Viernes, Marzo 29, 2024

Barreras para detener derretimiento de nieve buscan revertir sequía

EL MERCURIO – Gran parte de las actividades productivas de la Región de Coquimbo dependen directamente de la disponibilidad de los recursos hídricos. Actualmente, esta se ve cada vez más afectada por escenarios adversos en la zona, como los extensos períodos de sequía, asociados al proceso de desertificación y el notorio incremento de la demanda por agua para beber y riego.

Ante este escenario, científicos locales, con el financiamiento del gobierno regional de Coquimbo, que aportó $230 millones, desarrollaron una iniciativa pionera en el país.

Como en la zona cordillerana de la región la nieve se evapora antes de derretirse y no aporta agua al caudal de los ríos, expertos del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) crearon barreras artificiales para detener ese proceso de derretimiento.

Entre 2016 y 2017 se probaron una serie de estas estructuras que permitieron contener la nieve arrastrada por el viento, creando de esta manera un importante reservorio artificial.

“El proyecto fue instalar barreras experimentales en cada provincia de la región. Usamos un modelo de barrera de madera tradicional conocida como wyoming . Tenían más de dos metros de altura y el largo fue variando de acuerdo a las cuencas”, comenta la glasióloga y gestora del proyecto, Shelley MacDonell, quien agrega que las barreras “permitieron mantener la nieve en el suelo por más tiempo”.

Los resultados han permitido que las principales juntas de vigilancia del agua en la región estén trabajando en su implementación. “Es un proyecto para desarrollar la ciencia, pero también para tener un vínculo muy cercano con la comunidad. Es muy importante que ellos aprovechen estos resultados y mediante las barreras puedan tener opciones de incorporar más agua a sus ríos”, precisó la experta.

Se trata de una iniciativa pionera en Chile, ya que es primera vez que estas estructuras se utilizan para intentar detener y estudiar el proceso de derretimiento.

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Fuente: El Mercurio, Viernes 4 de mayo de 2018

EL MERCURIO – Gran parte de las actividades productivas de la Región de Coquimbo dependen directamente de la disponibilidad de los recursos hídricos. Actualmente, esta se ve cada vez más afectada por escenarios adversos en la zona, como los extensos períodos de sequía, asociados al proceso de desertificación y el notorio incremento de la demanda por agua para beber y riego.

Ante este escenario, científicos locales, con el financiamiento del gobierno regional de Coquimbo, que aportó $230 millones, desarrollaron una iniciativa pionera en el país.

Como en la zona cordillerana de la región la nieve se evapora antes de derretirse y no aporta agua al caudal de los ríos, expertos del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA) crearon barreras artificiales para detener ese proceso de derretimiento.

Entre 2016 y 2017 se probaron una serie de estas estructuras que permitieron contener la nieve arrastrada por el viento, creando de esta manera un importante reservorio artificial.

“El proyecto fue instalar barreras experimentales en cada provincia de la región. Usamos un modelo de barrera de madera tradicional conocida como wyoming . Tenían más de dos metros de altura y el largo fue variando de acuerdo a las cuencas”, comenta la glasióloga y gestora del proyecto, Shelley MacDonell, quien agrega que las barreras “permitieron mantener la nieve en el suelo por más tiempo”.

Los resultados han permitido que las principales juntas de vigilancia del agua en la región estén trabajando en su implementación. “Es un proyecto para desarrollar la ciencia, pero también para tener un vínculo muy cercano con la comunidad. Es muy importante que ellos aprovechen estos resultados y mediante las barreras puedan tener opciones de incorporar más agua a sus ríos”, precisó la experta.

Se trata de una iniciativa pionera en Chile, ya que es primera vez que estas estructuras se utilizan para intentar detener y estudiar el proceso de derretimiento.

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Fuente: El Mercurio, Viernes 4 de mayo de 2018

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