EL MERCURIO – Un nuevo gobierno partirá el próximo año, ocasión que permitió al Consejo de Políticas de Infraestructura (CP|) diseñar un plan integral con el objetivo de modernizar la logística y aumentar la competitividad, el cual se entregó a los candidatos que están compitiendo por La Moneda.
“Este es un trabajo que iniciamos a fines del año pasado y en el que han trabajado más de 150 personas”, destaca Carlos Cruz, director ejecutivo del organismo. El paquete incluye una regla fiscal para inversión pública en infraestructura y el refuerzo de mecanismos de asociación público-privada.
A ojos del dirigente, es clave que el eje del plan sea la integración modal, cuyo objetivo es complementar los distintos modos de transporte —carretero, ferroviario, portuario y aeroportuario—, con el fin de que cada uno opere donde resulta más eficiente. Según el CPI, esta sinergia no solo reduciría costos y tiempos de viaje, sino que también aportaría resiliencia y sostenibilidad a la cadena de suministro.
Las claves de la fórmula
Carlos Cruz plantea que es urgente planificar inversiones en el paquete logístico, cuya estructura se basa en la interconexión y centros de intercambio modal, lo que permitiría simplificar trámites y adoptar tecnologías que mejoren el flujo de información.
Todo esto no será posible —dice— sin un fortalecimiento de la institucionalidad. Para ello, plantea potenciar la Comisión Nacional para el Desarrollo Logístico (Conalog) de modo tal que pueda planificar y coordinar la infraestructura y su operación de manera conjunta con los distintos ministerios. Adicionalmente, recomienda la creación de una entidad estatal de infraestructura estratégica que priorice proyectos clave para el desarrollo del país.
Para la conectividad internacional, el CPI propone reforzar pasos fronterizos y “transformar al menos dos de ellos (Pino Hachado y alguno de los ubicados frente a Antofagasta) en infraestructura incorporada a lo que pueden ser corredores (…), y reforzar la inserción de Chile a esos corredores bioceánicos”, resume Cruz.
En el frente portuario, la idea es consolidar a Chile como un hub regional a través de un sistema de clase mundial. Esto incluye perfeccionar el marco normativo del borde costero y crear una autoridad portuaria local -afirma— para coordinar la logística con las ciudades. Además, la construcción del puerto exterior en la zona central, que debería estar operativo hacia 2034, y la expansión de los puertos de Valparaíso y el Biobío, son considerados proyectos prioritarios. El segundo, en particular, es visto como un hub logístico que preste servicios al sur argentino, “en especial, a la provincia de Neuquén y el proyecto Vaca Muerta”, dice.
Respecto de ferrocarriles, el CP| plantea recuperar protagonismo para la carga en la zona de EFE (La Calera al sur). La propuesta implica identificar tramos prioritarios y focalizar inversiones para modernizar la infraestructura ferroviaria, considerando fundamental para ello la reestructuración de EFE y así potenciar su rol como proveedor de infraestructura de alta capacidad. “Hasta el año pasado se estaba transportando la misma carga que en 2013 (…). Estamos pegados y eso tiene mucho que ver con la infraestructura”, señala Cruz, quien subraya la importancia del tren en accesos a puertos.
“Si Valparaíso crece será necesario el apoyo ferroviario. Y San Antonio es imposible pensar que pueda funcionar sin ferrocarril”, agrega. Mientras que para Biobío propone separar flujos con un área exclusiva destinada a carga y priorizar la interconexión ferroviaria con la Región de Valparaíso.
En carreteras, la propuesta del CPl apunta a un plan integral de inversión para mejorar toda la red vial, tanto la concesionada como la pública, para asegurar una alternativa de transporte eficiente. La fórmula también incluye modernizar puentes y cruces urbanos para eliminar cuellos de botella y promover la electromovilidad para reducir el impacto ambiental. Y como base de la logística local y regional, Cruz considera clave acelerar la pavimentación. Incluso sugiere un ritmo anual: “Implica ir pavimentando del orden de 1.000 a 1.500 kilómetros al año”.
Para los aeropuertos, el CP| propone repensar la estructura para que puedan servir como puntos de carga.
“Hoy, los aeropuertos están pensados casi exclusivamente para pasajeros y hay un tremendo potencial (…). Muchas cosas podrían salir directamente de los aeropuertos locales a otros países”, señala, y ejemplifica lo anterior con lo que ocurre actualmente en Puerto Montt con el salmón. Esto implica modernizar la infraestructura y crear mecanismos de coordinación entre actores públicos y privados en los principales aeropuertos de carga, buscando replicar el éxito de las comunidades logísticas portuarias.
De acuerdo al ejecutivo, la última milla entra con deberes concretos. “Falta una planificación más estricta”, plantea Cruz, y pide administrar la convivencia de modos en ciudades con infraestructura escasa.
“Los autos tienen derecho y también los buses (…), y los que prestan servicios de logística tienen derecho a tener un buen servicio en la ciudad”, dice, con la meta de coordinar movimientos “de tal manera de no afectar la calidad de vida, pero también no afectar la eficiencia”, añade.
Pero el documento no se detiene en logística. En aguas, el CP| empuja mejor gestión y nuevas fuentes vía reúso y desalinización; en ciudad, propone “homogenizar hacia arriba” la calidad de infraestructura y servicios para viabilizar la descentralización; en energía, prioriza líneas de transmisión para que la generación limpia llegue a los centros de consumo, y en infraestructura digital, postula que tras el salto en conectividad, “lo que falta es potenciar la demanda”
Por último, Cruz destaca que se han reunido con todas las candidaturas “y tenemos un alto grado de coincidencia”.
Fuente: El Mercurio, Miércoles 24 de Septiembre de 2025
