BNAMERICAS – La movilidad sostenible ha tenido un rápido crecimiento en América Latina, especialmente en países como Chile, Colombia, Brasil y México.
La evolución de este sector es uno de los aspectos centrales del llamado “Libro Blanco”, una investigación del Ministerio de Energía de Chile y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), que se publicará el 29 de septiembre.
BNamericas conversó con uno de los autores del documento, Fitzgerald Cantero, director de estudios, proyectos e información de OLADE, acerca del panorama actual de la movilidad sostenible en la región y los factores detrás del éxito o fracaso del proceso de transición en el transporte.
BNamericas: ¿Cómo observan el panorama de movilidad sostenible en la región?
Cantero: Hay muchos modos de transporte en lo que se considera movilidad sostenible. Uno de estos es la electromovilidad, donde tenemos un crecimiento muy grande en los últimos tres o cuatro años.
Hacia junio de 2024 había aproximadamente 250.000 vehículos eléctricos circulando en toda la región, y para diciembre del mismo año esa cifra subió a más de 444.000. Y eso solo incluye vehículos livianos y buses.
Hay un conjunto de medidas que han propiciado esto, que van por el lado de incentivos a la demanda. Falta aún trabajar mucho en la infraestructura pública de carga, donde están las mayores dudas de los usuarios.
Faltan incentivos para que las personas coloquen cargadores en sus hogares y entiendan que pueden hacer ese tipo de recarga en domicilio. Respecto a los países que han impulsado este crecimiento, Brasil y México vieron un crecimiento importante el año pasado en lo que respecta a ventas de vehículos eléctricos e instalación de cargadores.
Hay otros países que empezaron antes y ahora son líderes, como Uruguay, Costa Rica, Chile o Colombia. Chile en particular tiene un liderazgo notorio a nivel mundial. Es el segundo país en el mundo donde más buses eléctricos circulan. Ahí hay una política que se ha ido consolidando con el tiempo que muestra eso.
Después hay otros aspectos que tienen que ver con la movilidad sostenible que trascienden la electromovilidad, como los biocombustibles y otras formas de movilidad. Es decir, no solamente el vehículo o el transporte público, sino también la bicicleta u otros modos.
Abordamos además en el libro el área marítima, que también va descarbonizándose, buscando formas en las cuales el carbono va perdiendo su predominio o va cediendo terreno a otras fuentes. Lo mismo ocurre con la aviación, cada vez más se comienza a hablar del combustible de aviación sostenible, y de ese modo la descarbonización va llegando a ese tipo de medio de transporte.
También tocamos la experiencia del hidrógeno verde en lugares como California. Distintas fuentes de energía van tomando protagonismo y van haciendo que el transporte se vaya descarbonizando. Es un sector que aporta muchísimo en términos de emisiones e impacta mucho en el consumo de energía fósil. Todo lo que se pueda hacer en ese sentido redundará no solamente en costos, sino también en aspectos relacionados con el ambiente y con la calidad de vida en las ciudades.
BNamericas: Como dijo, Chile, Brasil, México, Costa Rica y Colombia han avanzado mucho en el último tiempo. ¿Qué países cree que ahora tienen el potencial para avanzar en el futuro?
Cantero: Todos aquellos que tienen matrices energéticas donde la producción de energía eléctrica está por arriba de 60% o 70% de fuentes renovables. Si hay una matriz de generación eléctrica verde, es propicia para generar la movilidad eléctrica.
Más de 10 países a nivel regional están por encima del 60% o 70% de generación eléctrica a partir de energías renovables. Ecuador es un país que tiene una matriz energética verde muy grande. Ya tiene su hoja de ruta y está trabajando en ese sentido. Paraguay tiene 100% energía renovable y ahí tiene una oportunidad muy grande de avanzar.
Sin embargo, no hay una sola estrategia. Brasil, por ejemplo, tenía una matriz donde los biocombustibles para el transporte tenían mucho peso. Esa es una forma de descarbonizar. Y el año pasado hizo un despliegue imponente respecto a la movilidad eléctrica.
Hay que abrir a diferentes opciones para que después los consumidores elijan, ya sea un vehículo eléctrico o un híbrido, o utilizar bioetanol o biodiésel. Lo que tienen que hacer los países es justamente brindar esas oportunidades, flexibilizar sus matrices de generación eléctrica y también su oferta de energía.
BNamericas: ¿Cuáles son los requisitos mínimos que debe tener un marco regulatorio para promover la movilidad sostenible?
Cantero: Para empezar, una ley que habilite este tipo de políticas. En segundo lugar, una ley que de alguna manera le dé el marco institucional a la política, una gobernanza que defina claramente quién va a ejecutar esa política, quién va a llevar adelante la regulación de la movilidad sostenible, con qué recursos, cuál va a ser la forma en la que se puede financiar, los incentivos y una serie de acciones relacionadas con la seguridad y la infraestructura de carga.
Estas normativas tienen que ser además compatibles entre los países. Usted está en su país, tiene su vehículo eléctrico y quiere ir de vacaciones o por trabajo a un país vecino. El vehículo eléctrico tiene que ser una solución y no un problema. Cuando planifica su viaje, tiene que tener cargadores disponibles del otro lado. Por lo tanto, también se requiere que estén estandarizados.
Todo eso requiere regulación. En el libro tenemos un capítulo dedicado a baterías, porque es un tema fundamental, ya que puede transformarse en un pasivo ambiental. Hay que tratar de aprovechar la posibilidad de segundos usos y después definir cómo disponer finalmente de ese desecho.
BNamericas: ¿Existe alguna estimación sobre el costo total de la transición a la movilidad sustentable?
Cantero: La verdad es que no se ha podido investigar a una escala tan grande, ya que no todos los mercados tienen los mismos precios.
Un relevamiento importante que notamos que deberíamos poner en la agenda, quizás para el próximo año, es justamente la oferta de vehículos y cuánto cuestan en los distintos mercados de nuestra región.
A eso hay que sumarle todo el tema de infraestructura. No es solamente el costo del cargador, sino que es obra civil, acometida para llegar con la energía suficiente para alimentar ese cargador. En esa curva de costos hay que incluir todo lo del aprendizaje, y seguramente faltan más elementos para incorporar en ese análisis.
También tenemos que pensar cuánto es en términos de demanda energética. En unos 10 años la electromovilidad representaría un 5% de la demanda energética. Vamos a tener que hacer estimaciones respecto al lugar donde se produce la energía y el lugar donde se consume para saber cuánto se necesita de transmisión y distribución.
Es un número que no se calcula de un día para el otro, pero que es parte del análisis para determinar los costos. Si lo miramos en términos ambientales, hay una reducción importante en lo que tiene que ver con emisiones.
BNamericas: ¿Cómo ve las oportunidades para el hidrógeno verde en la movilidad sustentable?
Cantero: Nosotros vemos al hidrógeno como una opción para el transporte de carga pesada, quizás maquinaria pesada o buses de larga distancia. Y después su derivado de amoníaco puede ser para otro tipo de transporte, como el marítimo.
Creo que va a llegar un momento en que varias energías van a estar conviviendo y la gente va a tomar la decisión de a qué energético apuntar en función de sus conveniencias. Además, la movilidad hay que mirarla en función del uso. Obviamente la movilidad sostenible también incluye otros modos de transporte, ferroviario y hasta cierto nivel marítimo. Cada vez más hay conciencia en cuanto a ponerse objetivos respecto a descarbonizar otros sectores.
Fuente: Bnamericas, Viernes 26 de Septiembre de 2025





