Jueves, Octubre 3, 2024

Carbono neutralidad y electromovilidad en Chile: Una elección con grandes ventajas pero aún falta

EL MOSTRADOR – El mercado de autos eléctricos está desplegando progresivamente su potencial en Chile y avanza a buena velocidad. El 2023 cerró con una cifra inédita de ventas cercana a los 1.500 vehículos. Ya entre enero y noviembre se superó en 18,5% el volumen en comparación al lapso del año anterior.

Para 2024 los pronósticos son auspiciosos: el segmento se duplicaría a unas 3.900 unidades comercializadas, según proyectan en la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).

“Las principales razones por las cuales se ha visto un incremento en la venta de vehículos eléctricos, es una mayor conciencia ambiental por parte de los usuarios quienes encuentran en esta alternativa una forma de reducir el impacto en término de emisiones. Por otro lado, las constantes bajas en los precios y el menor gasto en cuanto a su mantenimiento hacen que el auto eléctrico sea una alternativa más atractiva que el convencional”, indica Andrés Balbontín, gerente comercial automotriz de Salfa.

La adquisición de flotas de este nuevo modelo por parte de las empresas resulta una gran opción por el incentivo de no pagar permiso de circulación, otro de los factores que este año impulsaron las ventas. A pesar del crecimiento, estos vehículos todavía representan el 1% de los autos en circulación en nuestro país. La ANAC espera que el porcentaje alcance el 5% para 2025.

En ese sentido, el Estado tiene mucho para aportar. “El gobierno puede colaborar fuertemente con incentivos a la electromovilidad. Creo que debe avanzar con alianzas público-privadas que permitan generar la infraestructura necesaria para facilitar el uso de vehículos eléctricos”, explica Balbontín.

Beneficios

Las ventajas de los autos eléctricos son notables y motorizan el entusiasmo por este tipo de movilidad. El atractivo más evidente, y a tono con los tiempos, es que no generan emisiones de CO2 durante su circulación. Vinculado a eso, se destaca el importante ahorro para el usuario teniendo en cuenta los altos precios del combustible.

El especialista  también puntualiza otro ventaja significativo, el bajo costo en su mantenimiento, ya que al tener menos partes móviles necesitan una menor rotación y cero complejidad en las mantenciones regulares.

A la hora de pensar en sumarse a esta opción, el gasto inicial de la compra del automotor es lo que más pesa en el presupuesto. La disponibilidad de carga para el vehículo -ya sea en casa o en estaciones cercanas- es otro de los puntos en los que debe indagar el conductor. Preparativos básicos para poner primera y avanzar hacia un horizonte de movilidad más económica y amigable con el medio ambiente.

Lo que aún falta por hacer

En los últimos años la reducción de la huella de carbono es un indicador medioambiental que ha ido tomando fuerza en el mundo y que se refiere al volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen tanto actividades económicas así, como también algunas acciones realizadas a diario por el ser humano como, por ejemplo, usar un vehículo de combustión, carga el celular o incluso echar a andar la lavadora.

Los gases que se generan mediante estas actividades, se van acumulando en la atmósfera, produciendo un sobrecalentamiento en el planeta, acelerando así, el cambio climático y, por ende, poniendo en riesgo la vida del ser humano, flora y fauna.

Ahora, Gonzalo Fuenzalida Zegers, co-founder & Chief Commercial Officer de Tranciti, sí recalca que “los vehículos eléctricos emiten menos CO2, la mala es que, aunque no tengan un tubo de escape, también generan algún nivel de contaminación”.

“Un vehículo eléctrico al ser fabricado está emitiendo en promedio un 25% más de CO2, siendo las baterías el principal factor. Por otro lado, la cantidad de CO2 que emite dependerá en gran parte de la matriz energética de la región donde se está cargando. Es importante saber que hay una gran diferencia si se carga de una fuente donde la energía es generada por carbón a si se hace a otra que es de energías renovables”, reflexiona sobre los desafíos de la industria de logística en apoyar la meta de carbono neutralidad en nuestro país.

Por lo mismo, según explica el experto, el lugar dónde se carga un vehículo pasará a tener cada vez más importancia, muchas de las empresas de mayor tamaño tendrán la preocupación de contar con cargadores con energía limpia, muchas veces generadas desde sus mismas instalaciones.

“Sin duda, la electromovilidad conlleva nuevos desafíos y para eso, el análisis de la data, la comunicación M2M con el vehículo y el tipo de energía utilizada deben generar un valor real tanto en la información entregada como en proponer mejoras”, recalca.

Chile lidera en América Latina como el primer país en fijar una meta de carbono neutralidad. En junio de 2022 se publicó la Ley Marco de Cambio Climático (LMCC) que “crea un marco jurídico para que el país pueda enfrentar el cambio climático en materia de mitigación y adaptación en una mirada de largo plazo”.

Por ello, Chile se ha puesto como meta, alcanzar la neutralidad de carbono a más tardar el 2050. Pero para lograr que se cumpla esta meta, debe existir una sincronía en el día a día de cada persona como en los diversos sectores económicos que son los que más emiten diversos gases en la atmósfera.

“Es importante recalcar que, a pesar de incentivos, el cambio es gradual pero ascendente. Las ventas de VE en 2022 crecieron un 132%, alcanzando 1295 unidades. La barrera de precios persiste, pero el cambio de paradigma se vislumbra: rendimiento superior y alimentación conveniente destacan las virtudes de los vehículos eléctricos. Por ende, podemos decir con seguridad que, al menos hasta ahora, Chile avanza hacia una movilidad más limpia y eficiente”, recalca.

Desafíos logísticos

Como empresa que entrega una solución logística desde la primera hasta última milla, Fuenzalida destaca “la importancia de la infraestructura de carga de estos vehículos, ya que los puntos de carga se destinan a emergencias o trayectos interurbanos, no como suministro recurrente”.

Las metas concretas del mundo logística en Chile son las siguientes:
Para 2035: sólo maquinaria eléctrica.
Para 2050: toda maquinaria circulante eléctrica.

“Otro gran desafío para la industria de la logística es el hecho que estos vehículos demoran al menos 30 minutos para cargarse a un nivel de batería recomendado, es decir desde un 20%-30% de batería hasta un 80%-90% batería, lo que, sin duda, hay que tomar en cuenta para esto no genere un impacto negativo en la eficiencia de los procesos, el uso de recursos y en las entregas en tiempo y forma”, agrega.

“Sin duda, los vehículos eléctricos, en pocos años serán la principal o prácticamente la única opción, lo que nos lleva a preguntarnos, es que, si todos los vehículos serán eléctricos y, qué debemos hacer para aportar aún más con la reducción de huella de carbono”, reflexiona el profesional de Tranciti.

“Actualmente existen plataformas y hardware para ese fin, si el comparativo se realiza con una flota de combustión la electromovilidad en el tiempo siempre va a salir ganando en rebaja de emisiones, pero lo que tenemos que empezar a pensar ahora es cómo podemos ser más eficientes cuando nos comparemos con flotas que también son eléctricas. El cambio eléctrico por sí solo no va a ser suficiente, y, por esa razón, muchas empresas ya empezaron a medir todas esas variantes”, sostiene.

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Fuente: El Mostrador, 28 de Enero de 2024

EL MOSTRADOR – El mercado de autos eléctricos está desplegando progresivamente su potencial en Chile y avanza a buena velocidad. El 2023 cerró con una cifra inédita de ventas cercana a los 1.500 vehículos. Ya entre enero y noviembre se superó en 18,5% el volumen en comparación al lapso del año anterior.

Para 2024 los pronósticos son auspiciosos: el segmento se duplicaría a unas 3.900 unidades comercializadas, según proyectan en la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC).

“Las principales razones por las cuales se ha visto un incremento en la venta de vehículos eléctricos, es una mayor conciencia ambiental por parte de los usuarios quienes encuentran en esta alternativa una forma de reducir el impacto en término de emisiones. Por otro lado, las constantes bajas en los precios y el menor gasto en cuanto a su mantenimiento hacen que el auto eléctrico sea una alternativa más atractiva que el convencional”, indica Andrés Balbontín, gerente comercial automotriz de Salfa.

La adquisición de flotas de este nuevo modelo por parte de las empresas resulta una gran opción por el incentivo de no pagar permiso de circulación, otro de los factores que este año impulsaron las ventas. A pesar del crecimiento, estos vehículos todavía representan el 1% de los autos en circulación en nuestro país. La ANAC espera que el porcentaje alcance el 5% para 2025.

En ese sentido, el Estado tiene mucho para aportar. “El gobierno puede colaborar fuertemente con incentivos a la electromovilidad. Creo que debe avanzar con alianzas público-privadas que permitan generar la infraestructura necesaria para facilitar el uso de vehículos eléctricos”, explica Balbontín.

Beneficios

Las ventajas de los autos eléctricos son notables y motorizan el entusiasmo por este tipo de movilidad. El atractivo más evidente, y a tono con los tiempos, es que no generan emisiones de CO2 durante su circulación. Vinculado a eso, se destaca el importante ahorro para el usuario teniendo en cuenta los altos precios del combustible.

El especialista  también puntualiza otro ventaja significativo, el bajo costo en su mantenimiento, ya que al tener menos partes móviles necesitan una menor rotación y cero complejidad en las mantenciones regulares.

A la hora de pensar en sumarse a esta opción, el gasto inicial de la compra del automotor es lo que más pesa en el presupuesto. La disponibilidad de carga para el vehículo -ya sea en casa o en estaciones cercanas- es otro de los puntos en los que debe indagar el conductor. Preparativos básicos para poner primera y avanzar hacia un horizonte de movilidad más económica y amigable con el medio ambiente.

Lo que aún falta por hacer

En los últimos años la reducción de la huella de carbono es un indicador medioambiental que ha ido tomando fuerza en el mundo y que se refiere al volumen total de gases de efecto invernadero (GEI) que producen tanto actividades económicas así, como también algunas acciones realizadas a diario por el ser humano como, por ejemplo, usar un vehículo de combustión, carga el celular o incluso echar a andar la lavadora.

Los gases que se generan mediante estas actividades, se van acumulando en la atmósfera, produciendo un sobrecalentamiento en el planeta, acelerando así, el cambio climático y, por ende, poniendo en riesgo la vida del ser humano, flora y fauna.

Ahora, Gonzalo Fuenzalida Zegers, co-founder & Chief Commercial Officer de Tranciti, sí recalca que “los vehículos eléctricos emiten menos CO2, la mala es que, aunque no tengan un tubo de escape, también generan algún nivel de contaminación”.

“Un vehículo eléctrico al ser fabricado está emitiendo en promedio un 25% más de CO2, siendo las baterías el principal factor. Por otro lado, la cantidad de CO2 que emite dependerá en gran parte de la matriz energética de la región donde se está cargando. Es importante saber que hay una gran diferencia si se carga de una fuente donde la energía es generada por carbón a si se hace a otra que es de energías renovables”, reflexiona sobre los desafíos de la industria de logística en apoyar la meta de carbono neutralidad en nuestro país.

Por lo mismo, según explica el experto, el lugar dónde se carga un vehículo pasará a tener cada vez más importancia, muchas de las empresas de mayor tamaño tendrán la preocupación de contar con cargadores con energía limpia, muchas veces generadas desde sus mismas instalaciones.

“Sin duda, la electromovilidad conlleva nuevos desafíos y para eso, el análisis de la data, la comunicación M2M con el vehículo y el tipo de energía utilizada deben generar un valor real tanto en la información entregada como en proponer mejoras”, recalca.

Chile lidera en América Latina como el primer país en fijar una meta de carbono neutralidad. En junio de 2022 se publicó la Ley Marco de Cambio Climático (LMCC) que “crea un marco jurídico para que el país pueda enfrentar el cambio climático en materia de mitigación y adaptación en una mirada de largo plazo”.

Por ello, Chile se ha puesto como meta, alcanzar la neutralidad de carbono a más tardar el 2050. Pero para lograr que se cumpla esta meta, debe existir una sincronía en el día a día de cada persona como en los diversos sectores económicos que son los que más emiten diversos gases en la atmósfera.

“Es importante recalcar que, a pesar de incentivos, el cambio es gradual pero ascendente. Las ventas de VE en 2022 crecieron un 132%, alcanzando 1295 unidades. La barrera de precios persiste, pero el cambio de paradigma se vislumbra: rendimiento superior y alimentación conveniente destacan las virtudes de los vehículos eléctricos. Por ende, podemos decir con seguridad que, al menos hasta ahora, Chile avanza hacia una movilidad más limpia y eficiente”, recalca.

Desafíos logísticos

Como empresa que entrega una solución logística desde la primera hasta última milla, Fuenzalida destaca “la importancia de la infraestructura de carga de estos vehículos, ya que los puntos de carga se destinan a emergencias o trayectos interurbanos, no como suministro recurrente”.

Las metas concretas del mundo logística en Chile son las siguientes:
Para 2035: sólo maquinaria eléctrica.
Para 2050: toda maquinaria circulante eléctrica.

“Otro gran desafío para la industria de la logística es el hecho que estos vehículos demoran al menos 30 minutos para cargarse a un nivel de batería recomendado, es decir desde un 20%-30% de batería hasta un 80%-90% batería, lo que, sin duda, hay que tomar en cuenta para esto no genere un impacto negativo en la eficiencia de los procesos, el uso de recursos y en las entregas en tiempo y forma”, agrega.

“Sin duda, los vehículos eléctricos, en pocos años serán la principal o prácticamente la única opción, lo que nos lleva a preguntarnos, es que, si todos los vehículos serán eléctricos y, qué debemos hacer para aportar aún más con la reducción de huella de carbono”, reflexiona el profesional de Tranciti.

“Actualmente existen plataformas y hardware para ese fin, si el comparativo se realiza con una flota de combustión la electromovilidad en el tiempo siempre va a salir ganando en rebaja de emisiones, pero lo que tenemos que empezar a pensar ahora es cómo podemos ser más eficientes cuando nos comparemos con flotas que también son eléctricas. El cambio eléctrico por sí solo no va a ser suficiente, y, por esa razón, muchas empresas ya empezaron a medir todas esas variantes”, sostiene.

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Fuente: El Mostrador, 28 de Enero de 2024

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