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Capítulo III
Este déficit se explicaría por cobertura insuficiente en sectores rurales y la falta de
participación de los segmentos de la población con menores ingresos. Mientras el 78%
de los hogares del quintil de más altos ingresos cuentan con acceso a banda ancha fija,
sólo el 32% del primer quintil lo hace. Por otra parte, el 54% de los hogares urbanos tienen
este tipo de conexión, a diferencia del 4% que presentan los hogares rurales.
Un estudio reciente reveló que la tasa de penetración que ha alcanzado la banda
ancha móvil en los países pertenecientes a la OCDE llegó al 90,3% en 2015. Chile
alcanzó un 55,7% de penetración, quedando en el puesto 28 entre los 35 integrantes
de esa agrupación internacional. Sin embargo, el último informe de la Subtel indica que
la penetración de internet durante el 2016 fue de 84 personas con acceso cada 100
habitantes, principalmente gracias a la banda ancha móvil.
Uno de los factores determinantes de la brecha digital es el costo del servicio, sobre todo
para los hogares de más bajos ingresos. En ese costo influyen el costo de la conectividad
internacional y la baja cobertura y competencia de redes fijas de alta velocidad. Para
las zonas con baja cobertura de este servicio, el acceso a la red se realiza principalmente
a través de internet móvil, conexión que tiene límites de consumo, menores velocidades
y mayores precios. En efecto, en cuanto a los precios de entrada de la banda ancha
fija, Chile ronda los US$ 33, mientras el promedio de la OCDE es de US$26,8
6
.
En el caso de la banda ancha móvil, como lo muestra la Comisión Económica para
América Latina y el Caribe (Cepal), los chilenos nos beneficiamos de un costo de acceso
levemente inferior al 2% del ingreso per cápita, entre los más bajos de América Latina,
muy por debajo del estándar de 5% reconocido internacionalmente como el umbral de
asequibilidad. Ciertamente, nuestro país está entre los líderes de Latinoamérica, pero
aún con espacio para avanzar hacia niveles de costo de naciones desarrolladas como
Japón, Francia, Italia o Portugal.
Al mismo tiempo, a fines de 2016 Chile registró una velocidad promedio de banda
ancha de 8,6Mbps, un 62% más rápido que el promedio de América Latina, pero por
debajo de los 10Mbps promedio de los países de la OCDE y muy inferior a los 21,4 Mbps
de los 10 mejores países del mundo.
6 “Perspectivas de la OCDE sobre la economía digital 2015”, Cesta de tarifas de banda ancha fija, uso bajo, >1.5/2
Mbps, USD PPP.