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POLÍTICAS PÚBLICAS DE INFRAESTRUCTURA
INFRAESTRUCTURA PARA NUESTRO DESARROLLO:
CONSTRUYENDO UN CHILE MEJOR
problemas que genera la sustantiva variabilidad anual del régimen de precipitaciones
a nivel nacional.
Son precisamente este tipo de variables las que obligan a tener una mirada de largo
plazo al considerar políticas de infraestructura hídrica.
PROPUESTAS DEL CPI
La incertidumbre climática y el insuficiente conocimiento sobre nuestras fuentes de agua,
aconsejan invertir en reunir información sobre nuestra situación actual y prospectiva,
sobre todo en relación a las aguas subterráneas y comportamiento de glaciares.
En la misma línea, es indispensable ejecutar una estrategia de inversiones que permitan
acumular agua cuando esté disponible, mejorar significativamente los sistemas de
distribución, e incorporar tecnologías para optimizar la gestión del recurso disponible.
Conjuntamente, es necesario resolver los problemas de organización de mercados
en las cuencas, resolver algunos problemas regulatorios y fortalecer los programas de
Agua Potable Rural (APR).
En principio, las actividades económicas y humanas deben pagar el costo de la
infraestructura que permita transportar agua desde las fuentes donde se encuentra
o donde se genera (captación) hasta al lugar en que esta es utilizada (redes de
distribución).
En los casos en que se considere conveniente subsidiar la construcción de infraestructura
para la generación o el transporte de agua dulce, el Estado deberá someter los proyectos
a una adecuada evaluación social para justificar los subsidios.
En las zonas desérticas y semidesérticas, la gran minería se puede abastecer de agua
de mar, como ya ocurre exitosamente y se proyecta que aumentará, dejando mayor
disponibilidad de agua dulce para los usos humanos, de otros sectores productivos y
ecológicos.