DIARIO FINANCIERO – En años recientes -pero especialmente en los últimos meses, con la economía prácticamente estancada y alto desempleo- se ha intensificado el debate sobre las diversas formas en que las regulaciones (excesivas o mal diseñadas) y la burocracia están actuando como un freno al desarrollo. Proyectos de inversión de distinta índole -ya sea inmobiliarios, mineros o energéticos- se han ralentizado, paralizado o incluso cancelado debido a lo que, en términos generales, se describe como “permisología”.
En muchos casos ello tiene que ver con la tramitación ambiental de los proyectos, en otros con reglas y ordenanzas desactualizadas, y en algunos, con decisiones francamente incomprensibles de la autoridad, como el proyecto de explotación de tierras raras cuyo término anticipado significó la salida de la directora del Servicio de Evaluación Ambiental del Biobío. En materia de infraestructura lo anterior es especialmente grave, pues existe un consenso transversal en cuanto a que el país tiene un serio déficit acumulado en puertos, transmisión eléctrica, telecomunicaciones e instalaciones hídricas, además de hospitales y cárceles, entre otros.
Este es un caso en que el Estado tiene en sus manos una llave esencial para abrir la puerta al desarrollo.
La infraestructura digital, de la cual depende que Chile pueda aprovechar el potencial y las oportunidades de la llamada Cuarta Revolución Industrial, es uno de los ámbitos donde el rezago es tan evidente como inquietante. En entrevista con DF esta semana, la vicepresidenta de la Cámara de Infraestructura Digital acusó tiempos de tramitación “escandalosos” para la instalación de antenas que son clave para el despliegue de tecnologías como el 5G, la internet de las cosas o la inteligencia artificial, y que han paralizado inversiones necesarias por cerca de US$ 7.500 millones.
El proyecto en el que trabaja el Ministerio de Economía para acelerar la tramitación de permisos sectoriales debe entenderse como urgente y prioritario, en telecomunicaciones como en las otras áreas mencionadas. Este es un caso en que el Estado tiene en sus manos una llave esencial para abrir la puerta al desarrollo.
Fuente: Diario Financiero, Jueves 31 de Agosto de 2023