo que a todas las líneas”.

En concreto, si en un día de semana la frecuencia es de 4 a 8 minutos, los fines de semana es de 12 hasta 14 minutos, dependiendo de la cantidad de máquinas que tengan.

Los representantes de los gremios del transporte mayor saben que las soluciones no son a corto plazo, pero están expectantes de las nuevas autoridades de transporte para iniciar un trabajo conjunto que ejecute soluciones y deje de analizar solo en mesas un problema que superó a todos.

Trabajar por un mejor transporte público

El delegado presidencial Rubén Quezada, explica que en el Comité de Congestión Vial pudieron conocer las principales problemáticas y soluciones desde los gremios del transporte mayor, a través del encargado de Transporte Público de la Seremi de Transportes.
“Sin duda, el estado de las máquinas y las frecuencias será un tema que debemos trabajar con ellos para garantizar que las personas tengan acceso al transporte público de manera expedita y oportuna”, concluyó la autoridad.

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Fuente: El Día, Lunes 28 de Marzo de 2022

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