Viernes, Diciembre 5, 2025

Buenas energías para el transporte público, por Paulo Muñoz M.

PAÍS CIRCULAR – Chile está dando un salto cualitativo en electromovilidad al incorporar sistemas de transporte por cable junto con el despliegue masivo de buses eléctricos. Estas innovaciones no solo diversifican las opciones de movilidad, sino que potencian la descongestión urbana, mejoran la calidad del aire y allanan el camino hacia la descarbonización del transporte público.

En Santiago, el ambicioso Teleférico Bicentenario -primera iniciativa concesionada de transporte urbano por cable en el país- ya avanza en su etapa de construcción y busca conectar Providencia y Huechuraba en 13 minutos, transportando hasta 6.000 pasajeros por hora gracias a una inversión de US$ 80 millones.

Fuera de la capital, las regiones de Biobío, Coquimbo y Tarapacá también apuestan por este tipo de modo. En Talcahuano se espera desarrollar un proyecto de teleférico de 4,2 km dividido en dos líneas y siete estaciones, que mejorará sustancialmente la conectividad de zonas altas con el centro urbano, en un recorrido de solo 11 minutos. En Coquimbo, en tanto, se estudia otro que una el sector costero con la Cruz del Tercer Milenio, y en Tarapacá se proyecta invertir US$ 126 millones para conectar Alto Hospicio con Iquique, moviendo 2.000 pasajeros por hora por sentido.

Paralelamente, la Red Metropolitana de Movilidad ha incorporado 2.500 buses eléctricos, cifra que se espera supere los 4.000 para 2026, posicionando a la capital como líder regional en flota limpia. El modelo de gestión separa la provisión de flota de su operación, facilitando la llegada de operadores e inversores dispuestos a renovar la infraestructura.

Para consolidar estos avances, resulta imprescindible una planificación integrada que articule teleféricos, buses eléctricos y sistemas de energía renovable. Esto implica: coordinación territorial, ajustando rutas y estaciones a los patrones de movilidad local; financiamiento sostenible, combinando concesiones, subsidios estatales y alianzas público-privadas; y desarrollo de ERNC, asegurando que la carga de buses y la energía de teleféricos provenga de fuentes eólicas y solares, para lo que se hace imprescindible optimizar la transmisión energética.

Chile cuenta hoy con la potencia y la fuerza para liderar la transición al transporte público cero emisiones, garantizando una movilidad eficiente, inclusiva y respetuosa con el medio ambiente.

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Fuente: País Circular, Martes 22 de Julio de 2025

PAÍS CIRCULAR – Chile está dando un salto cualitativo en electromovilidad al incorporar sistemas de transporte por cable junto con el despliegue masivo de buses eléctricos. Estas innovaciones no solo diversifican las opciones de movilidad, sino que potencian la descongestión urbana, mejoran la calidad del aire y allanan el camino hacia la descarbonización del transporte público.

En Santiago, el ambicioso Teleférico Bicentenario -primera iniciativa concesionada de transporte urbano por cable en el país- ya avanza en su etapa de construcción y busca conectar Providencia y Huechuraba en 13 minutos, transportando hasta 6.000 pasajeros por hora gracias a una inversión de US$ 80 millones.

Fuera de la capital, las regiones de Biobío, Coquimbo y Tarapacá también apuestan por este tipo de modo. En Talcahuano se espera desarrollar un proyecto de teleférico de 4,2 km dividido en dos líneas y siete estaciones, que mejorará sustancialmente la conectividad de zonas altas con el centro urbano, en un recorrido de solo 11 minutos. En Coquimbo, en tanto, se estudia otro que una el sector costero con la Cruz del Tercer Milenio, y en Tarapacá se proyecta invertir US$ 126 millones para conectar Alto Hospicio con Iquique, moviendo 2.000 pasajeros por hora por sentido.

Paralelamente, la Red Metropolitana de Movilidad ha incorporado 2.500 buses eléctricos, cifra que se espera supere los 4.000 para 2026, posicionando a la capital como líder regional en flota limpia. El modelo de gestión separa la provisión de flota de su operación, facilitando la llegada de operadores e inversores dispuestos a renovar la infraestructura.

Para consolidar estos avances, resulta imprescindible una planificación integrada que articule teleféricos, buses eléctricos y sistemas de energía renovable. Esto implica: coordinación territorial, ajustando rutas y estaciones a los patrones de movilidad local; financiamiento sostenible, combinando concesiones, subsidios estatales y alianzas público-privadas; y desarrollo de ERNC, asegurando que la carga de buses y la energía de teleféricos provenga de fuentes eólicas y solares, para lo que se hace imprescindible optimizar la transmisión energética.

Chile cuenta hoy con la potencia y la fuerza para liderar la transición al transporte público cero emisiones, garantizando una movilidad eficiente, inclusiva y respetuosa con el medio ambiente.

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Fuente: País Circular, Martes 22 de Julio de 2025

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