AGENCIA NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO – Con el objetivo de abordar los principales desafíos que enfrentarán las ciudades chilenas en los próximos 25 años, el Centro ANID CEDEUS realizó el conversatorio “Ciudades 2050: visión de Futuro”, instancia que reunió a autoridades, investigadores y expertos del ámbito urbano para reflexionar sobre cómo anticiparse a los cambios que se avecinan en los territorios.
Durante la jornada se debatieron los horizontes temporales con los que actualmente se abordan los temas urbanos desde la política pública, así como el rol que desempeñan las instituciones, la academia y la sociedad civil en la construcción de ciudades más sostenibles, equitativas y resilientes.
Impacto de la desigualdad urbana
La subsecretaria de Vivienda y Urbanismo, Gabriela Elgueta, abrió el conversatorio planteando que uno de los principales problemas estructurales de las ciudades chilenas es la alta concentración de servicios, empleos y espacios públicos de calidad en zonas específicas, muchas veces como resultado directo de decisiones de política pública.
“Esa desigualdad urbana termina determinando muy claramente la trayectoria de vida de las personas, desde la niñez en adelante”, advirtió.
Asimismo, señaló que la planificación urbana actual «es lenta, desactualizada y poco eficaz, lo que limita la capacidad del Estado para conducir un desarrollo más equitativo». A su juicio, el suelo sigue siendo un factor determinante en la localización de la vivienda pública, lo que ha contribuido a consolidar ciudades segregadas e integradas de forma desigual.
Luis Fuentes, investigador de CEDEUS, se centró en el problema de accesibilidad a la vivienda, advirtiendo que es una dimensión que muchas veces queda oculta en las mediciones del déficit habitacional tradicional.
“El problema de los arrendatarios no está contenido en el déficit habitacional. El arriendo como estrategia ha crecido fuertemente, y hoy prácticamente el 43% de los hogares destina más del 30% de sus ingresos al pago de vivienda”.
Fuentes explicó que esta carga financiera afecta directamente la calidad de vida de las familias y que, aunque la tenencia de vivienda propia otorga mayor seguridad habitacional y valor patrimonial, cada vez más hogares deben recurrir al arriendo sin protección adecuada.
Desigualdad en derechos urbanos
Durante el conversatorio, Sebastián Bowen, director ejecutivo de Déficit Cero, utilizó una analogía para reflexionar sobre la fragilidad institucional y la desigualdad en el acceso a derechos urbanos.
“Cuando no hay reglas claras ni instituciones fuertes, quienes tienen más recursos terminan imponiendo sus condiciones. Es como manejar de noche con luces altas: el que tiene los focos más potentes ve mejor y domina el camino, mientras el resto queda cegado o excluido del trayecto”.
A partir de ahí, Bowen sostuvo que la falta de un marco institucional robusto favorece “la ley del más fuerte”, y que la función del Estado de Derecho no es solo mantener el orden, sino también proteger y orientar a la sociedad: establecer un rumbo común donde todos puedan participar en igualdad de condiciones.
Por su parte, Pilar Giménez, directora del Centro de Estudios Territoriales de la Universidad de los Andes, alertó sobre el deterioro del espacio público como uno de los principales problemas que enfrentan hoy las ciudades chilenas. Recordó que hace más de una década, durante la formulación de la Política Nacional de Desarrollo Urbano, existía optimismo respecto al control del déficit habitacional y se proyectaba un nuevo foco en mejorar la calidad urbana.
“En ese momento empezamos a hablar del déficit de ciudad, no solo del habitacional, y se impulsaron iniciativas como la Ley de Inversiones en Espacio Público y la regeneración urbana”, explicó.
Sin embargo, lamentó que el déficit habitacional haya vuelto a crecer, lo que ha relegado las prioridades urbanas.
Fuente: Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, Lunes 11 de Agosto de 2025





