Jueves, Abril 25, 2024

El plan del MOP para cambiar la gobernanza del aeropuerto de Santiago

PULSO – La temporada alta del terminal aéreo está comenzando y se espera un nuevo récord de pasajeros y de atochamientos, con más de 75 mil personas transitando diariamente en los momentos punta. A diferencia de otros aeropuertos globales, en Arturo Merino Benítez operan seis ministerios más un concesionario. Ahora alistan un cuerpo colegiado permanente.

Caótico. Ese es el estado del aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez (AMB) de Santiago todos los veranos, y cada vez es peor por el ingente flujo de pasajeros que todos los años rompe récords.

“Ya hemos superado los 75 mil pasajeros al día en las jornadas de mayor afluencia (el actual terminal está diseñado para 60 mil personas diarias como máximo) y podríamos superarla en esta temporada alta. Creemos que esa situación podría darse en algunas fechas peak, por ejemplo, previo a Navidad o Año Nuevo, o en el recambio de las vacaciones”, detalla el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios. Un pronóstico parecido hace Nicolás Claude, gerente general de la concesionaria de AMB, Nuevo Pudahuel, quien estima que la afluencia en esta temporada rondará entre los 70 mil y 75 mil pasajeros diarios, mientras que Latam Airlines, la principal aerolínea del país, estima transportar por sí sola unos 50 mil pasajeros en los días punta.

El aeropuerto está diseñado para operar con 30 vuelos por hora y recientemente se han registrado algunos peaks con 38 vuelos por hora. “Hoy en día casi no tenemos horarios valle o de afluencia menor. El terminal está construido para un máximo de 16 millones de pasajeros y este año ya tenemos alrededor de 23 millones, un nuevo récord. No podemos hacer magia, pero sí mitigar para generar en los pasajeros una mejor experiencia de viaje”, reconoce el subsecretario.

El CEO o gerente general de Sky Airline, Holger Paulmann, avizora un alza de flujo de pasajeros para este verano en relación al anterior de 15% y prevé que este año el tráfico total del aeropuerto de Santiago será de casi 24 millones de personas.

La nueva estructura

En la industria aérea hay consenso respecto de que falta una estructura de gobernanza más ágil en la toma de decisiones del terminal para afrontar de forma coordinada la creciente demanda.

“Uno de los grandes desafíos que debemos abordar es la gobernabilidad del aeropuerto. Por el aeropuerto Arturo Merino Benítez circula más del 95% del transporte aéreo de pasajeros domésticos e internacionales de Chile. Además, operan en el aeropuerto más de 40 entidades que requieren de una coordinación global. Cada una responde a su visión sectorial y sus prioridades, y no a una autoridad coordinadora. Este aeropuerto requiere de un nuevo modelo de gobernabilidad donde exista una autoridad con atribuciones para tomar decisiones tras una misión única y centrada en los usuarios”, recalca la vicepresidenta de asuntos corporativos de Latam Airlines, Gisela Escobar.

En tanto, Alfredo Babun, presidente de la Asociación Chilena de Líneas Aéreas, enfatiza que “urge contar con una autoridad aeroportuaria con poder resolutivo, con atribuciones de facilitación, que pueda imponer decisiones a los múltiples organismos que hoy interactúan en el aeropuerto en un plano de igualdad y cada uno preocupado de sus propias funciones, sin una mirada de conjunto, sin un propósito común, sin una estrategia a largo plazo ni responsabilidad por el desempeño deficiente”.

Gabriela Peralta, gerenta en Chile de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), opina que “se necesita un liderazgo en el aeropuerto que represente a la industria aérea transversalmente (público y privado) y que tome decisiones operativas y diarias considerando las necesidades de las empresas que operan en el aeropuerto y sus usuarios. En otros países esta figura existe, es decir, el mismo concesionario es quien tiene la responsabilidad operativa (…); necesitamos esta figura para organizar el aeropuerto de Santiago”.

En línea con los diagnósticos de las aerolíneas, el gobierno tomó nota y ya está trabajando en la materia. En particular, quien lidera este tema desde el sector público es Lucas Palacios, subsecretario de Obras Públicas.

“El Presidente Piñera me solicitó en abril que coordine una mesa de trabajo con el fin de alinear todos los incentivos y esfuerzos de cada uno de los servicios que trabajan en el aeropuerto de Santiago para que el sistema funcione de la mejor forma posible, cosa que no se había hecho nunca. Me pidió que agilizáramos lo más posible la construcción del terminal 2 y que instale esta mesa para coordinar a todos los servicios para mitigar los efectos que genera un aeropuerto chico para una demanda creciente en los meses venideros”, explica Palacios, quien lleva ocho reuniones de esta mesa, donde participan los seis ministerios que intervienen en el aeropuerto: Obras Públicas (Dirección de Aeropuertos), Transporte (Junta de Aeronáutica Civil), Defensa (Dirección General de Aeronáutica Civil), Agricultura (Servicio Agrícola y Ganadero), Interior (Policía de Investigaciones y Carabineros), Hacienda (Aduanas), además de la sociedad concesionaria del aeropuerto (Nuevo Pudahuel), y participaciones de la Iata (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) y las aerolíneas.

Palacios reconoce que “es un desafío revisar la gobernanza futura (de AMB), porque el sistema de transporte aéreo es lo que más crece en Chile y el mundo, y mientras más simplificado y eficiente sea el sistema de gobernanza, es mejor”. Para acometer lo anterior, detalla el plan que tiene el gobierno en esta materia. “Estamos revisando la manera coordinada de actuar, tal como lo hemos hecho con esta mesa, de manera de poder proyectarla hacia el futuro de forma permanente. Una alternativa es que sea una suerte de directorio. Lo más importante es generar una instancia de coordinación permanente, y que no sea solamente para la mitigación de problemas de capacidad. Una gobernanza coordinada y simplificada podrá ser la mejor solución para poder enfrentar la administración del aeropuerto hacia el futuro”, señala.

Hasta ahora el trabajo del MOP está siendo bien evaluado por las aerolíneas. “Cuando antes se tenía la relación uno a uno entre el operador del aeropuerto y las autoridades, era muy difícil que una autoridad se diera realmente cuenta de la dimensión del problema y le echaba la culpa a otra y así sucesivamente. Ahora esta dinámica de que estén todos en la misma mesa cambió esa situación y ahora más de uno tiene que hacerse responsable de lo que ocurre, y es así como están surgiendo algunas soluciones”, opina Paulmann.

En tanto, Estuardo Ortiz, CEO de JetSMART, valora que “nuestras propuestas han sido acogidas en la mesa de manera bastante positiva. Vemos voluntad de cambiar ciertos modelos, que la aviación anterior no contemplaba, y que ahora son absolutamente necesarios con la irrupción de las aerolíneas de bajo costo. Hay avances con los resultados obtenidos, sin embargo, aún queda mucho por lograr, como que el diseño aeroportuario futuro sea más flexible y adecuado a las aerolíneas de bajo costo, como por ejemplo, un menor uso de puentes, facilitando así la llegada de aviones a accesos remotos”.

Fortalecerán terminales de Iquique y Concepción

La directora general del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), Angela Gittens, analiza que “si Santiago y Chile se posicionan para el crecimiento económico y el desarrollo, no se puede lograr cuando la principal puerta de enlace internacional tiene capacidad limitada y los aeropuertos cercanos no pueden capturar el desbordamiento. No hay otro aeropuerto en Santiago que pueda aliviar los problemas de capacidad”.

El subsecretario está consciente de los cambios que exige la industria aérea, y sin conocer las opiniones de JetSMART o de la ACI, expresa que el sistema aeroportuario chileno es “muy santiagocéntrico, pero progresivamente hemos visto cierto interés de algunas líneas aéreas y mayor demanda para que existan vuelos interregionales, sobre todo de bajo costo”. Dado lo anterior, dice que “el MOP tiene que anticiparse, cosa que estamos haciendo, para habilitar aeropuertos regionales con el fin de poder recibir vuelos de bajo costo, evitando que pasen todos por Santiago, eso con fines de conexiones nacionales y también existe la posibilidad de que esa lógica ocurra con vuelos internacionales”.

En el mismo orden de ideas, Palacios sostiene que uno de los objetivos del MOP es habilitar permanentemente al menos un aeropuerto en el norte (Iquique) y otro en sur (Concepción), para que operen vuelos internacionales.

Además, en el MOP adelantan que el fenómeno del modelo de vuelos de bajo costo va a generar un mayor aumento de la demanda por viajes en avión, por lo que adelantan que “en la relicitación de siete aeropuertos estamos incorporando una metodología certificada de operación que habilita a esos terminales para funcionar eficientemente con los modelos de bajo costo”. Palacios añade que también “estamos haciendo los estudios para identificar cuáles son aquellos aeropuertos de nuestra red secundaria que podríamos incorporar la metodología de bajo costo para que puedan operar como aeropuertos interregionales, como Los Ángeles o Concón”.

Nuevo terminal quedará chico

El gerente general de Nuevo Pudahuel, Nicolás Claude -al igual que todas las entidades consultadas en este artículo- valora las medidas de mitigación que ha anunciado el subsecretario Palacios para esta temporada alta, donde se está aumentando y eficientando la dotación de los distintos servicios, como la PDI y el SAG, además se están haciendo esfuerzos junto a la concesionaria y las líneas aéreas de facilitar mejores señaléticas y espacios para acoger al mayor flujo esperado. Sin embargo, recalca que “la solución final será la inauguración del nuevo terminal internacional”.

El nuevo terminal tendrá capacidad para 38 millones de pasajeros, considerando el flujo actual de horas punta. El contrato de concesión permite gatillar nuevas inversiones de ampliación para más de 45 millones de pasajeros si se alcanzara su límite. “Muchísimo antes de 2030 traspasaremos los 38 millones de pasajeros”, vaticina el subsecretario del MOP, quien explica que esto se debería al cambio de las aerolíneas hacia un mayor espacio para los vuelos de bajo costo, lo que no fue previsto por las autoridades en los últimos años.

El CEO de Sky indica que es “un problema el atraso en la obra del nuevo terminal. Hace menos de un año se acusaba un atraso de aproximadamente seis meses y si esas obras hubiesen estado terminadas antes, el impacto que tendremos este verano sería menor”. En Latam Airlines creen que “falta una solución de transición mientras dura el proceso de construcción del nuevo aeropuerto. Existe un vacío a nivel de exigencias del proyecto licitado, que fue pensado en 2011, pero que será implementado casi una década después”.

En la Iata ilustran que en Chile el tráfico aéreo está creciendo más de 10% al año y recalcan que “si este crecimiento mantiene o aumenta, fácilmente vamos a superar los 30 millones de pasajeros al 2020”.

Desde el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) detallan que Chile se encuentra entre los 10 mercados con mayor crecimiento en el segmento de 25 a 100 millones de pasajeros a partir de 2017. “A corto plazo, de 2017 a 2022, se espera que el tráfico de pasajeros en Chile crezca a una tasa promedio de 7,2% anual. Se estima que el tráfico de pasajeros para Chile se duplicará de 2018 a 2030, lo que significa que el aeropuerto de Santiago manejará a más de 40 millones de pasajeros para el año 2030.

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Fuente: Pulso, lunes 17 de diciembre de 2018

PULSO – La temporada alta del terminal aéreo está comenzando y se espera un nuevo récord de pasajeros y de atochamientos, con más de 75 mil personas transitando diariamente en los momentos punta. A diferencia de otros aeropuertos globales, en Arturo Merino Benítez operan seis ministerios más un concesionario. Ahora alistan un cuerpo colegiado permanente.

Caótico. Ese es el estado del aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez (AMB) de Santiago todos los veranos, y cada vez es peor por el ingente flujo de pasajeros que todos los años rompe récords.

“Ya hemos superado los 75 mil pasajeros al día en las jornadas de mayor afluencia (el actual terminal está diseñado para 60 mil personas diarias como máximo) y podríamos superarla en esta temporada alta. Creemos que esa situación podría darse en algunas fechas peak, por ejemplo, previo a Navidad o Año Nuevo, o en el recambio de las vacaciones”, detalla el subsecretario de Obras Públicas, Lucas Palacios. Un pronóstico parecido hace Nicolás Claude, gerente general de la concesionaria de AMB, Nuevo Pudahuel, quien estima que la afluencia en esta temporada rondará entre los 70 mil y 75 mil pasajeros diarios, mientras que Latam Airlines, la principal aerolínea del país, estima transportar por sí sola unos 50 mil pasajeros en los días punta.

El aeropuerto está diseñado para operar con 30 vuelos por hora y recientemente se han registrado algunos peaks con 38 vuelos por hora. “Hoy en día casi no tenemos horarios valle o de afluencia menor. El terminal está construido para un máximo de 16 millones de pasajeros y este año ya tenemos alrededor de 23 millones, un nuevo récord. No podemos hacer magia, pero sí mitigar para generar en los pasajeros una mejor experiencia de viaje”, reconoce el subsecretario.

El CEO o gerente general de Sky Airline, Holger Paulmann, avizora un alza de flujo de pasajeros para este verano en relación al anterior de 15% y prevé que este año el tráfico total del aeropuerto de Santiago será de casi 24 millones de personas.

La nueva estructura

En la industria aérea hay consenso respecto de que falta una estructura de gobernanza más ágil en la toma de decisiones del terminal para afrontar de forma coordinada la creciente demanda.

“Uno de los grandes desafíos que debemos abordar es la gobernabilidad del aeropuerto. Por el aeropuerto Arturo Merino Benítez circula más del 95% del transporte aéreo de pasajeros domésticos e internacionales de Chile. Además, operan en el aeropuerto más de 40 entidades que requieren de una coordinación global. Cada una responde a su visión sectorial y sus prioridades, y no a una autoridad coordinadora. Este aeropuerto requiere de un nuevo modelo de gobernabilidad donde exista una autoridad con atribuciones para tomar decisiones tras una misión única y centrada en los usuarios”, recalca la vicepresidenta de asuntos corporativos de Latam Airlines, Gisela Escobar.

En tanto, Alfredo Babun, presidente de la Asociación Chilena de Líneas Aéreas, enfatiza que “urge contar con una autoridad aeroportuaria con poder resolutivo, con atribuciones de facilitación, que pueda imponer decisiones a los múltiples organismos que hoy interactúan en el aeropuerto en un plano de igualdad y cada uno preocupado de sus propias funciones, sin una mirada de conjunto, sin un propósito común, sin una estrategia a largo plazo ni responsabilidad por el desempeño deficiente”.

Gabriela Peralta, gerenta en Chile de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), opina que “se necesita un liderazgo en el aeropuerto que represente a la industria aérea transversalmente (público y privado) y que tome decisiones operativas y diarias considerando las necesidades de las empresas que operan en el aeropuerto y sus usuarios. En otros países esta figura existe, es decir, el mismo concesionario es quien tiene la responsabilidad operativa (…); necesitamos esta figura para organizar el aeropuerto de Santiago”.

En línea con los diagnósticos de las aerolíneas, el gobierno tomó nota y ya está trabajando en la materia. En particular, quien lidera este tema desde el sector público es Lucas Palacios, subsecretario de Obras Públicas.

“El Presidente Piñera me solicitó en abril que coordine una mesa de trabajo con el fin de alinear todos los incentivos y esfuerzos de cada uno de los servicios que trabajan en el aeropuerto de Santiago para que el sistema funcione de la mejor forma posible, cosa que no se había hecho nunca. Me pidió que agilizáramos lo más posible la construcción del terminal 2 y que instale esta mesa para coordinar a todos los servicios para mitigar los efectos que genera un aeropuerto chico para una demanda creciente en los meses venideros”, explica Palacios, quien lleva ocho reuniones de esta mesa, donde participan los seis ministerios que intervienen en el aeropuerto: Obras Públicas (Dirección de Aeropuertos), Transporte (Junta de Aeronáutica Civil), Defensa (Dirección General de Aeronáutica Civil), Agricultura (Servicio Agrícola y Ganadero), Interior (Policía de Investigaciones y Carabineros), Hacienda (Aduanas), además de la sociedad concesionaria del aeropuerto (Nuevo Pudahuel), y participaciones de la Iata (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) y las aerolíneas.

Palacios reconoce que “es un desafío revisar la gobernanza futura (de AMB), porque el sistema de transporte aéreo es lo que más crece en Chile y el mundo, y mientras más simplificado y eficiente sea el sistema de gobernanza, es mejor”. Para acometer lo anterior, detalla el plan que tiene el gobierno en esta materia. “Estamos revisando la manera coordinada de actuar, tal como lo hemos hecho con esta mesa, de manera de poder proyectarla hacia el futuro de forma permanente. Una alternativa es que sea una suerte de directorio. Lo más importante es generar una instancia de coordinación permanente, y que no sea solamente para la mitigación de problemas de capacidad. Una gobernanza coordinada y simplificada podrá ser la mejor solución para poder enfrentar la administración del aeropuerto hacia el futuro”, señala.

Hasta ahora el trabajo del MOP está siendo bien evaluado por las aerolíneas. “Cuando antes se tenía la relación uno a uno entre el operador del aeropuerto y las autoridades, era muy difícil que una autoridad se diera realmente cuenta de la dimensión del problema y le echaba la culpa a otra y así sucesivamente. Ahora esta dinámica de que estén todos en la misma mesa cambió esa situación y ahora más de uno tiene que hacerse responsable de lo que ocurre, y es así como están surgiendo algunas soluciones”, opina Paulmann.

En tanto, Estuardo Ortiz, CEO de JetSMART, valora que “nuestras propuestas han sido acogidas en la mesa de manera bastante positiva. Vemos voluntad de cambiar ciertos modelos, que la aviación anterior no contemplaba, y que ahora son absolutamente necesarios con la irrupción de las aerolíneas de bajo costo. Hay avances con los resultados obtenidos, sin embargo, aún queda mucho por lograr, como que el diseño aeroportuario futuro sea más flexible y adecuado a las aerolíneas de bajo costo, como por ejemplo, un menor uso de puentes, facilitando así la llegada de aviones a accesos remotos”.

Fortalecerán terminales de Iquique y Concepción

La directora general del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), Angela Gittens, analiza que “si Santiago y Chile se posicionan para el crecimiento económico y el desarrollo, no se puede lograr cuando la principal puerta de enlace internacional tiene capacidad limitada y los aeropuertos cercanos no pueden capturar el desbordamiento. No hay otro aeropuerto en Santiago que pueda aliviar los problemas de capacidad”.

El subsecretario está consciente de los cambios que exige la industria aérea, y sin conocer las opiniones de JetSMART o de la ACI, expresa que el sistema aeroportuario chileno es “muy santiagocéntrico, pero progresivamente hemos visto cierto interés de algunas líneas aéreas y mayor demanda para que existan vuelos interregionales, sobre todo de bajo costo”. Dado lo anterior, dice que “el MOP tiene que anticiparse, cosa que estamos haciendo, para habilitar aeropuertos regionales con el fin de poder recibir vuelos de bajo costo, evitando que pasen todos por Santiago, eso con fines de conexiones nacionales y también existe la posibilidad de que esa lógica ocurra con vuelos internacionales”.

En el mismo orden de ideas, Palacios sostiene que uno de los objetivos del MOP es habilitar permanentemente al menos un aeropuerto en el norte (Iquique) y otro en sur (Concepción), para que operen vuelos internacionales.

Además, en el MOP adelantan que el fenómeno del modelo de vuelos de bajo costo va a generar un mayor aumento de la demanda por viajes en avión, por lo que adelantan que “en la relicitación de siete aeropuertos estamos incorporando una metodología certificada de operación que habilita a esos terminales para funcionar eficientemente con los modelos de bajo costo”. Palacios añade que también “estamos haciendo los estudios para identificar cuáles son aquellos aeropuertos de nuestra red secundaria que podríamos incorporar la metodología de bajo costo para que puedan operar como aeropuertos interregionales, como Los Ángeles o Concón”.

Nuevo terminal quedará chico

El gerente general de Nuevo Pudahuel, Nicolás Claude -al igual que todas las entidades consultadas en este artículo- valora las medidas de mitigación que ha anunciado el subsecretario Palacios para esta temporada alta, donde se está aumentando y eficientando la dotación de los distintos servicios, como la PDI y el SAG, además se están haciendo esfuerzos junto a la concesionaria y las líneas aéreas de facilitar mejores señaléticas y espacios para acoger al mayor flujo esperado. Sin embargo, recalca que “la solución final será la inauguración del nuevo terminal internacional”.

El nuevo terminal tendrá capacidad para 38 millones de pasajeros, considerando el flujo actual de horas punta. El contrato de concesión permite gatillar nuevas inversiones de ampliación para más de 45 millones de pasajeros si se alcanzara su límite. “Muchísimo antes de 2030 traspasaremos los 38 millones de pasajeros”, vaticina el subsecretario del MOP, quien explica que esto se debería al cambio de las aerolíneas hacia un mayor espacio para los vuelos de bajo costo, lo que no fue previsto por las autoridades en los últimos años.

El CEO de Sky indica que es “un problema el atraso en la obra del nuevo terminal. Hace menos de un año se acusaba un atraso de aproximadamente seis meses y si esas obras hubiesen estado terminadas antes, el impacto que tendremos este verano sería menor”. En Latam Airlines creen que “falta una solución de transición mientras dura el proceso de construcción del nuevo aeropuerto. Existe un vacío a nivel de exigencias del proyecto licitado, que fue pensado en 2011, pero que será implementado casi una década después”.

En la Iata ilustran que en Chile el tráfico aéreo está creciendo más de 10% al año y recalcan que “si este crecimiento mantiene o aumenta, fácilmente vamos a superar los 30 millones de pasajeros al 2020”.

Desde el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) detallan que Chile se encuentra entre los 10 mercados con mayor crecimiento en el segmento de 25 a 100 millones de pasajeros a partir de 2017. “A corto plazo, de 2017 a 2022, se espera que el tráfico de pasajeros en Chile crezca a una tasa promedio de 7,2% anual. Se estima que el tráfico de pasajeros para Chile se duplicará de 2018 a 2030, lo que significa que el aeropuerto de Santiago manejará a más de 40 millones de pasajeros para el año 2030.

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Fuente: Pulso, lunes 17 de diciembre de 2018

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