EL MERCURIO – Marzo podría ser el hito de inicio para el funcionamiento formal de la nueva autopista urbana de Santiago, denominada Autovía Santiago-Lampa. La ruta de 15 kilómetros transformó el acceso norte de la capital, por la Panamericana, en una nueva carretera concesionada con cuatro pórticos de tag. Hoy estos no operan porque se está a la espera del término de la construcción completa del proyecto, que por ahora ultima detalles en algunos accesos y enlaces. En total, supera el 90% de ejecución.
El ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga, detalla que la entrega total de la ruta se producirá este semestre y que se trabaja para completarla en este trimestre. “Hemos ido inaugurando la ruta por etapas, con la entrega del enlace Lo Marcoleta, La Montaña, Buenaventura. Ahora nos falta un anillo. También están completas las vías expresas. Una vez que esté toda la ruta recepcionada, puede comenzar el cobro”, afirma. La recepción final está programada para abril, pero fuentes del MOP estiman que ello se producirá un mes antes.
Según el contrato de concesión, recorrer la ruta costará entre $750 en hora valle y $1.500 en hora punta. Ambos horarios aún deben ser definidos por un decreto del Ministerio de Obras Públicas. Con ese cobro, la concesionaria busca, en parte, financiar la construcción de la ruta, que llega a US$ 220 millones, antes del término de la concesión, que está fijado para 2021.
Las obras consistieron en el ensanche a cuatro pistas por sentido de la ruta, en los primeros 4,5 kilómetros, entre el enlace nudo Quilicura y Buenaventura. Con eso es la ruta más ancha de las urbanas concesionadas de Santiago. Incluye siete atraviesos desnivelados, ciclovías en ambos costados, 14 pasarelas peatonales, iluminación y paneles que buscan resguardarla del vandalismo.
Jorge Rivas, gerente general de Globalvía Chile, dice que ya se observa “un impacto positivo de la autopista en las personas de las comunas aledañas, por los estándares de seguridad”. Dice que ya han bajado los accidentes por atropellos, que antes representaban el 60% del total de la vía, que llega hasta Los Vilos.
Reclamo de vecinos
Organizaciones vecinales de Lampa y Tiltil han manifestado su inquietud frente al proyecto vial, debido a que suma un mayor costo para sus desplazamientos a Santiago.
Víctor González, vecino de la zona de Tiltil que se ha movilizado por el tema, recuerda que en marzo de 2016 el alcalde Nelson Orellana y el ministro Undurraga anunciaron que habían alcanzado un acuerdo que eximiría a los conductores de Tiltil del cobro del tag, dado que además pagan un peaje en Lampa. Sin embargo, los vecinos afirman que en todo este tiempo no se han anunciado medidas para concretar esta promesa.
Fuente: El Mercurio, Lunes 5 de febrero de 2018