SOY CHILE – VALPARAÍSO – En un entorno donde las comunidades exigen mayor participación, la denominada “licencia social” ha cambiado. “Ya no basta con obtener una aceptación mínima, hoy se espera participación efectiva, transparencia y co-construcción de iniciativas que mejoren la calidad de vida”, explica el gerente de sostenibilidad de Puerto San Antonio, Cristian Puga.
La inversión social responsable se centra en fortalecer capacidades locales, fomentar creatividad social y promover soluciones adaptadas a los desafíos propios de cada comunidad. “El impacto se mide no solo en recursos invertidos, sino en el grado de apropiación y empoderamiento alcanzado”, agrega.
El experto destaca un ejemplo concreto. El programa de Fondos Concursables de Puerto San Antonio, que en su tercera versión se ha convertido en un espacio de colaboración entre empresa y comunidad. “No es solo financiamiento: se ha transformado en una plataforma donde juntas de vecinos, clubes deportivos, agrupaciones medioambientales y organizaciones de mujeres vinculadas a la pesca artesanal fortalecen sus proyectos y aportan al desarrollo local”, señala.
Además, resalta que lo relevante del programa no es solo el monto entregado, sino la capacitación de líderes sociales, la apertura a nuevos actores y la creación de un ecosistema colaborativo entre empresa, comunidad, academia y sector público, apuntando hacia una ciudad-puerto más inclusiva y sostenible.
Finalmente, Puga reflexiona sobre la transformación del enfoque empresarial. “Las compañías que operan en territorios complejos entienden que su éxito no se limita a indicadores financieros, sino también a su capacidad de articular procesos de transformación territorial”.
Fuente: Soy Chile – Valparaíso, Lunes 15 de Septiembre de 2025





